“El sector agrícola no ha entrado en un proceso de alta competitividad”: Carlos Enrique Cavelier

A su juicio, ¿en qué consiste la deuda que Colombia tiene con el campo colombiano?

Carlos Enrique Cavelier: El agro colombiano nunca entró a la era industrial, salvo algunas excepciones como el café, el azúcar y la palma. De resto, tengo que ser crítico, el sector agrícola no ha entrado en un proceso de alta competitividad. La deuda es enorme con esta población. Falta crédito, asistencia técnica, no hay institucionalidad del sector y ha y carencia de vías.

Colombia tiene un gran potencial para ser exportador de lácteos. Sin embargo, importa leche.

C.C.: Hay una política que está hecha para importar. Los TLC se firmaron y no se cambió la política interna, entonces el sistema está planteado para que entreguemos toda nuestra producción a los TLC. Hay unas resoluciones del Ministerio de Agricultura que premian un precio interno mayor que el internacional, por eso se favorece la importación. Y eso está regido por unos gremios muy tradicionales que han cuidado las fincas alrededor de las ciudades en detrimento del pequeño campesino.

Sectores como el cafetero han sabido aprovechar esa bonanza.

C.C.: La Federación de Cafeteros ha sido exitosa porque hace muchos años definió que hay que garantizarles la compra a los productores de café. En el sector lechero hemos luchado mucho para lograr eso.

¿Cómo lograr una política de sustitución de importaciones que de verdad beneficie al campesinado?

C.C.: Esa garantía de compra, sumada al cambio en la política del ministerio de premiar la importación y a la construcción de pulverizadoras, haría que Colombia sustituya toda la importación de leche y se convierta en exportador. Hay que darles créditos a los campesinos y brindarles asistencia técnica.

¿Cómo impulsan desde Alquería la transformación del campo colombiano?

C.C.: Trabajamos campesino por campesino. Tenemos más 9.600 productores y 17 centros de recolección. Queremos trabajar con los productores en el aumento de su productividad, que la impulsamos a través de la asistencia técnica.

¿Son optimistas con el panorama económico del país?

C.C.: Siempre somos optimistas y a la vez cautelosos. No sirve de nada ser pesimistas. El sector lechero tiene enormes posibilidades de productividad. La ganadería sostenible sigue siendo un gran reto global.

¿Cómo la trabajan desde la compañía?

C.C.: Somos la empresa B más grande de Colombia y eso denota nuestra urgencia de ser carbono positivos de cara a 2025. Además, queremos que la cadena, hasta los ganaderos, sea carbono positiva en 2030 y eso incluye un trabajo en varios frentes: con los campesinos, para que cultiven bien el pasto –que absorbe en gran medida el CO₂–; trabajar el silvopastoreo y resolver el tema del metano con diferentes tipos de alimentación para las vacas.

¿Cómo ve a Colombia en los próximos diez años?

C.C.: Un país en paz, donde la calidad de educación pública haya crecido enormemente, donde esos diez millones de niños salgan mucho mejor preparados para carreras técnicas y universitarias, y donde el empleo formal reine. Las dos fórmulas para que un país sea desarrollado son una gran educación pública de calidad y un empleo formal muy grande.