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A Kanye West nuevamente le cerraron la cuenta de Instagram, ¿por qué?
El rapero acababa de recuperarla hace apenas 4 días.
El afamado cantante de rap Kanye West sigue estando en el ojo del huracán debido a que por sus comentarios antisemitas, -es decir, en contra de la población judía-, además de perder varios patrocinios y contratos con diversas marcas, su cuenta de Instagram le fue cerrada hace menos de un mes, pero le había sido restablecida hace apenas 4 días.
Sin embargo, al actor estadounidense le volvieron a cerrar la cuenta por la misma razón en las últimas horas, según se conoció.
Entre tanto, productor perdió 2.000 millones de dólares en un día, como lo admitió el pasado jueves al perder a socios comerciales que pusieron fin a sus colaboraciones luego de que hiciera públicos comentarios antisemitas.
El magnate de la música, también conocido como Ye, ha visto derrumbarse sus lucrativos arreglos comerciales en la industria de la moda con firmas como Gap y Adidas que marcaron distancia tras los comentarios que activistas y parte de la opinión pública calificaron de discurso de odio.
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“Perdí 2.000 millones de dólares en un día. Y sigo vivo. Esto es discurso de amor. Aún te amo. Dios aún te ama. El dinero no es lo que yo soy. La gente es lo que yo soy”, escribió West en un post de Instagram en letras blancas sobre un fondo negro, que recibió más de un millón de likes.
El post menciona a Emanuel Ari, el director ejecutivo de la compañía de entretenimiento Endeavor, quien instó a varias firmas a cortar sus lazos con el rapero. El gigante de la moda deportiva Adidas culminó el martes su relación comercial con West luego de sus comentarios “inaceptables, odiosos y peligrosos”.
Adidas dijo que acabaría con la producción de la exitosa línea “Yeezy”, diseñada junto a West, y pararía “todos los pagos a Ye y a sus compañías”. La decisión debe costarle a Adidas alrededor de unos 250 millones de dólares sólo este año.
West, quien ha hablado abiertamente sobre su lucha con el trastorno bipolar, ha acaparado titulares por sus afirmaciones en público, como en su intento de campaña presidencial en 2020, en la cual terminó apoyando a Donald Trump.
Su insistencia en cruzar límites es un arma de doble filo para sus socios comerciales que se beneficiaron de su popularidad y apariciones en medios pero que ahora corren el riesgo de quedar empañados por su asociación.
Si bien resistieron comentarios anteriores, como cuando West llamó a la esclavitud “una opción”, las cosas comenzaron a empeorar este mes cuando apareció en un desfile de modas en París con una camiseta que tenía impresa la inscripción “Las vidas de los blancos importan” (en inglés, “White Lives Matter”).
La frase es una reacción de grupos de ultraderecha y supremacistas blancos en Estados Unidos al movimiento “Las vidas de los negros importan” (“Black Lives Matter”), que protesta contra el racismo. Después fue suspendido de forma temporal de Instagram y de Twitter por un post amenazante contra la comunidad judía donde usaba una referencia mal escrita de códigos militares.
Esto encendió las alarmas, incluso de su exesposa Kim Kardashian. “Apoyo a la comunidad judía e insto a poner fin a la terrible violencia y a la retórica odiosa contra ellos”, escribió la celebridad sin mencionar al padre de sus hijos.
Durante el fin de semana una pancarta fue colocada en una autopista de Los Ángeles con la leyenda “Kanye tiene razón sobre los judíos”, y “Toca la corneta si sabes”.
El anuncio de Adidas el martes pasado fue seguido por la estadounidense Gap, que dijo que actuaría en seguida “para remover los productos Yeezy Gap de nuestras tiendas”, además de poner fin al portal YeezyGap.com.
West y Gap habían anunciado en septiembre que esta colaboración terminaría, pero Gap había dicho que lanzaría varios productos que estaban en fase de desarrollo. Asimismo, la casa de modas Balenciaga rompió su colaboración con West, diciendo que “no tenía ninguna otra relación o planes para proyectos futuros con este artista”.
El miércoles pasado, Skechers informó que West fue “escoltado” fuera de sus instalaciones por dos de sus ejecutivos en Los Ángeles, a donde llegó sin invitación y con un equipo de grabación.
*Con información de AFP.
