Salud

Gatos en el embarazo: todo lo que debes saber de la toxoplasmosis

El amor que tienes por tu gato puede traspasar fronteras, al punto de considerarlo tu propio hijo. Pero ¿Qué pasa cuando quedas en embarazo y dicen que no lo puedes tener?

Diego Alejandro Mora
27 de febrero de 2017
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La peor pesadilla a la que se podría enfrentar cualquier dueño de una mascota sería tener que distanciarla por un tiempo, no por decisión propia, sino porque el peludito pueda causarle algún tipo de complicación a la salud de las personas con las que convive.

Muchas parejas, especialmente las jóvenes deciden no tener hijos, pero sí una mascota. Cuando los papeles se invierten, se entra en embarazo y es hora de darle la bienvenida a un nuevo integrante de la familia, empiezan las complicaciones y la necesidad de tomar decisiones inmediatas, especialmente cuando hay felinos en la casa.

La toxoplasmosis es una de las enfermedades que te puede transmitir tu gato y que puede generar complicaciones en el  embarazo, por lo que es necesario tomar precauciones, para evitar repercusiones serias.

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¿Qué es?

Una infección que se propaga gracias a la bacteria Toxoplasma gondii, la cual está presente en muchos ambientes. Además, esta enfermedad parasitaria es considerada una Zoonosis, ya que es fácilmente transmisible desde los animales, en este caso los felinos, roedores y aves.

Está presente en todo el mundo, con mayor frecuencia en aquellas partes donde las condiciones de salubridad no son las más óptimas.

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¿Qué dicen los médicos?

Boris Cera, médico pediatra y puericultor, explica que son varias las consecuencias que puede acarrear el que una mujer embarazada sea contagiada con la bacteria Toxoplasma gondii, ya que esta, si bien no afecta en grandes rasgos a los adultos, sí es considerada una patología congénita, es decir, que es transmisible de la madre al feto cuando la infección se lleva a cabo durante el periodo de gestación.   

Pueden presentarse desde abortos, muerte del feto y malformaciones, hasta nacimientos de bebés con ceguera, problemas en el sistema nervioso central, visceromegalia (órganos agrandados) y retardo mental.

Muchas veces la Toxoplasmosis no representa un  gran riesgo para la persona adulta que la presente, dependiendo de la eficacia de su sistema inmune. El tratamiento, dependiendo del caso, debe ser acordado con el especialista.   

¿Qué dicen los veterinarios?

Daniela Peñaranda, veterinaria egresada de la Universidad de La Salle y especialista en homeopatía concuerda en que los gatos son los encargados de transmitir la Toxoplasmisis a las mujeres en estado de embarazo y que todos los problemas que se desprenden de la infección son consecuencia de malos hábitos higiénicos.

Ella asegura que los felinos que se vean contaminados con la bacteria generalmente son asintomáticos, por lo que es difícil esclarecer si son portadores o no. El ciclo se lleva a cabo de manera intraintestinal, por lo que después de un periodo de tiempo es eliminado por medio de las heces. ¡Ojo, es en este punto donde se produce el contagio!.

En las mujeres que estén en cinta, por otro lado, se torna peligroso si jamás han sido infectadas y sus cuerpos no han generado las defensas suficientes para controlar la propagación. Si ya la han presentado anteriormente, los anticuerpos harán su labor y es más complicado que la bacteria logre afectar al feto.

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Se pueden presentar síntomas de gripas leves o puede que no se hagan evidentes, por lo que es tarea de sus médicos tomar las medidas necesarias para instruir a sus pacientes, si es que se han declarado ser dueños de algún animal.

¿Entonces es culpa de los gatos?

¡NO! La culpa es del humano, ya que, dicen ambos especialistas, que el gato se contagie con la bacteria es consecuencia de permitirle salidas en las que puedan cazar roedores y aves que ya sean portadoras del protozoario. También el no tener el plan de vacunas al día y no practicar rutinas higiénicas periódicas puede hacer más fácil la transmisión.

Culpar al animal de propiciar el contagio puede ser precipitado, ya que la Toxoplasma gondii está presente en más lugares de los que te imaginas: en carnes crudas o con mala cocción, frutas y verduras mal lavadas, en la tierra de tu jardín, en parques, en el agua de charcos, ríos y también en la que llega a tu casa por medio del acueducto, así esta haya sido tratada con cloro previamente.

Estas son las precauciones que debes tener en cuenta:

  • Lava muy bien los alimentos que piensas consumir, pues no sabes por dónde han pasado antes de llegar a tus manos.
  • Cocinar bien las carnes también va a prevenir que las bacterias, no solo la Toxoplasma gondii, sean erradicadas.
  • Evita el contacto con aguas estancadas y de lugares donde no sea tratada debidamente.
  • Si tienes gatos, ten mucho cuidado después de limpiar su arenera. Utiliza guantes y lava bien tus manos antes de llevártelas a la boca.

Si estás en embarazo:

  • Extrema las medidas de seguridad al momento de manipular a tu gato y limpiar su arenera. Preferiblemente, pídele a alguien más que lo haga por ti.
  • Ten mucho cuidado al realizar labores de jardinería, pues en lugares con abundante tierra los gatos callejeros o propios suelen depositar sus desechos.
  • Realiza tus chequeos médicos periódicamente y ante cualquier síntoma acude a tu médico especialista.

4 patas te recuerda que lo importante que son tus mascotas para tu vida y la de tus hijos, por eso  te recomendamos, basados en las opiniones de expertos, que no regales mi abandones a tu gato en estas situaciones. La base de tu salud está en la higiene que manejes en tu entorno.