Realeza
Andrés, Ana y otros desplazados por la bebé Lilibet en la línea de sucesión al trono británico
La hija de Harry y Meghan, cuyo nacimiento causa revuelo en la realeza, es la octava en la línea de sucesión al trono y relega en el orden a sus tres tíos abuelos.
Lo que hace apasionante las líneas de sucesión de la monarquía es cómo aquellos que un día nacieron en los primeros lugares, poco a poco van siendo desplazados por la inexorable regla de que los hijos mayores tienen el privilegio sobre todos los demás.
Hoy, la línea más importante de la casa real británica es la del príncipe Carlos, quien reinará cuando muera Isabel II, y por eso su nueva nieta, Lilibet Diana, llega al mundo en los diez primeros lugares del orden de sucesión.
Hasta el séptimo lugar todo permanece igual: Carlos, William, George, Charlotte, Louis, Harry y Archie. Pero la inserción de Lilibet en el octavo puesto marca el dramático caso del príncipe Andrés, duque de York y tercer hijo de la reina. Nació como el segundo en el listado, en 1960, y ahora, más de sesenta años después, es desplazado por su sobrina nieta Lilibet al noveno.
Andrés tiene fama de ser el hijo predilecto de Isabel, pero ello no la detuvo a la hora de cesarlo como miembro en funciones de la familia real, en 2019, a raíz del escándalo de su amistad con el pedófilo Jeffrey Epstein.
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Con la comentada llegada de Lilibet también se ven afectadas en sus posiciones las hijas de Andrés, las princesas Beatrice y Eugenie de York, que descienden a los lugares décimo y undécimo.
Ellas son las únicas princesas de sangre de su generación y merecen ese título por ser nietas de la monarca. Su papel ha sido objeto de controversia entre Carlos y Andrés, ya que este último exige para ellas un rol institucional más importante, lo cual se opone a la idea de Carlos de reducir al mínimo el número de miembros de la familia real en funciones cuando suba al trono. Esto significa, en otras palabras, reducir lo que antes se conocía como lista civil, que incluye a los parientes de la reina que reciben un sueldo por representarla en diversos escenarios.
En el puesto número doce de la lista queda August Brooksbank, el primogénito de la princesa Eugenie.
Otro desplazamiento llamativo es el del príncipe Eduardo, conde Wessex, el cuarto y último hijo de la reina. Alguna vez fue el tercero en la línea de sucesión, por encima de su hermana mayor Ana, por ser hombre. Con la llegada de Lilibet, pasa a la casilla decimotercera, en tanto que sus hijos, el vizconde Severn y Lady Louise Windsor, son decimocuarto y decimoquinta, respectivamente.
La princesa Ana también protagoniza un caso típico de los reveses de este juego dinástico. En 1950, cuando nació, era la segunda en la línea. Diez años más tarde fue desplazada al tercer lugar por su hermano Andrés, por ser hombre, de acuerdo con una vieja norma que les daba prevalencia a los príncipes sobre las princesas.
En los últimos años, la reina Isabel se ha visto alegre con el incremento en el número de sus bisnietos, lo cual permite hablar de un baby boom en la realeza británica.
Solo en este año, además de Lilibet, han nacido August Brooksbank, hijo de la princesa Eugenie, quien llegó en febrero. Un mes después, Zara Phillips, hija de la princesa Ana, recibió a su tercer hijo, Lucas Tindall.
Así las cosas, la reina Isabel ya tiene once nietos y completará la docena cuando nazca el primogénito de la princesa Beatrice, quien anunció hace poco su embarazo.
Entre los bisnietos de la monarca y su fallecido esposo Felipe, también están los príncipes George, Charlotte y Louis, hijos del futuro rey William; Isla y Savannah, hijas de Peter Phillips (hijo de Ana), y Mia y Lena Tindall, las otras hijas de Zara Phillips. Archie, el hermano mayor de Lilibet Diana nació en 2019.
Entre ellos, Charlotte es la primera en disfrutar de la abolición de la prevalencia de los hombres sobre las mujeres en la línea de sucesión. Por eso no fue desplazada por su hermano menor, Louis. Si Harry y Meghan tienen un tercer hijo varón, Lilibet tampoco se verá obligada a ocupar un lugar después de él en razón de su sexo.
Los nietos de la reina que aún están lejos de estrenarse como padres son Lady Louise Windsor, de 17 años, y su hermano James, de 13, vizconde Severn, por ser aún muy jóvenes.