Gente
Alina Lozano y Jim Velásquez cuentan en SEMANA su historia de amor: “En redes muchos me dicen que seguro estoy esperando la pensión de ella”
Lo que comenzó como una parodia para las redes sociales se convirtió en una de las relaciones más polémicas del mundo del entretenimiento. Alina Lozano y Jim Velásquez cuentan en SEMANA cómo nació esta historia.
A Jim Velásquez se le iluminan sus grandes ojos color aceituna cuando recuerda el día en que le confesó a Alina Lozano que ya no la veía solo como una mentora y amiga. Se había enamorado. Sucedió hace poco más de un año y después de haberse alejado de la reconocida actriz, “buscando poner en orden” sus ideas. Al final, la citó en un restaurante, la miró fijamente y sacó la valentía que no creía tener: “No me sentía cómodo ocultando más esto”, le dijo.
Alina se sorprendió. Ya había salido con hombres más jóvenes, ninguno tan menor como Jim, eso sí, pero ahora reconoce que nunca imaginó que lo que había comenzado como parodias para redes sociales, hoy la tenga a pocos pasos del altar.
“Pero así es el amor”, dice Jim, bebiendo a sorbos largos una botella con agua en el aeropuerto El Dorado, horas antes de abordar un vuelo hacia Bucaramanga, donde grabará varios contenidos con su novia. Es que ahora son la pareja del momento. Los paran en la calle para pedirles sonrisas y fotos. Y les escriben para confesarles que han sido “inspiración” para otras parejas que también se enfrentan a una gran diferencia de edad como la suya.
En 2021 todo era bien distinto. Alina, una de las actrices más reconocidas del país, daba clases de actuación y apoyaba a nuevos talentos. Talentos como Jim, que con apenas 15 años salió de su pueblo, Puente Quetame, en Cundinamarca, rumbo a Bogotá, decidido a convertirse en actor.
Tendencias
Tuvo miedo de contarlo en su casa. Hijo de comerciantes que no habían pisado una universidad, los Velásquez esperaban que Jim, el hijo juicioso de la casa, fuera el primero en convertirse en profesional. Pero sus padres lo apoyaron en sus deseos de hacerse artista. “Sin importar a lo que me fuera a dedicar, lo único que me pidió mi papá es que lo hiciera de manera profesional”, dice.
Y les cumplió. Jim se graduó de arte dramático de la Universidad del Bosque. Y desde segundo semestre, comenzó a abrirse camino en varios casting. Pronto entendió lo rudo del oficio y más para un joven sin contactos en el medio artístico. Pensó entonces en uno de sus tíos, George Hernández, gran amigo de Alina, quien por esa época estaba conformando un grupo de actores. Jim tenía solo 16 años. Se presentó, gustó, la actriz se ofreció a representarlo y él terminó con algunos personajes en series como Tu voz estéreo, Dios sabe cómo hace sus cosas y Enfermeras.
Obtuvo el diploma poco antes de que comenzara una pandemia que lo obligaría a regresar a Puente Quetame durante año y medio. Después de eso, volvió a Bogotá dispuesto a retomar lo que había quedado en pausa, pero la industria de la televisión estaba intentando levantar vuelo y eran pocas las oportunidades. “En ese momento, pensé que como actor podía hacer otros caminos, no solo en la televisión y empecé a hacer contenidos para TikTok”, relata el influenciador.
El comienzo de todo
La idea de grabar con Alina surgió en medio de un almuerzo con amigos. La actriz lo vio, celular en mano, haciendo uno de sus contenidos. Y ella, curiosa, le preguntó cómo era eso de recrear historias para contarlas en redes sociales. Jim la invitó a improvisar una juntos y entonces grabaron una parodia: ella era una madre cantaletosa; él, un hijo rebelde. Jim hizo lo de siempre: editó el material y lo subió a redes. La sorpresa para ambos fue mayúscula cuando, al día siguiente, se dieron cuenta de que la pieza tenía más de 8 millones de reproducciones.
