“Aprendamos a tomarnos un descanso, a apagar el teléfono móvil”, el mensaje del papa Francisco tras su hospitalización

El papa Francisco hizo su primera aparición pública desde que regresó al Vaticano a mitad de esta semana, después de que pasara 11 días en el hospital Gemelli de Roma tras la operación de colon a la que fue sometido el 4 de julio, la primera cirugía importante desde que fue elegido pontífice en 2013.

El papa argentino, de 84 años, fue operado para extirpar una parte del colon, en una intervención programada y realizada con anestesia general.

Durante su aparición pública, el sumo pontífice hizo una reflexión sobre la necesidad de descansar y “desconectarse”, así como hizo referencia a algunos temas de actualidad.

“Detengamos el frenético correr dictado por nuestras agendas. Aprendamos a tomarnos un descanso, a apagar el teléfono móvil”, dijo el papa Francisco desde la Plaza de San Pedro.

Asimismo, le afirmó al pueblo cubano que está “cerca” de él en “estos momentos difíciles” e hizo un llamado al “diálogo” y la “paz” tras las históricas protestas contra el Gobierno comunista que sacudieron la isla hace unos días, en un mensaje en su tradicional Ángelus en el Vaticano.

“Estoy también cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, especialmente de las familias que más sufren”, dijo Francisco.

“Rezo al Señor para que lo ayude a construir en paz, diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna”, agregó el papa argentino, según la transcripción oficial al español de su mensaje pronunciado en italiano.

Durante sus 11 días internado, el papa siguió la actualidad internacional, envió mensajes de pésame tras el asesinato del presidente de Haití y defendió el derecho de la salud gratuita para todos.

Además de las protestas en Cuba, se refirió a disturbios públicos en Sudáfrica y a las catastróficas inundaciones que se registraron los últimos días en Alemania, Bélgica y Holanda, que dejan un reporte de alrededor de 190 personas fallecidas.

Descanso y viajes

Francisco deberá descansar durante todo julio dentro del Vaticano, ya que no tiene programadas audiencias generales los miércoles ni encuentros oficiales.

El Vaticano había inicialmente anunciado que el papa permanecería “alrededor de una semana” internado en el Gemelli, “salvo complicaciones”, pero se quedó unos días más para recibir un tratamiento de rehabilitación.

Francisco, que tiene una relativa buena salud, sufre una ciática crónica que lo obliga a cojear vistosamente y que le causa fuertes dolores, por lo que en varias ocasiones ha tenido que renunciar a celebrar ceremonias oficiales.

El pontífice tiene programada una serie de viajes al exterior este año, entre ellos uno del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia, con una etapa de pocas horas en Budapest, capital de Hungría.

El jefe de la Iglesia católica asistirá en ese país a la clausura del 52.º Congreso Eucarístico Internacional, una visita delicada, durante la cual se reunirá a puerta cerrada –dijeron fuentes vaticanas– con el ultraconservador primer ministro húngaro Viktor Orbán, controvertido opositor de la apertura a los migrantes y a las personas LGBT.

Si el coronavirus y su salud no lo impiden, en noviembre viajará a Glasgow (Escocia) para la cumbre mundial sobre el clima.

“El santo padre está en buena forma para una persona que ha sido sometida a una operación delicada”, aseguró al margen de una conferencia el doctor Massimo Antonelli, uno de los anestesistas que lo operaron, según la agencia italiana AGI.