Salud

Huéspedes indeseados

Los parásitos son uno de los problemas más comunes en gatos rescatados. Ya sea que hayas adquirido a tu felino a través de un refugio o que lo hayas encontrado en la calle, ten en cuenta estas recomendaciones.

Guillermo Rico
6 de abril de 2018
Un gato flaco y barrigón es muestra de que los parásitos están haciendo de las suyas. | Foto: iStock

Cuando un gato experimenta abandono está expuesto a múltiples amenazas, entre ellas la alta carga parasitaria. Si bien cualquier felino —a cualquier edad— puede adquirirlos, los procedentes directamente de la calle exhiben mayores problemas de salud.

Los parásitos son enemigos silenciosos de nuestras mascotas. De hecho, se han adaptado tanto a vivir con los gatos que solo se notan cuando la carga es muy alta. Es por esto que una de tus tareas como propietario responsable es mantenerlos a raya.

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Síntomas comunes

Inmediatamente adoptes o rescates un gato, debes llevarlo al veterinario para que él establezca su estado de salud y tome acciones para evitar mayores complicaciones.

Si bien es cierto que los gatos por naturaleza son muy limpios y que se acicalan continuamente, hay condiciones generadas por el abandono o la sobrepoblación que favorecen la presencia de parásitos. Estos son los signos a los que debes permanecer alerta para detectarlos a tiempo:

  • Crecimiento pobre
  • Pelo opaco y sin brillo
  • Bajo peso corporal
  • Falta de energía
  • Diarrea
  • Pérdida de pelo
  • Costras
  • Presencia de pulgas, garrapatas y piojos

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¿Cómo controlarlos?

La desparasitación es una estrategia efectiva para prevenir infecciones y enfermedades causadas por parásitos en gatos. El objetivo es reducir la carga parasitaria a niveles tolerables. Recuerda que un gato nunca va a estar cien por ciento libre de ellos.

En felinos, el tratamiento con antiparasitarios debe iniciarse a las dos semanas de edad. Esto debido a que las larvas de algunos parásitos pueden ser transmitidas a través de la leche materna. Teniendo en cuenta el ciclo de vida de estos agentes indeseados, el proceso debe repetirse cada 15 días, hasta que cumplan los dos meses de edad. Las gatas también deben estar incluidas en la desparasitación que se le hace a su camada.

Estos son los tiempos sugeridos. Sin embargo, siempre es mejor que te asesores con tu veterinario de confianza para que te indique el medicamente ideal y la dosis adecuada.

Edad

Tratamiento

2 meses

Días 15, 30, 45 y 60 de edad

Entre 2 y 6 meses

Una vez al mes

Mayor a 6 meses

Cada 3 meses

Gatas

Antes de la monta

Gatas con camada

Al mismo tiempo que los gaticos

Parásitos externos

Para el tratamiento de problemas de piel asociados a parásitos externos en gatos —como las garrapatas, las pulgas, los piojos y los ácaros—, una de las acciones a tomar es la limpieza a fondo del pelaje y de la piel del felino. Algunos champús comerciales contienen insecticidas que ayudan a reducir la población de estos agentes, pero debes tener mucho cuidado porque los gatos suelen lamerse el pelo cuando está mojado.

El control de parásitos externos mediante el uso de collares antipulgas no es muy efectivo, ya que su acción es muy localizada. Es decir, únicamente matará aquellas que pasen por la zona del cuello de tu peludo, pero las que se alojen en otras partes del cuerpo no serán controladas.

Lo más recomendable es que uses polvos insecticidas o antiparasitarios de aplicación cutánea cuando evidencies pulgas, garrapatas o piojos en el pelo y la piel de tu gato. Muchos de estos medicamentos se aplican sobre el lomo del animal para evitar que los ingiera y se intoxique.

Ten presente que el control de los parásitos externos no solo debe hacerse sobre tu gato, sino también en su cama y en los sitios que frecuenta dentro de la casa. Parásitos como las pulgas pueden alojarse por largas temporadas en las cobijas, por lo que es necesario utilizar productos insecticidas para lavarlas.

Pregúntale al veterinario sobre la conveniencia de complementar la acción de los antipulgas de uso externo con un inhibidor de crecimiento de las pulgas que se administra vía oral. Este tipo de productos, básicamente, detiene el crecimiento de las larvas y disminuye a largo plazo la población de pulgas en el ambiente que compartes con tu gato.

Por Guillermo Rico, Médico veterinario y periodista con maestría en Ciencias Biológicas. Docente universitario, emprendedor y consultor en temas de perros y gatos. Contacto: gricoh@hotmail.com - Twitter: @gricovet

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