CINE
60 años de la muerte del eterno rebelde
Pocas películas bastaron para elevar a James Dean al estatus de estrella, y una muerte temprana lo convirtió en leyenda.
El año 1955 tuvo como máximo protagonista en el mundo del cine a James Dean, un joven apuesto que conquistó a toda una generación de adolescentes. Dean protagonizó los clásicos Rebelde sin causa, Al este del paraíso y Gigante, pero su leyenda trascendió aún más por su trágica muerte el 30 de septiembre del mismo año. Dean, de apenas 24 años, pereció en su Porsche 550 Spyder cuando se dirigía a participar en una competencia en Salinas, California. Un carro que venía en dirección contraria entró en su carril y no pudo esquivarlo. A su compañero mecánico lo sacaron herido grave pero Dean, quien todavía respiraba tras el impacto, llegó muerto al hospital. Su icónica imagen no ha dejado de darle la vuelta al mundo 60 años después y según los historiadores pocos actores han logrado dejar una huella tan profunda con tan pocas películas. Hoy en día sigue siendo la imagen por excelencia de la rebelión adolescente y de lo que los estadounidenses consideran cool, una figura contestataria que con mucho estilo y una personalidad arrolladora logra convertirse en un rebelde con éxito.