¿El planeta como salón de clases? Marcela Fernández, una de las 100 mujeres más influyentes del mundo, asistirá a la Cumbre de Educación

Marcela Fernández decidió dejar de lado la educación tradicional para enamorarse de los glaciares, páramos y nevados de Colombia. Se retiró de su carrera de Periodismo y, con oído agudo, escuchó a expertos, comunidades indígenas y glaciólogos, quienes le enseñaron no solo la belleza de estos ecosistemas, sino también su importancia para la biodiversidad del país.

En el camino fundó la ONG Cumbres Blancas, con la que ha buscado concientizar acerca de la conservación de los glaciares. Gracias a esta labor, fue reconocida en 2023 por la cadena británica BBC como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo. Países como México, Perú, Ecuador, Venezuela y el este de África han sido testigos de sus acciones, y las de otras casi 100 personas, por la protección de estos ecosistemas.

Para ella, el país debe derribar el desconocimiento que existe sobre la biodiversidad. “En un país megadiverso como Colombia, que tiene tantas especies endémicas y ecosistemas, hay mucho desconocimiento de lo propio”, dijo Fernández, quien señaló que incluso los colombianos prefieren conocer otras maravillas por fuera del país.

“Creo que el tema de la conservación está muy ligado a saber qué es lo que tenemos. Más que el orgullo patrio, es entender que vivimos en un país que es patrimonio y que, como colombianos, tenemos la obligación de cuidar lo que es nuestro, pero también lo que le pertenece al planeta”, explicó.

Sin duda falta conciencia, pero el gran desafío está en el escaso conocimiento. Para la fundadora de Cumbres Blancas, “mientras uno más conoce, más ama”, por lo que eliminar la mentalidad extractivista es una de las tareas más importantes para dejar de ver los recursos naturales como un objeto rentable. “Falta enamorarnos de lo nuestro”, agregó.

Niños y guardianes

Fernández es fiel creyente de que los niños y niñas tienen las claves para impulsar la conciencia ambiental, la conservación y la restauración de los ecosistemas. “Los niños tienen una capacidad y es que se ‘empeliculan’. Los adultos perdemos esa capacidad de tomar roles o una posición, pero los niños no”, destacó.

Josué Arias Calderón es uno de estos niños que encontró en el ambientalismo una nueva forma de aprender. Josué, quien tuvo su primera expedición a los 5 años junto con Marcela Fernández, es hoy embajador de Cumbres Blancas.

Para su fundadora, “SuperJosué” es el vivo ejemplo de que los niños pueden enseñarles a los adultos más de lo que se cree. Con más de 6.000 seguidores en Instagram, González resaltó que a medida que Josué ha ido creciendo, ha aumentado su amor y conciencia porla naturaleza.

“Un personaje como Josué nos permite ver la oportunidad que tiene un niño de enseñarles a los adultos. Entre adultos hay egos, y un niño desde su inocencia va a compartir lo que él ve, que es genuino y natural”, resaltó.

El llamado de Marcela es a que los niños no pierdan “su sentido común, su capacidad de observación y de contemplación”, y que, por el contrario, sigan aumentando su curiosidad desde “una sensación de aventureros”.

Educación ambiental

Para que los más pequeños exploren, amen y se enamoren del país, es fundamental propiciar la educación ambiental desde las instituciones educativas en Colombia. “Creo que en la medida en que podamos tener educación más experiencial, más en el mundo como salón de clases, y en los territorios y ecosistemas como aulas abiertas, podremos avanzar”, detalló Fernández.

Según ella, así los colombianos podrían construir una visión más integral y holística frente al cuidado del planeta. “Si uno va a ver los currículums o pénsums, no se ven muchos de estos temas. Desde Cumbres Blancas queremos impulsar iniciativas como BiblioPáramos, que lleva bibliotecas a las comunidades de estas zonas. Asimismo, buscar que en los territorios donde no hay nieve sepan que en Colombia hay nieve y que la pueden conocer sin tener que ir a otro país”, agregó.

La activista invitó a que, desde la enseñanza, la educación se transforme con una perspectiva ambientalista y consciente de la crisis climática. “Creo que hace falta que haya personas enseñando sobre naturaleza, contagiados de ese amor por los ecosistemas. Es muy fácil enseñar de biodiversidad desde el hablar, pero cuando tú la conoces, la has vivido y la has experimentado es diferente”.

En ese camino, fortalecer el acceso a educación en las zonas rurales, que albergan gran parte de la biodiversidad, es otra de las tareas. “Ojalá los niños no tengan que estar en una ciudad para tener la mejor educación. Que el campo y la ruralidad también tengan excelente acceso a una educación integral”, concluyó la fundadora de Cumbres Blancas.

Para profundizar en las lecciones de Fernández no se pierda la 11.ª Cumbre Líderes por la Educación. Agéndese para este gran evento los próximos 25 y 26 de septiembre. La cita es en la Universidad EAN. Organizan Foros SEMANA y Semana Educación.

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