Alejandra Azcárate se sinceró en Instagram y contó “cómo están los sótanos del infierno”

La comediante y presentadora Alejandra Azcárate había pasado un tiempo alejada de las redes sociales luego del escándalo por la avioneta C-90, de matrícula N722KR, que fue encontrada con casi media tonelada de cocaína en el aeropuerto El Embrujo, de Providencia, y que involucró a Miguel Jaramillo, su esposo.

Debido a eso, muchas cosas empezaron a derrumbarse en la vida de la artista, quien señaló que estaba pasando momentos difíciles y llenos de tristeza. Por esto tomó distancia de la vida pública, paró algunos de sus proyectos personales y se tomó un tiempo. No obstante, luego de ese periodo Azcárate reapareció y hace poco sorprendió a sus seguidores en Instagram con una dinámica en la red.

Azcárate decidió abrir una caja de preguntas para responder las dudas de sus seguidores y, quizá, de algunos detractores de ella. En las historias, Azcárate comentó que tenía dos horas libres, por lo que iba a aprovechar para responder dudas: “disparen”, escribió.

Las preguntas que le hicieron a la también modelo estuvieron dirigidas en especial a su vida personal, su estado de ánimo, sus proyectos personales e incluso su peso. La artista no tardó en responder con la mayor sinceridad con la que se ha caracterizado desde que saltó a la fama, y uno que otro chascarrillo y sarcasmo icónico.

La tanda de preguntas inició con la duda sobre a quién admiraba, a lo que respondió que en su vida admiraba a muchas personas, pero que sobre todo a las mamás. Un usuario le preguntó que si le daba gracias a Dios y dijo: “Yo creo que antes le agradecía por cosas puntuales, no sé, beneficios, privilegios... Ahora le agradezco por todo, hasta por lo más simple: estar viva”.

Los usuarios también preguntaron por su inocencia y, a pesar de que no se especificó a qué hacía referencia la pregunta, Alejandra lo tomó por dos lados: “En la vida en general, no; no peco por inocente, creo que soy una mujer bastante sagaz”. Mencionó que si se refería a su inocencia por los acontecimientos con respecto al avión, sí lo era. “Yo no soy sujeto procesal; de hecho, mi esposo tampoco, así que no solo soy inocente, ambos lo somos”.

En cuanto a hijos, reveló que no quiere, sobre todo viendo la situación del mundo actual; además, señaló que para ella eran una responsabilidad enorme. “Ahora más que nunca no solo respeto, sino que considero a los papás. Me parece una responsabilidad enorme”.

Sobre las preguntas relacionadas con su esposo aseguró que no lo había dejado y que tampoco tenía la más mínima intención de separarse; “de hecho, estoy más convencida que nunca de que quiero seguir compartiendo mi vida a su lado porque sé el hombre maravilloso que tengo”, afirmó.

Azcárate también habló sobre las personas chismosas, sobre la fe, sobre sus memes e incluso sobre su peso. La presentadora reveló que había bajado bastante de peso, que normalmente ella pesa 60 kg, pero que actualmente debe estar en 55 kg.

Sobre los chismes, mencionó que “el chisme es un fenómeno sociológico que hace sentir a las personas importantes al saber lo que no les importa. Por eso, si algo me produce consideración es la gente que no tiene vida propia.”

Acerca de los memes, contó que disfrutaba mucho viendo la genialidad que se inventaban de cada situación.

No obstante, hubo una pregunta que llamó la atención de los usuarios: cómo estaban los “sótanos del infierno”, frase que se hizo famosa en su reaparición en redes tras el escándalo, pues así resumió ella los dos meses anteriores. “Ajá. ¿Cómo están los sótanos del infierno?”. Azcárate tomó con buen humor la pregunta y respondió: “Es increíble cómo caló esa frase, es que es muy descriptiva, me encanta”.

A ello agregó: “Los sótanos del infierno, déjame decirte que están fantásticos. Le dejé a ese ‘man’ ese piso barrido, trapeado, encerado, le brillé el trinche, así que hay mucho cupo”.

Por último, aseguró que este jueves 26 de agosto saldrá su nuevo episodio del pódcast “Azcárate al oído” y les dio las gracias a sus seguidores por haberla ayudado a continuar.