Música
Andy Rivera revela detalles dolorosos de su depresión y cómo afectó su relación con Lina Tejeiro: “Ha sido un shock conectar con el dolor”
El cantante colombiano de música urbana no niega que es difícil estar bien con alguien, máxime “cuando no se está bien con uno mismo”.
Hace unos pocos días, el reconocido cantante de música urbana y compositor Andy Rivera alarmó a sus seguidores luego de publicar una foto en la que se le ve postrado en la cama de un hospital visiblemente enfermo.
Su propia familia, en medio de las especulaciones que iban y venían en las redes sociales, salió al paso de los rumores y aclaró que la voz detrás de grandes éxitos como Te pintaron pajaritos, Mi decisión y Te perdí había tenido que ser internado desde el pasado 8 de agosto.
Su diagnóstico estaba relacionado con unas dolencias, de las que el propio músico ha hablado sin tapujos: la depresión y la ansiedad.
Estas condiciones de salud lo acosan desde 2021, por los días de la pandemia del covid-19, justamente un periodo en el que se incrementaron exponencialmente los casos de personas con problemas de salud mental. “Nunca pensé en mi vida tener que atravesar por una etapa tan retadora y difícil de entender como la que estoy viviendo”, asegura Rivera, de 28 años.
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Según relata, pese a los altibajos propios de la depresión, ha intentado llevar una “vida normal”. Seguir cantando, creando y hasta enamorándose. Hasta el año pasado, fue muy sonado su romance con la actriz y creadora de contenido digital Lina Tejeiro, pero no niega que es difícil estar bien con alguien, máxime “cuando no se está bien con uno mismo”.
Y lanzó una frase contundente: “Nos merecemos el regalo de sentir, de expresar y de ser, siempre y cuando eso no haga daño a nadie”.
Aunque con sonidos muy diferentes, desde muy chico decidió seguir los pasos profesionales de su padre, uno de los grandes exponentes de la música popular en Colombia, Jhonny Rivera.
Ya por fuera de la clínica esta misma semana, el joven artista se enfrenta a la realidad que experimentan unos 280 millones de personas que, según la Organización Mundial de la Salud, viven con depresión en el planeta: no entender la enfermedad ni por qué, de un momento a otro, sin que algo en apariencia pareciera detonarlo, la vida deja de tener sentido y nada parece producir felicidad.
Dicha afección, en los periodos más agudos, lo obliga a alejarse de los escenarios y no ha sido ajena tampoco para decenas de artistas, algunos de ellos tan atildados como Ariana Grande, Cara Delevingne, Justin Bieber, Lady Gaga, Katy Perry, Demi Lovato, Residente y Alejandro Sanz.
En Colombia, para no ir más lejos, grandes de la música urbana como J Balvin no han ocultado que la depresión y la ansiedad son trastornos más comunes de lo que parecen, pues no distinguen la fama o las profesiones.
“Es algo que me frustra”
Y Andy lo sabe. “Siempre me ha gustado darle una explicación a todo a través de la razón. Por eso, no poder comprender muy bien lo que me pasa ha sido algo que me frustra. Pero siempre Dios, mi familia y los seguidores han estado ahí para darle a todo una explicación, que va más allá de cualquier entendimiento”, dice Andy, nacido en Pereira y que en octubre próximo cumplirá 29 años.
Consciente de que se enfrenta a una enfermedad compleja de descifrar, el artista dice, sin embargo, estar “agradecido” al desafiar lo que llama “un verdadero reto”.
“Lo que he aprendido en todo este tiempo ha sido maravilloso e invaluable”, confiesa el cantante. Sostiene que su mayor dificultad ha consistido en reemplazar los pensamientos negativos que lo asaltan en ocasiones y que lo obligan a encerrarse por días, sin deseos ni siquiera de comer.
“Algunos de esos pensamientos se han ido, otros han demostrado estar ahí más que nunca. Pero la idea ha sido reemplazarlos por unos mucho mejores, aunque no sea una tarea fácil”, revela Andy.
Contrario a lo que muchos puedan imaginar, dice, la fama no es un camino de rosas “ni quiere decir que porque seas reconocido tienes una vida perfecta”.
“He ido entendiendo que no soy mi profesión, no solo soy un artista y ya. Hoy entiendo que, si mañana se acabara mi voz, todavía tengo mi alma, mi ser y mi corazón para ser un gran ser humano, que es lo realmente importante y lo que más aspiro a ser. Solo quiero hacer lo que amo con cariño, sin presión y jamás olvidar quién soy”, expresa Andy, quien comenzó su carrera musical a finales de 2011 con el lanzamiento de su primer sencillo titulado En busca de ella, producido por Pipe Calderón y DJ Kano.
Un año más tarde, Rivera hijo alcanzaría notoriedad en Colombia y otros países con Te pintaron pajaritos, junto con Yandar & Yostin, un tema elegido canción del año en los premios Nuestra Tierra, que ya supera los 70 millones de visitas en YouTube y se convirtió en un éxito en países como Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Venezuela y España.
Desde entonces, ha puesto su voz al servicio de varias colaboraciones igual de exitosas con grandes exponentes del género urbano, como Los perros se enamoran, con Nicky Jam, y Espina de rosa, en compañía de Dálmata. Y su colaboración más celebrada la grabó en 2014 junto con Maluma y Kevin Roldán, Salgamos, que suma hasta el momento más de 368 millones de reproducciones solo en YouTube.
Así, en medio de una carrera en ascenso, la depresión lo sorprendió de repente. “Siempre había sido una persona alegre toda la vida, que no permitía la entrada a los sentimientos negativos a mi entorno. O al menos me hacía el loco, no existían, no quería aceptar esa realidad. Por eso, ha sido un shock conectar con el dolor, con la tristeza. Pero en medio de todo ha sido muy positivo. La gente no sabe lo que he aprendido todo este tiempo”, confesó el pereirano en sus redes sociales.
Por ello es que, tras varios cuadros de depresión, hoy está seguro de que experimentar “el dolor genera mucha empatía. Entonces, si hoy estás pasando un cuadro difícil, uno aprende a mirar un lado bueno también. He aprendido a pensar que cuando salga de esto voy a ser superfuerte”.
Para quienes, como él, experimentan la depresión, tiene un consejo: entender que en este camino hay días buenos y días malos. “No hay que avergonzarse de vivir días en los que te sientes cansado. Porque, cuando no expresamos lo malo, esa maleta se va haciendo pesada y ahí es cuando llegamos a esa etapa de la enfermedad que no queremos”, dice Andy Rivera.
Hoy, Andy está seguro de que la mejor de las terapias es apoyarse y rodearse de los amigos, de la familia y, claro, de los médicos.