Lina Hinestroza, directora de la fundación AlmaRosa
Lina Hinestroza, directora de la fundación AlmaRosa | Foto: Guillermo Torres Reina

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¿Hay esperanza después del cáncer? Esto descubrió la Fundación AlmaRosa

Lina Hinestroza, directora de la fundación AlmaRosa, explicó las iniciativas que lidera para concientizar a las mujeres sobre la importancia de la detección temprana y una actitud positiva para superar el cáncer de mama.

Redacción Semana
19 de septiembre de 2023

Desde la fundación ¿cómo ayudan al diagnóstico temprano y al acompañamiento de todas las mujeres con cáncer de mama?

Lina Hinestroza: Nosotros generamos conciencia de una enfermedad que si no se puede evitar, sí se puede detectar a tiempo. Para ello, hacemos actividades relacionadas con los gustos y pasiones de las mujeres. Las abordamos de una forma diferente, si les hablamos directamente sobre el cáncer de mama y sus riesgos no vamos a tener la recepción esperada porque nadie tiene en su cabeza ser víctima de esta enfermedad.

¿Qué actividades realizan para motivar a las mujeres a saber sobre esta enfermedad?

L.H.: Hacemos eventos de moda o deportivos como la carrera de las Rosas, cursos de yoga, meditación o gastronomía. Durante estas actividades realizamos el proceso de concientización, les hablamos sobre el cáncer de mama, la importancia del autoexamen y cómo identificar los síntomas de esta enfermedad. Gracias a estas iniciativas logramos que más mujeres tengan un diagnóstico temprano y traten esta enfermedad a tiempo.

¿De qué manera atienden a las pacientes de cáncer de mama?

L.H.: Buscamos dar una atención personal a cada paciente. Para ello, tenemos el programa de acompañamiento donde apadrinamos a mujeres diagnosticadas con cáncer en cualquier parte de Colombia y usamos nuestra experiencia para brindarles apoyo emocional y ayudarlas a llevar el proceso de forma tranquila. Además, las abordamos desde el amor, la empatía y la solidaridad con la intención de fomentar y mantener la esperanza de que van a salir victoriosas de esta situación.

¿Cómo ha sido la experiencia de acompañar a todas las mujeres con cáncer de mama en su proceso?

L.H.: Ayudar a mujeres pacientes con cáncer se ha convertido en mi propósito de vida. Yo atravesé por un tratamiento complicado de muchas cirugías y lenta recuperación, sin embargo el cáncer de mama me cambió la forma de percibir el mundo. Por eso, me levanto todos los días con la convicción de contagiar a más personas a no dejarse decaer por la enfermedad y hacerlas entender que el cáncer solo es un momento de la vida, que es temporal.

¿Cuál es la importancia de la salud mental y el apoyo emocional durante el tratamiento del cáncer de mama?

L.H.: A veces sentimos que con tener un buen oncólogo ya se tiene un tratamiento asegurado, pero la realidad es muy distinta. Cuando una persona tiene cáncer, es durísimo porque de alguna manera tanto la paciente como su familia o sus seres amados sufren y hacen sacrificios para aportar. Entonces, lo que hacemos es acompañar y tratar de generar conversaciones y espacios que les permitan encontrar un poco de paz. Y a entender que esta enfermedad es un regalo mal empacado que empieza a despertarnos, a darnos cuenta de la gran diferencia que hay entre vivir y estar vivo.

¿Qué proyecciones tiene la fundación para el futuro?

L.H.: Queremos seguir creciendo para ayudar a más pacientes con cáncer de mama. Trabajamos para promover más información desde nuestra página y nuevas estrategias para hacerlas sentir más y mejor acompañadas. Deseamos continuar con nuestro objetivo de ser una cadena de amor y una tribu de vida que permita a las mujeres atravesar los momentos más duros del tratamiento de esta enfermedad con esperanza y fortaleza de que todo va a estar mejor.