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Alejandra Azcárate recordó los ‘sótanos del infierno’ y se refirió al crudo momento que vivió: “No me rodeo de estúpidos”
La artista habló del fuerte episodio que atravesó hace dos años, precisamente cuando su pareja y ella fueron señalados.
Alejandra Azcárate se ubicó como una de las comediantes y artistas más reconocidas de los medios nacionales, debido al trabajo que realizó en su carrera profesional a lo largo del tiempo. Su talento, su personalidad y su contundente humor, la llevaron a ser señalada y criticada por miles de personas, quienes no estaban de acuerdo con sus dichos y opiniones.
Sin embargo, pese a las controversias que la marcaron en el pasado, hubo una que le dio un giro total a su realidad, llevándola a atravesar momentos complejos y difíciles a nivel personal. La comediante, en 2021, terminó vinculada con el escándalo de una narcoavioneta, en el que no tenía nada que ver.
Más allá de toda la polémica y dolor que le causó este tema, Alejandra Azcárate recuerda esta etapa de su historia como un aprendizaje y una reflexión constante, abriendo los ojos con respecto a las personas que la rodeaban. La artista mencionó las enseñanzas que le quedaron y afirma que con este episodio logró ver más allá de lo obvio y entendió quiénes eran los que estaban con ella de forma genuina y transparente.
Recientemente, Alejandra Azcárate concedió una entrevista al programa A vivir que son dos días, de Caracol Radio, donde dialogó un poco sobre su vida. La celebridad detalló cómo se sintió hace dos años tras la polémica, reviviendo lo dicho por ella en “los sótanos del infierno”.
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“Me di cuenta, de la manera más dolorosa que pude haber aprendido esa lección, que no necesito a nadie a mi alrededor… y eso no es una postura pedante. Es la reafirmación total de lo que condensa el amor propio, y creo que uno no puede tener a las personas alrededor por necesidad, sino por voluntad; yo la gente que tengo hoy en día es porque disfruto de su compañía”, afirmó en la charla.
La también actriz puntualizó que esta experiencia fue clave para ver que sus amigos, familia y conocidos eran los que debían estar aportándole lo necesario y lo nuevo para su realidad. Azcárate soltó una pulla y mencionó que no se rodeaba de “estúpidos”, pues sabía perfectamente qué tipo de personas quería tener en su camino.
“No porque necesite nada de ellos, me nutro de cada uno de ellos, porque yo no me rodeo de estúpidos, afortunadamente. Entonces tengo gente aportante, bacana, con buena energía, que siempre está dispuesta a ayudar, que no conoce la envidia, que sirven a los demás y que tienen un sentido del humor satírico, que no se toman nada a pecho, porque no voy con los delicaditos”, agregó.
Alejandra Azcárate fue enfática en que este capítulo de su vida le permitió reconstruirse y reparar todos los daños que le causaron, aprendiendo a valerse de los elementos que tenía a la mano para enfrentar lo que venía.
“Lo vi claramente en los caníbales que salieron a devorarme, no me resistían, llevaban mucho tiempo esperando a que yo pisara una cáscara de banano, se estaban relamiendo los bigotes por poder argumentar por qué me iba tan bien, por qué tenía tanto, por qué era exitosa, por qué a todo le pegaba, por qué cada cosa que emprendía funcionaba y era maravillosa”, indicó, hablando del resentimiento y la envidia que sintió de los demás.
“Yo esos sentimientos en mi corazón no los tengo, nunca los he sembrado, menos ahora y después de lo que me pasó (…) hubo gente que procuró hacerme mucho daño, cogían las fotos de mi perra Mariposa, que es mi adoración, y me ponían que si la perra metía perico. ¿Cómo puede ser alguien tan enfermo?”, agregó, apuntando que su familia resistió todo el alboroto que se generó.