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Actriz de ‘Yo soy Betty, la fea’ aseguró que por miedo a un director por poco abandona su carrera
Ahora es una de las más reconocidas en la industria y ha participado en varios proyectos.
En el mundo de habla hispana, las novelas creadas en Colombia son unas de las más aclamadas por los televidentes, teniendo en cuenta también a países como México y Brasil.
Ahora, cuando se habla de novelas colombianas, hay un gran consenso en asegurar que una de las más exitosas de toda la historia es ‘Yo soy Betty, la fea’. Esta producción creada por el fallecido Fernando Gaitán incluso fue incluida en el famoso libro de los Récord Guinness por ser la “telenovela más exitosa de la historia de la televisión”.
Fue tanto su impacto que en otros países decidieron hacer otras versiones sobre la vida de Beatriz Pinzón Solano, la brillante economista que logró llegar a convertirse en presidenta de Ecomoda.
Por esta producción pasaron grandes figuras de la televisión nacional, entre ellas: Kepa Amuchastegui, Celmira Luzardo, Talú Quintero, Dora Cadavid, Ana María Orozco, Jorge Enrique Abello, Natalia Ramírez, entre otros.
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Una de las actrices más recordadas de esta producción es precisamente Natalia Ramírez, quien le dio vida a Marcela Valencia, la antagonista de la novela. Ella fue la encargada de hacerle la vida imposible a Betty durante su paso por Ecomoda, pero después, en un ataque de franqueza, reconoció su derrota y decidió irse cuando se dio cuenta de que Armando estaba perdidamente enamorado de Betty.
La anécdota que narró la actriz no se dio precisamente en Yo soy Betty, la fea. Natalia cuenta con una nutrida hoja de vida en la actuación y cuando recién estaba empezando se topó con un director que le hizo sentir miedo. Todo se dio cuando participó en una telenovela llamada Quieta, Margarita, dirigida por David Stivel.
La actriz reconoció que no le fue nada bien con David Stivel. “Yo creo que era como la dictadura, era una especie de dictador que tenía el poder absoluto, en esa época el director tenía el poder absoluto y era el régimen del miedo y el terror. De esa manera, era que trataba a todo el mundo (...) toda la producción vivía bajo el terror de David. Su hijo es una belleza, Mateo es otra cosa”, describió. Natalia Ramírez reconoció que Stivel se comportaba como muchos de los directores de aquella época.
Aseguró que en la época que estuvo en la telenovela ella estaba aprendiendo a actuar, pues lo de ella era cantar. De hecho, explicó que ella llegó a la pantalla chica gracias a su talento para la música, pero las cosas se fueron acomodando en el camino hasta que se le dio de lleno la actuación.
Eso sí, Stivel no la regañaba mucho, pero se desesperaba con ella precisamente por estar dando sus primeros pasos en la actuación. “Yo era muy disciplinada, pero el se desesperaba mucho conmigo porque yo no sabía actuar”, dijo la actriz. Por fortuna, contó con el apoyo de sus compañeros quienes la guiaron en el proceso de Quieta, Margarita. Entre ellos estaban Víctor Mallarino, María Eugenia Dávila y Consuelo Luzardo. “Ellos me agarraban de la manito (...) imagínate si lloro por un comercial ahora imagínate en una escena”.
Era tanto el miedo que sentía por dicho director que pensó en dejar la actuación para no tener que volver a encontrárselo. Por otro lado, recordó un episodio que vivió por cuenta de un comercial en el que iba a participar y se lo encontró nuevamente. Resulta que María Cecilia Botero, quien es la viuda de Stivel, era uno de los rostros del comercial.
Natalia estaba tan aterrorizada de pensar que iba a ser nuevamente dirigida por Stivel que amenazó con no grabar absolutamente nada si él era el director. Cuando le explicaron que no tenía nada que ver con ese trabajo le volvió el alma al cuerpo y se tranquilizó.