“No podía creer que un video que habíamos grabado solo por diversión pudiera tener ese alcance y que además uno pudiera ganar dinero con eso”, pensó Alina. Pero, casi sin proponérselo, comenzaron a compartir un video por semana, siempre con el mismo éxito.
Alina empezó a notar que gente joven la saludaba en la calle y le hablaba de los videos que protagonizaba en redes. “Fue revelador porque hoy los jóvenes no ven televisión, solo plataformas. Nunca había tenido ese público”, cuenta la actriz.
¿Y si hacemos contenido de pareja?, le preguntó a Jim y él, divertido, aceptó. “Lo subimos, y en una semana llevaba 20 millones de reproducciones. Era una locura”, cuenta el actor.
Hasta entonces, aclara Jim, la relación de ambos era solo de amistad. “Yo veía a Alina con admiración, como una mujer inalcanzable. Y me encantó su idea de que contáramos historias alejadas del estereotipo de que yo era un mantenido o que ella era mi suggar o algo así. Queríamos mostrar situaciones cotidianas de cualquier pareja, manejado a partir de la comedia”, relata Jim.
Pero los comentarios malintencionados no se hicieron esperar. “Al principio era un choque grande para las personas porque no podían concebir que una mujer mayor estuviese con un hombre joven. Mi mánager me llamó y me dijo que esos contenidos me podían cerrar puertas en el medio por la imagen que estaba proyectando.
Es que los mensajes de la gente eran del tipo: ‘Se quiere aprovechar de la señora’, ‘se está colgando de su fama’, ‘seguramente está esperando su pensión’. Eran críticas y señalamientos duros”, asegura el actor. Alina, que hoy dice estar “por encima del bien y del mal”, se lo tomó con calma. Ya había construido una carrera, le había regalado al país grandes personajes en la televisión. Y la suya no había sido una trayectoria “construida a punta de escándalos”.
“Cuando la gente comenzó a ver nuestro contenido más de fondo, cambiaron la percepción. Ahora nos llegan mensajes de gente que vive relaciones similares a las nuestras y nos dicen: ‘Nos han dado mucha ilusión, tengo un novio mayor y me da miedo afrontarlo, ustedes son mi inspiración’”, dice Jim.
El actor no niega que, a pesar de las grandes conquistas femeninas en muchos campos, aún son un tabú las relaciones en las que las mujeres se llevan mucha diferencia de edad con sus parejas. “Pero es porque hoy día las relaciones suelen ser muy superficiales, por eso cuesta entender que dos personas se amen de verdad, sin importar la edad. Si en nuestros videos mostráramos situaciones en las que ella me mantiene, lo verían como algo normal”.
Pero la relación de Alina y Jim está bastante lejos de eso. “Lo que la gente no ve es la clase de mujer que es Alina. A las mujeres, y en especial a las actrices, las empiezan a hacer a un lado por la edad. Pero ella supo reinventarse, se le midió a otros lenguajes, a las redes. Porque ella es así, empoderada. Una madre soltera que nunca le ha temido a nada”, asegura Jim con orgullo.
Hoy, en medio de los preparativos de su matrimonio, Alina, que se hará “algunos retoques” para el día de la boda, asienta frente a las palabras de Jim cuando dice que él le dio luz y le ayudó a creer de nuevo en el amor. Y le dio hasta un amigo, su hijo, Samuel, con quien se lleva bien y no ha tenido dificultades para asimilar la relación de su mamá.
“Ella, por su parte, me ha dado madurez, me ha ayudado a ponerle foco a mi vida. Muchos me dicen, no te cases, no cometas esa locura. Y, aunque yo quiero estar con ella para siempre, los dos queremos estar juntos el tiempo que nos regale la vida para estar bien, para estar felices. Y con una mujer como ella será fácil: Alina es una mujer increíble”.