Salud felina
¡No más rasguños! Aprende a lavarle los dientes a tu gato
¿Cómo limpiarle los dientes a tu gato? ¿Cuándo mudan de dientes? ¿Cuáles son las enfermedades dentales más comunes? Acá respondemos tus dudas.
Al igual que los humanos, nuestros gatitos necesitan de una buena higiene bucal para prevenir la formación de sarro, la inflamación de las encías y la posible pérdida de sus dientes. ¿Te imaginas a un minino sin su par de colmillos?... Impensable, ¿no?
Aunque limpiarles los dientes parezca una misión imposible, esta es una práctica que los expertos aconsejan hacer al menos dos veces al mes. Los cuidados, además, incluyen llevar al animal una vez al año al veterinario para que se le realice una revisión dental y se evalúe la necesidad (o no) de una limpieza general. Este último procedimiento requiere sedar totalmente al gato.
Una encuesta realizada por la Asociación de Hospitales para Animales de los Estados Unidos reveló que dos de cada tres propietarios de gatos no cuidan los dientes de sus peludos. ¡Así que manos a la obra!
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El cepillado
Lo ideal sería acostumbrar a tu mascota desde muy pequeño a esta rutina de limpieza, pero si no lo has hecho, no te preocupes. Los veterinarios recomiendan comenzar primero con una gasa y pasta de dientes para gatos. ¡Ojo!, la crema dental de humanos es tóxica para nuestros peludos.
La técnica:
- Envuelve a tu minino en una toalla suave, para protegerte de sus garras, como si envolvieras a un bebé.
- Masajea su cabeza y la zona inferior de su boca para relajarlo. Manéjalo siempre con movimientos suaves y cariñosos. No lo obligues; si está muy tenso déjalo ir e intenta diariamente hasta que consigas que se habitúe.
- Rodea tu dedo con una gasa (sin pasta de dientes) y masajea sus dientes y encías. Tienes que ser muy delicado con este proceso, sobre todo al principio.
- Cuando consigas masajear todos los dientes del animal sin que se moleste prueba con la pasta especial para gatos. Suple la gasa por un cepillo para gatos (están diseñados para poner en los dedos), o con un cepillo para bebes (con púas suaves y cortas).
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Foto: ISTOCK
Alternativas al cepillado
En la actualidad existen en el mercado alimentos especiales para ayudar a eliminar la placa dental. Lo importante aquí es asegurarse de que tu minino masque correctamente las bolitas del concentrado. Así, al romper el alimento con cada mordisco, el producto generará fricción con sus dientes y encías, acción que le ayudará a limpiar su boca.
También hay golosinas para gatos pensadas para que el animal las muerda mientras cuida de su higiene oral. Recuerda que estos productos solo ayudan a prevenir las enfermedades dentales, y bajo ninguna circunstancia reemplazan el chequeo anual con el veterinario.
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El cambio de dientes
Al nacer los gatos no tienen dientes, estos aparecen solo hasta los quince días de vida. Como en los humanos los primeros dientes son de leche, o temporales. Los primeros en salir son los incisivos (en frente de la boca), luego vendrán los caninos o colmillos y finalmente los premolares (posteriores). Así para la octava semana de vida ya tendrá toda su dentadura de leche.
El cambio de dientes, o la salida de la dentadura definitiva comienza a las 12 semanas y, por lo general, se completa hacia la número 21.
Enfermedades dentales comunes
- Sarro: acumulación de sales minerales en la placa dental. Síntomas: inflamación de la encía y los tejidos que unen al diente.
- Resorción dental: aparición de una inflamación en los tejidos adyacentes al diente; esta hinchazón hace que poco a poco vayan haciéndose más frágiles, hasta romperse. La raíz se destruye. Síntomas: babeo constante, negación frente al alimento o bien se pueden mostrar hambrientos frente al plato sin llegar a comer.
- Gingivitis: inflación de la encías. Las causas de esta enfermedad son variadas y van desde raíces de dientes que han quedado alojadas dentro de la encía, depósito de sarro, una alimentación inadecuada, infecciones y trastornos del metabolismo. Síntomas: aparición de una zona roja alrededor del diente. Puede haber sangrado y dolor en las encías, e incluso provocar la pérdida de piezas dentales. Debe ser tratada inmediatamente para que no derive en enfermedades más severas.
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