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Anna Sorokin, la estafadora rusa que engañó al jet set de Nueva York, salió de la cárcel
Anna Sorokin fue dejada en libertad condicional luego de casi tres años y medio de encierro por haber inventado ser la heredera de un magnate para estafar bancos y a celebridades.
Sorokin acaba de salir libre de la Instalación Correccional Albion, al norte de Nueva York. En mayo de 2019 fue sentenciada a entre cuatro y 12 años de prisión por diseñar un plan en el que fingió ser Anna Delvey, una millonaria heredera alemana que se valió de un supuesto estatus social y económico para sacarles varios miles de dólares de instituciones financieras: estaba apuntándole a un préstamo de 22 millones de dólares para fundar un club privado en Manhattan que albergaría una colección de arte contemporáneo, un bar, un restaurante y una discoteca.
Sin embargo, la verdad es que la estafadora es hija de un exconductor de camiones ruso que en 2007 se radicó con toda su familia en Alemania en donde creó una empresa de calefacción y refrigeración.
Se sabe que antes de cumplir sus 30 años, el pasado 23 de enero, Anna había hecho algunos cursos de moda en Londres y fue pasante de la revista Purple en París. Una vida de fantasía que quiso hacer realidad a como diera lugar.
En mayo de 2020 una corte de Manhattan la declaró culpable de ocho delitos de fraude cometidos entre 2016 y 2017. Durante ese tiempo, un poco menor que un año, logró robar cerca de 275.000 dólares.
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También se dio una vida de lujos: como pretendía ser una diva del jet set, viajó gratis en aviones privados siempre impecablemente vestida de sus diseñadores favoritos Balenciaga o Alaïa. Vivió durante meses en hoteles cinco estrellas de Manhattan como el Parker Meridien o The Beekman, cuyo gerente testificó que Sorokin “se hospedó 16 noches en una habitación de 430 dólares, comía en el restaurante y acumuló una cuenta de más de 11.000 dólares que nunca pagó”.
Se conoce que invitó a su ex mejor amiga, Rachel Williams, editora de fotos de la revista Vanity Fair, a una villa en Marrakech con mayordomo y piscina privada, de 7.000 dólares la noche: “Una extravagancia digna de las Kardashian”, comparó en su momento la fiscal Kaegan Mays-Williams.
Además de la condena, se le había ordenado pagar 200.000 dólares por restitución del fraude, más 24.000 dólares en multas.
Como su historia llamó tanto la atención de la prensa y la industria del entretenimiento, según Insider, el mes pasado ella pudo compensar a sus víctimas gracias a que Netflix le ofreció 320.000 dólares por los derechos de la serie basada en su historia, que ya está escribiendo Shonda Rimes -la misma de Grey’s Anatomy y Bridgerton-, y que protagonizará Julia Garner, estrella de Ozark.
Sorokin logró la libertad condicional por buen comportamiento y esa ventaja legal se puede extender durante 10 años según los registros del Departamento de Correcciones y Supervisión Comunitaria del Estado de Nueva York.
Sin embargo, ella ya está apelando los cargos en su contra. Sus abogados dicen que “el dinero que les debía a los bancos equivale a una disputa civil y no alcanza el nivel de delito”. Ella quiere “limpiar su nombre”, le dijo a AFP su abogada, Audrey Thomas.
Lo que no se conoce aún es si será deportada a Alemania, ya que al momento de su arresto llevaba entre su costosa cartera una visa de turista expirada. Ahora, libre en las calles, ni siquiera puede abrir una cuenta bancaria sin permiso del comité de libertad condicional.
Las cuentas que sí pudo abrir apenas puso un pie afuera de la cárcel fueron las de Twitter e Instagram. Las creó con el nombre de Anna Delvey. En su perfil escribió: “I’m Back” (estoy de vuelta).
Desde allí sigue provocando y aprovechando su fama: ya posteó el comunicado que la oficina de prensa del fiscal de distrito de Manhattan publicó sobre su condena.
“No saben cuán agotadora es la cárcel”, escribió. “Te amamos, eres un ícono”, le respondieron.
Definitivamente, parece que seguirá siendo la reina de la estafa.