Foro Colombia
Minería formal, clave para la biodiversidad y el desarrollo de los territorios mineros del país
Por medio de buenas prácticas, inversión ambiental y social y el trabajo en conjunto con las comunidades, la industria minera avanza en la regeneración y conservación de las regiones.
La minería colombiana es un sector clave para impulsar la economía nacional. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la explotación de minas y canteras fue la tercera actividad que más aportó al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), del país en el 2023.
La extracción de materiales como el cobre, el oro y el litio también juegan un rol importante en el cumplimiento de las políticas enfocadas en la transición energética y el cuidado del medio ambiente en Colombia. Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), explica que “ese panorama ha llevado a las mineras nacionales a adquirir un compromiso sin precedentes en materia ambiental”.
Para cumplir este objetivo, el sector ha realizado inversiones de 637 mil millones de pesos, en materia ambiental, para que los territorios mineros sean sostenibles, gocen de mayor biodiversidad, maximicen los indicadores del buen uso de las fuentes hídricas y generen beneficios económicos y sociales. La minería formal ha tenido efectos positivos en distintos aspectos del territorio a partir de su incidencia en la estructura de nuevos paisajes, así lo revela el estudio “Transformaciones Territoriales y Minería”, desarrollado por ACM junto a la universidad EAN.
Según la bióloga y rectora de la EAN, Brigitte Baptiste, quien lideró el estudio, los efectos positivos se ven en el largo plazo, gracias a las actividades de rehabilitación de zonas mineras y las compensaciones ambientales que desarrollan las compañías y que favorecen la biodiversidad, el agua, la creación de ambientes o hábitats para las especies, gestión del riesgo climático, el diseño de paisajes con perspectiva generativa y las innovaciones institucionales locales.
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Los proyectos mineros liderados por las empresas que trabajan en el territorio han transformado el paisaje en varias zonas del país como en el bajo Cauca antioqueño, Cesar, Córdoba o La Guajira. Además de la reestructuración de su ecología, lo que ha sido clave para el ordenamiento del territorio, en zonas donde antes predominaban actividades agropecuarias o ilegales, con distintos impactos ambientales.
Además, las perspectivas de mediano plazo del ciclo minero, en conjunto con la gobernabilidad de los títulos que exige la ley, impulsan buenas prácticas en la gestión de los ecosistemas locales, lo que provee espacios y conocimiento para la regeneración del territorio. En medio de estos logros, el trabajo con las comunidades ha sido otra de las apuestas en la transformación de los territorios, pues el relacionamiento con los lugareños ha permitido innovar y construir capacidades para la gestión de cara al cierre de los proyectos o la continuidad de la actividad minera en el largo plazo.
Con estas apuestas, las compañías del sector han rehabilitado, a la fecha, cerca de 6.000 hectáreas de áreas mineras y han realizado actividades de compensación ambiental en alrededor de 20.000 hectáreas, favoreciendo la biodiversidad, la proliferación de los bosques secos, de las agrupaciones de árboles en las riveras de los ríos y la conectividad entre ecosistemas.
A pesar del compromiso con un crecimiento sostenible, los procesos realizados de la mano de las comunidades y la unión de los esfuerzos de los diferentes actores, Nariño fue enfático en la necesidad de combatir la minería ilegal. El líder gremial hace un llamado tanto a los partidos políticos como al Gobierno Nacional a “erradicar estos crímenes contra el medio ambiente e impulsar la minería formal para atraer inversión”.
Contenido elaborado con el apoyo de ACM.