¿Por qué mi gato maulla tanto?

Existe un mito sobre los métodos de comunicación felina, según el cual solo hay dieciséis clases de “miaus” y cada uno con un mensaje claro. Esa versión es desmentida por el doctor Gary Witzman, autor del libro Cómo hablarles a los gatos, y presidente de la San Diego Human Society. Witzman dice que podrían existir una docena de maullidos similares e identificables en todos los gatos, pero sin significados si quiera parecidos entre sí, ya que eso depende de la convivencia con cada amo en particular.

Cuando empieza una relación entre un felino y una persona, lo que sucede es que los peludos empiezan a demostrar sus necesidades con diferentes tipos de maullidos. Así, en el momento en que el amo le da al gato lo que estaba buscando, el animal identificará el sonido que sí funcionó para obtener lo que quería y de ahí en adelante lo establecerá como un código de comunicación.

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Te lo explicamos con un ejemplo: supón que tienes un gato nuevo y él hace un maullido largo porque quiere jugar. Como apenas se están conociendo, puede que en vez de darle un juguete trates de alimentarlo. El gato hará un segundo maullido, diferente al anterior, y notarás que no tiene hambre, pues rechazará la comida, entonces intentarás otra cosa. Por ejemplo, palparlo para identificar si está enfermo. Al no obtener todavía lo que quiere, tu mascota emitirá un tercer tipo de sonido y si en ese momento juegas con él –que es lo que buscaba? de ahí en adelante volverá a maullar de la misma forma cuando quiera divertirse.

De hecho, si planeas tener un gato y quieres que no sea muy ruidoso, una buena recomendación es tratar de satisfacer sus necesidades en los periodos en los que no maúlla y evitar hacerle caso si lo hace en exceso. Para esto requerirás de mucha dedicación, pues tienes que intuir lo que tu mascota quiere, pero si logras anticiparte a sus llamados de atención, entenderá que tiene un amo al que no tiene que presionar para obtener lo que necesita.

Los gatos intuyen

En una entrevista, una periodista le preguntó al doctor Witzman si estaba loca por responderle a su gato tratando de imitar sus maullidos como si estuvieran en un dialogo real. La respuesta es no.

Según él, no importa qué tipo de sonidos emita el amo pues animales como los felinos suelen percibir el estado de ánimo y el tono del mensaje que les quieren comunicar sus amos incluso antes de articulen algún sonido, ya sean palabras o ruidos que intenten imitar maullidos. Por supuesto hablamos de mensajes básicos como “es hora de comer”, “no hagas eso”, o “ven aquí”… ten en cuenta que por más que intentes maullar igual a tu gato, nunca lograrás que te diga qué opina sobre tus nuevos zapatos.

Por si no te queda claro qué tantos tipos de maullido puede realizar tu gato, aquí te dejamos una divertida compilación de gatitos y sus ¡miau miau!.