GENTE
Amaranta Hank habló de la escena más incómoda que tuvo que grabar: “Me toca parar”
La mujer dejó el cine para adultos en el año 2019.
Para dicha de unos y desdicha de otros, el cine para adultos es una industria que sigue creciendo con el paso de los años. Alejandra Omaña, más conocida por su nombre artístico Amaranta Hank, es una de las actrices del cine para adultos más reconocida a nivel nacional. La mujer nacida en Cúcuta no graba una escena desde el año 2019.
Pese a que la mujer ya no se dedica a este oficio, suele dar entrevistas y hablar sin tabúes acerca de su labor, razón por la que en medio de una entrevista, la mujer contó cuál fue el momento más incómodo y a su vez la mejor experiencia en medio de la grabación de contenido para adultos.
Omaña antes de dedicarse al porno trabajaba como reportera de guerra, haciendo trabajos periodísticos en la frontera entre Colombia y Venezuela, por lo cual recibió diversas amenazas; con el fin de proteger su vida, la mujer viajó a Bogotá, donde se encontró con el mundo de la pornografía y decidió ingresar en él.
En el pódcast Meterse al rancho de Santiago Alarcón, la cucuteña habló que en un principio sus vecinos no aceptaban que ella estuviera en el mundo del cine para adultos; pese a esto, con los años esta imagen cambió.
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“Me acuerdo de que al principio los vecinos estaban muy incómodos con lo que yo estaba haciendo y le hacían el favor a mi mamá de mostrarle los videos como diciendo ‘mire lo que está haciendo su hija’. Pero ahora las condiciones cambiaron. Ahora llego al barrio y me dicen: ‘Hola vecina, la vimos en tal entrevista’”, comentó.
En medio del relato, Alarcón le pidió que contara alguna anécdota que vivió en medio de dicho oficio. Alejandra aprovechó para contar cuál fue el más denso y a su vez el que más disfrutó. La mujer, en medio de su relato, contó que para dicho trabajo tuvo que someterse a varios exámenes médicos y tuvo que estar aislada por un tiempo.
“Había llegado al Festival Erótico de Barcelona que había sido denso pero emocionante. El Festival yo creo que fue las mejores experiencias que he tenido, porque cada productora tiene su grupo de artistas y hay tarimas en donde ellos hacen show ahí, frente a dos mil personas. Éramos un grupo de 17 y durante cuatro días teníamos que hacerlo entre nosotros frente a dos mil personas. Fue una cosa muy bacana porque fue un confinamiento entre nosotros, nos agarran y nos hacen un montón de exámenes para verificar que estábamos limpios de no tener alguna infección de transmisión sexual y no nos dejaban ver a nadie. Hicimos estos shows y fue fabuloso, y me tomaron una de las mejores fotos mías que hay haciendo squirt”.
La mujer también aprovechó para contar cuál fue el momento más incómodo en medio de este oficio, ya que no tuvo empatía y buena comunicación con el actor que tuvo que grabar. Además, contó una incidencia que suelen vivir las mujeres de la industria, pues no paran de trabajar cuando menstrúan, lo que hace más incómodo el proceso y genera más dificultad a la hora de grabar las escenas, pese a esto, mencionó que sus seguidores suelen preguntarle de manera frecuente por la escena que menos le gustó.
“Hubo una escena que la odié completamente porque no había nada de química entre los dos. Aparte de eso, en medio de la escena empiezo a menstruar. Me toca parar, y en pornografía nos toca ponernos un tapón para poder seguir, y ese tapón frena la menstruación, pero también la lubricación. Entonces estaba superreseca con una v**** inmensa, con un man que no me gustaba…”.