Volvieron los toros a Bogotá y con ellos el debate de nunca acabar entre taurinos y antitaurinos. En la plaza los tendidos se vieron solitarios, por la poca afición que concurrió a la primera corrida de la temporada. En la calle cientos de manifestantes marcharon desde la plaza de Bolívar para exigir la prohibición de la tauromaquia. Este año no hubo incidentes de orden público, pero como nunca antes la plaza estuvo guarecida por dos mil efectivos de la Policía, más que el público que fue a la Santamaría