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Andrew Tate tendrá detención domiciliaria en Rumania, luego de 3 meses en prisión
Al salir de la cárcel varios fanáticos aguardaban para ver al influenciador.
El polémico ‘influencer’ británico-estadounidense Andrew Tate, y su hermano Tristan, detenidos a finales de diciembre en Rumanía por un caso de proxenetismo, salieron de prisión este viernes 31 de marzo y permanecerán bajo arresto domiciliario, conforme a una decisión del tribunal de apelación de Bucarest.
El tribunal “rechaza la propuesta de la fiscalía de prolongar la detención provisional” y “remplaza la medida preventiva ordenada sobre los detenidos”, por un “arresto domiciliario”, indica la sentencia a la que tuvo acceso la AFP.
Los detenidos son sospechosos de haber engañado a “varias víctimas, incluidas menores” de edad, con fines de “explotación sexual”, particularmente para la producción de películas porno, según la fiscalía de lucha contra el crimen organizado (Diicot).
Los medios de comunicación se agolpaban el viernes a la entrada de la prisión a la espera de su salida. Acompañados de uno de sus abogados rumanos, abandonaron hacia medianoche (21:00 GMT) la comisaría donde llevaban tres meses detenidos, como lo constató un periodista de la AFP.
Los curiosos y fans del famoso y controvertido ‘influencer’ se habían congregado fuera del edificio y lo saludaron con gritos de ‘Top G’ (de mafioso), su apodo en las redes.
Los dos hermanos, Andrew, de 36 años, y Tristan, de 34, se encontraban entre rejas junto a dos presuntas cómplices desde diciembre. Declarándose inocentes, habían denunciado repetidamente su detención prolongada a petición de la fiscalía, la última vez el 22 de marzo.
Sus letrados alegan que se trata de un caso vacío, sin pruebas tangibles, y ha negado que exista riesgo de fuga, argumentando que sus clientes tienen vínculos con el país. Tristan Tate ha sido padre de un bebé nacido durante su detención.
Misoginia, puros y carros de lujo
Con ellos fueron liberadas dos mujeres rumanas, una expolicía y la novia de Andrew Tate, detenidas junto a los hermanos el 29 de diciembre en una vasta operación llevada a cabo tras varios meses de investigación.
Vale recordar que Andrew Tate, boxeador retirado, se dio a conocer como participante del programa de telerrealidad Big Brother (Gran Hermano, en español) en Reino Unido en 2016, pero pronto fue expulsado del concurso tras difundirse un vídeo en el que aparecía golpeando a una mujer.
Entonces se volvió hacia las redes sociales, donde se ha convertido en toda una celebridad monetizando consejos para ayudar a hombres a hacerse ricos mientras hace gala de un ideario machista y desacomplejado.
En la actualidad, cuenta con millones de seguidores, la mayoría adolescentes y jóvenes del mundo anglosajón, fascinados con sus ideas sobre cómo tratar a las mujeres y su exhibición de músculos, puros y coches de lujo.
Andrew Tate es uno de los nombres más buscados en Google
Su perfil fue suspendido en el pasado en redes debido a sus propósitos misóginos, pero su cuenta de Twitter, que actualmente cuenta con 5,5 millones de seguidores, le fue devuelta cuando el millonario Elon Musk compró la plataforma.
Además de esto, Tate enfrentó la censura por parte de otras redes sociales. Este influencer recibió bloqueos y prohibiciones por plataformas como YouTube y Facebook que justificaron sus acciones citando “violaciones a sus políticas de contenido” y acusaciones de “discurso de odio”, mientras que algunos grupos activistas respaldaron la medida.
Sin embargo, Tate y sus seguidores condenaron la censura y negaron tales acusaciones. Critican estas acciones como limitaciones a la libertad de expresión y abuso de poder. Debido a esto, el debate sobre la ética de la censura en redes sociales se intensificó en 2022.
Tate hace énfasis en algunas entrevistas que le realizan, que toda la censura y bloqueos que recibe por las gigantes tecnológicas es debido a que él influye a la generación que más “deben tener sumisa” (los hombres entre los 16 a los 35 años de edad). Sus comentarios promueven la fuerza para dominar la mente, cuerpo, alma y dinero, algo que, según él, no le conviene al nuevo orden mundial.