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“La mamertera no me va a querer nunca así yo reviva a Jesucristo”: Abelardo de la Espriella

El abogado penalista sorprendió y agitó las redes sociales con el anuncio de un disco de ópera de su autoría. Asegura que no le importan las críticas y que lo hace sin ningún motivo comercial.

26 de octubre de 2018

Este jueves, el abogado Abelardo de la Espriella se volvió noticia y no precisamente por declaraciones suyas alrededor de un caso judicial. El penalista anunció en sus redes sociales el lanzamiento de su primer sencillo musical.

Se trata de una ópera llamada O’sole mío, que tuvo como productor a Jose Gaviria. Como eran muy pocos los que conocían esta faceta del abogado, en redes sociales aparecieron todo tipo de comentarios, tanto criticándolo como apoyándolo. Esto es lo que dice de la Espriella sobre su disco y lo que lo motivó a grabarlo.

SMANA: ¿Desde cuándo comenzó a cantar?

Abelardo de la Espriella: Desde que tengo uso de razón. La música, de la mano del derecho, de la literatura y del arte,  siempre ha estado. Yo crecí escuchando mucha música en mi casa. Mi padre es un hombre muy musical y digamos que la música italiana siempre fue un referente para mí en mi casa.  Y lo que más me gustó siempre fue la música lírica, por la exigencia vocal que implica ese tipo de interpretaciones. Quienes me conocen de siempre saben que siempre canto en las reuniones familiares, con los amigos, en las presentaciones en privado. A mí toda esa parte de la bohemia musical me encanta.

Ahora, tenía ese sueño pendiente de hacer un disco, pero nada con fines comerciales ni voy a dejar la carrera del derecho ni me voy a dedicar a la música. No, tenía un sueño por cumplir y me parece que las cosas hay que hacerlas y no dejarse limitar.

SEMANA: ¿De joven pensó en que ese podía ser su camino?

A.D. E: No, lo que pasa es que a mí siempre me gustó la música lírica, pero imagínate, un cantante de ópera en Montería es como un cantante de vallenato en Alemania, creo que tendría más futuro el segundo. El ambiente no era fácil. Probablemente si hubiera nacido en otro lado, a lo mejor. La música me llena muchísimo, me llena tanto como el derecho, esa es la verdad.

SEMANA: ¿Usted estudió canto?

A.D. E: Jamás. Soy empírico y para que nos les digan a ustedes -como están diciendo en las redes que todo es un montaje- ahí les va esta para que la tengan. (Canta: “Che bella cosa e‘ na jurnata‘e‘solen‘aria serena doppo na tempesta pe‘ll‘aria fresca”).

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SEMANA: ¿Con quién hizo el disco?

A.D. E: Yo tenía desde hace mucho rato esa idea en la cabeza y quería hacer algo del repertorio clásico italiano, porque es la música que me gusta, porque también soy italiano, tengo ascendencia italiana,  lo llevo en mi sangre, me identifico con la cultura italiana, amo la comida italiana, la gente. Yo tenía claro qué era lo que quería y el concepto. Y dije, ‘necesito un productor que entienda esto’. Cuando me decidí hace un año y medio supe desde un principio que Jose Gaviria era el indicado, porque Jose es un hombre universal, como persona y como productor.  Incluso yo quería cantar el disco un poco más lírico y José me dijo que no, que le bajara unos tonos, para hacerlo menos pretencioso, mas asequible, un poco más pop, que no chocara tanto porque a todo el mundo no le gusta la música lírica.  Y el resultado fue maravilloso, los arreglos geniales. Jose es un productor, un músico, un director extraordinario. Y creo que acerté porque el resultado al final es muy bueno desde el punto de vista musical.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo duró haciendo el disco?

A.D.E.:  Seis meses entre la producción musical y la producción visual porque le hicimos video a cada una de las canciones. Los hicimos en Italia, en la región de Calabria, que es la región de la que vienen mis ancestros, en el sur de ese bello país, y allí hicimos los videos, grabamos un par de temas y nos la gozamos porque al final esto no tiene fines comerciales ni de premios, es un trabajo que se hace con todo el cariño, con toda la pasión del mundo, sin ninguna prevención y buscando nada distinto a divertirnos.  Y divertir a aquellos que quieran escuchar buena música, en medio de tanta cosa, de tanto reguetón, champeta.

SEMANA: ¿Usted ha cantado en público?

A.D. E: Sí. He cantado en público y con artistas amigos muy famosos. Todo el que me conoce sabe que soy musical, que me gusta, que lo disfruto. La música para mí es un oasis en medio del desierto porque mi carrera es muy compleja, llena de incomprensiones, de ataques. La música es un oasis donde puedo descansar tranquilamente.

SEMANA: ¿Qué le han dicho? ¿Ha sido muy criticado en redes sociales?

A.D. E: Hay una cosa que yo tengo clara. La mamertera no me va a querer nunca así yo reviva a Jesucristo. En otras palabras, uno no puede hacer las cosas para agradar al contrario, a quien te critica sin fundamento, al que te desprecia por cualquier razón. Yo hago estas cosas para la gente que me quiere y la gente que yo quiero. Y algunas personas desprevenidas que quieran oír algo de buena música. Por supuesto desde la izquierda recibí toda suerte de ataques sin siquiera oír el sencillo. El centro, la derecha, los amigos y colegas… encantados. Esto es algo refrescante en medio de un país tan polarizado. A mí me place hablar de estas cosas porque estoy en tribunales, en la baranda judicial, en los medios. Esto es agradable. Une y no divide, pero hay gente muy radical que no entra en razón bajo ninguna circunstancia. Pero yo no pretendo que entren en razón porque la estupidez es incurable.

SEMANA: ¿Cómo va a promocionar el disco?

A.D. E: Está en todas las plataformas, en Spotify, en Youtube, en Apple Music. No tengo propósitos comerciales, simplemente quiero que la gente lo escuche y se divierta. Si les gusta bien, sino también. Esta es una democracia. Lo cierto es que yo estoy cumpliendo un sueño. Con eso no le hago daño a nadie. Todo lo contrario. Lo que busco es motivar a otras personas para que no se dejen limitar por parámetros sociales. ¿Quién dijo que un penalista no puede cantar? ¿Quién dijo que un periodista no puede ser pintor? El mundo hoy en día es muy decadente. En la antigüedad una persona hacía muchas cosas al tiempo, de hecho estaba muy mal visto los que solo hacían una cosa. Hay que defender los sueños sin importar el qué dirán. No me importa lo que piensen de mí. Solo me importa cómo me recuerden mis hijos mi familia.  Ellos saben que tienen mi corazón.

SEMANA: ¿Qué le han dicho ellos, su esposa, sus hijos?

A.D. E: Mis hijos están felices. Lucia, mi hija mayor, toca el piano. Sin duda, ya es una gran artista. Para ser un gran artista no hay que llenar escenarios. El artista lleva una impronta. Yo he vivido esta vida como he querido. He tratado de hacer lo correcto. Muchas veces me he equivocado. Pero trato cada día de ser una mejor versión de mí mismo. Me parece que la música nos acerca más a lo que debe ser el ser humano, a lo que deberíamos ser todos.