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¿Qué tan clara es la hoja de ruta de la Paz Total del Gobierno Petro?

María Lucía Zapata, directora de posgrados en estudios de paz y resolución de conflictos de la Universidad Javeriana, asegura que la Paz Total es una política con buenas intenciones a la que le falta claridad en sus procesos. Destaca que el reto más grande es recuperar la confianza de las comunidades y sociedad civil.

17 de febrero de 2023
San Vicente del Caguán, de la zona de distensión
Para Zapata, las comunidades cumplen un rol clave dentro de la construcción de paz, por lo que es importante la construcción de confianza con estas poblaciones. - Foto: Carlos Julio Martínez / SEMANA | Foto: Carlos Julio Martinez Semana

¿Cómo definiría el concepto de Paz Total?

MARÍA ZAPATA: Es una visión muy amplia. No solamente ve la paz como exclusiva de los estados y de quienes tienen el poder sobre la toma de decisiones. Se trata de un sistema que busca incluir las voces de los territorios y grupos sociales. Esto en sí, no es novedoso para las personas que estudian la paz porque es algo en lo que se ha venido insistiendo desde antes, pero sí es una apuesta novedosa para el país, en el sentido de que se sale del esquema tradicional de un acuerdo de paz.

A su juicio, ¿cuáles son los puntos claves para entender la política de Paz Total del Gobierno?

M.Z.: Aún hay mucha expectativa y necesitamos más información al respecto. Quienes están detrás de las propuestas del presidente Petro son personas con mucha experiencia en paz, que han trabajado y discutido estos temas antes. Sin embargo, creo que aún se queda en muy buenas intenciones, porque el país no tiene claro qué es lo que se busca. Además, venimos de un acuerdo de paz que marcó un hito histórico en 2016, que dejó una gran cantidad de enseñanzas que vale la pena analizar. Y, si bien la Paz Total no se limita solamente a los acuerdos de paz con ciertos actores, todavía carece de información y siento que aún no hay una hoja de ruta clara. En paz no nos gusta hablar tanto de la técnica, pero sí queremos saber más del método, el cómo, el qué, el cuándo y el dónde.

Teniendo en cuenta las dinámicas de los grupos armados, ¿qué retos tiene que asumir la Paz Total para alcanzar el cese al fuego multilateral?

M.Z.: Las dinámicas son muy diferentes porque al hablar de este cese al fuego nos salimos de un patrón que se había trabajado antes. Como se ha señalado numerosas veces en algunos procesos, el cese al fuego usualmente viene hasta al final, como una medida de creación de confianza o que marca la culminación de un acuerdo de paz. Es vital la confianza y sobre todo, la claridad. Y hasta el momento, es clara la voluntad por parte del Gobierno y de las organizaciones sociales, pero aún faltan claridades de algunos sectores escépticos y de algunos que están negociando; la confianza es clave para que las personas puedan construir seguridad de frente al proceso.

¿Cuál es el rol de las comunidades dentro de los procesos de Paz Total?

M.Z.: En el Acuerdo de La Habana el tema de las comunidades fue muy importante, de hecho, ya se hablaba de paz territorial. Y actualmente, el rol de estas poblaciones en la construcción de paz es esencial. No es algo novedoso, tal vez sí invisibilizado pero es fundamental. Es importante que en los procesos actuales aprendan de las experiencias locales de paz; por ejemplo, la Comisión de la Verdad en su informe final tiene un apartado específico sobre los avances de estas iniciativas durante el conflicto. Hay que aprovechar eso, si la gente está viva después de tantos años de guerra es porque se han desarrollado procesos que funcionaron y que se pueden replicar. Asimismo, hay que tener mucho cuidado de que la participación de las comunidades no sea solo para la foto. Se deben aprovechar sus experiencias y aprendizajes, que contribuyen críticamente a las discusiones sobre paz.

Paz  Total
María Lucía Zapata, directora de posgrados en estudios de paz y resolución de conflictos de la Universidad Javeriana. | Foto: Cortesía Pontificia Universidad Javeriana

¿Cuál debería ser la hoja de ruta de la Paz Total para abordar las economías ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal asociadas a los grupos armados?

M.Z.: Como sabemos, las economías ilegales son algunas de las sombras que escalan el conflicto. Indudablemente es un tema que debería tenerse en cuenta como parte de la construcción de Estado. Hay que ver qué reglas se van a establecer para su manejo y saber con certeza lo que sucederá en caso de que se efectúe un acuerdo de paz exitoso. La presencia estatal también es fundamental, pues es uno de los puntos de quiebre que pueden surgir en la construcción de paz. Este tema hace que, como analistas de violencia y de paz, tengamos que reinventarnos y buscar otros enfoques que nos permitan responder a lo que sucede con este tipo de economías, porque en últimas implica un fortalecimiento del Estado, trabajo con comunidades y un sistema de justicia fuerte.

Muchas comunidades se sienten decepcionadas con el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial o Territorios PDET. ¿Cómo debería acercarse el actual Gobierno a estas poblaciones afectadas por el conflicto armado?

M.Z.: Antes de los PDET, hubo otras iniciativas que fueron exitosas en su tiempo como el Plan Nacional de Rehabilitación y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio. Cuando llegaron los PDET, había mucho entusiasmo porque las personas venían de esas dinámicas previas, sin embargo, no hubo respuestas por parte del gobierno de turno para impulsarlos. En este momento está el desafío de retomar la confianza de las poblaciones sobre la figura del PDET, y eso va a tomar tiempo y recursos. Adicionalmente, hay que revisar cómo apoyar de manera asertiva y diferencial a estos territorios, porque no es lo mismo lo que sucede en los Montes de María a lo que pasa en el Cauca. Entonces, reitero, el desafío más grande es la confianza,la cual se recupera con un trabajo estratégico y fundamentado sobre las experiencias exitosas del pasado.

¿Hay un panorama alentador frente al cese al fuego con el ELN?

M.Z.: En primer lugar, vamos a ver si se superó y solucionó el impase del 31 de diciembre alrededor de las declaraciones del presidente Gustavo Petro. Por otra parte, es importante para el país ver avances y seriedad de las partes. Ver que se trata de un proceso metódico más allá de las buenas intenciones. Venimos de un proceso de paz que funcionó, así que no esperamos menos de lo que sucedió en el 2016. Tiene que ser un camino riguroso sin anuncios rimbombantes, en el que se perciban pequeños resultados con gran impacto. Prefiero los pequeños resultados sobre cualquier anuncio.

*Contenido elaborado con apoyo de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana