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Pasos para bañar a un gato | Foto: 123RF

El baño felino, en 10 pasos

Los gatos se acicalan con frecuencia y logran mantenerse limpios, pero en ciertas ocasiones pueden necesitar de un chapuzón. Si tomas la decisión de hacerlo en casa, estos pasos son claves para que lo logres sin contratiempos.

4 Patas
28 de agosto de 2015

A diferencia de lo que muchos creen, los gatos no son enemigos del baño. Incluso, logran disfrutar de un chapuzón de vez en cuando, lo que llega a convertir este momento en una actividad placentera para el dueño y su amigo felino.
 
El tiempo es un factor vital para tener en cuenta. Aunque la ducha no debe tardar más de 15 minutos, se aconseja contar con, por lo menos, una hora para dedicarle. Es una acción que requiere de paciencia, caricias y mucho cariño; la clave es hacer de esta una experiencia placentera.

Es necesario tener claro la personalidad del minino y las actividades que realiza. No es lo mismo un gato de finca que está siempre en contacto con la naturaleza, que uno de apartamento que, por el contario, no sale mucho y disfruta de la vista y el entorno desde su ventana.

Teniendo en cuenta lo anterior, los veterinarios sugieren que el baño se realice, aproximadamente, dos veces al año. Sin embargo, la frecuencia depende del gusto de los dueños o de los improvistos; por ejemplo, que se haya untado de una sustancia pegajosa o se haya frotado con un olor desagradable. La salud también es un factor determinante, si tu felino tiene problemas de piel es posible que el especialista recomiende aumentar la periodicidad del baño.
¡Al agua!

1.    Ten en cuenta que las uñas del minino deben haber sido previamente cortadas; de esta manera, se evitan rasguños que puedan ocasionar un daño involuntario a los dueños.

2.    Escoge una habitación tranquila y cálida. La probabilidad de que tu mascota se resista y quiera escapar es muy alta, por lo que te aconsejamos cerrar la puerta o cubrir las posibles salidas del lugar.

3.    Utiliza una pila, tina o cubo y llénalo de 7 a 10 cm con agua tibia, preferiblemente entre los 30 y 35 ºC para mantener al peludito confortable.

4.    Ubica todos los elementos indispensables para el baño muy cerca de ti, así los dos tendrán una postura cómoda.

5.    Coloca una toalla en el piso de la ducha, esto le proporcionará estabilidad en las patas, el felino se sentirá confiado al no resbalarse y podrá enterrar las garras en el paño.

6.    Mójalo de las orejas hacia atrás, puede ser con una vasija, vaso o puñados de agua, así la sensación será placentera y nada traumática o incómoda.

7.    Después de que esté bien mojado, aplica el champú con delicados masajes y asegúrate de enjabonar bien todo su cuerpo de una manera rápida, recuerda que son animales muy sensibles al frío.

8.    Enjuágalo con abundante agua y no olvides poner algodón o gasa en sus orejas para evitar la permeabilidad. De igual manera, cerciórate de evitarle el contacto con los ojos.

9.    Al terminar, pon otra toalla en tus piernas y empieza a secarlo con permanentes y suaves frotes, así eliminarás toda el agua de su pelo y al mismo tiempo le proporcionarás calor.

10.    Si es la primera vez que bañas a tu gatico, te recomendamos no usar secador, pues puede resultar muy agresivo para ellos y el ruido les generará un mal recuerdo, por lo que no querrá bañarse nunca más. No obstante, a medida que se acostumbre a esta actividad, puedes introducir paulatinamente el uso del mismo en un nivel de intensidad suave.

Agradecimientos:
Yeison Escobar, estilista veterinario de Guau Petmóvil