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Así fueron las últimas horas de la actriz Silvina Luna: “Ya nada respondía”
Su hermano fue el encargado de tomar la decisión de desconectarla tras estar hospitalizada por varios meses.
La reconocida actriz argentina fue víctima de una bacteria que le contrajo graves complicaciones a su salud y el pasado jueves 31 de agosto, tras una larga e intensa batalla por mantenerse con vida, su hermano, Ezequiel Luna, tomó la difícil decisión de desconectar a Silvina Luna tras ser aconsejado por varios médicos expertos que aseguraban era lo mejor para la mujer de 43 años.
Desde el 13 de junio, Luna se encontraba internada en el Hospital Italiano de Buenos Aires y la última semana antes de su fallecimiento se dio a conocer que tendría que ser intubada nuevamente. Razón por la cual los rumores sobre su estado de salud volvieron a retumbar en las redes sociales.
“El último parte médico hablaba de encefalopatía de origen multicausal a raíz obviamente de su estado, está muy débil. Hay un hermetismo total de parte de la familia en cuanto a que no pueda divulgarse ningún tipo de información”, manifestaron los presentadores del programa Entrometidos en la tarde, programa conducido por Carlos Monti, quien explicó días antes del fallecimiento que las “fuentes oficiales no están pudiendo dar información. El otro punto importante que están dialogando ahora es que Silvina está muy débil aún con kinesiología, aun con apoyo psicológico, aun con nutricionista. Está muy débil”.
Por otro lado, horas después del fallecimiento de Silvina, el presentador Ángel de Brito contó los complicados momentos que vivió el hermano de la actriz tras tomar la decisión de desconectarla. “Fue una decisión muy difícil que tuvo que tomar su hermano, obviamente recomendado por los médicos, que en varias oportunidades se lo fueron planteando, porque era muy difícil para el único familiar directo que tenía Silvina, tomar la decisión sobre la vida de su hermana”.
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Así mismo, De Brito afirmó que los médicos le explicaron las razones por las cuales se debía tomar esa decisión: ”Los médicos se lo tuvieron que explicar un par de veces. Esto no lo hablé con Ezequiel, pero me lo cuenta gente cercana, porque como a cualquiera de nosotros, al principio viene la negación de no querer soltar y tratar de buscar hasta el último segundo alguna posibilidad para que siga con vida. Y de un milagro, también”.
Por otro lado, relató como fueron los últimos momentos de Silvina antes de fallecer, “Ayer (miércoles) cuando la intubaron, le volvieron a decir que no había mucho más por hacer desde la medicina y que era muy difícil que Silvina viviera sin estar conectada a los aparatos. Finalmente, comprendió que era lo mejor para su hermana dejarla ir” y finalizó diciendo que ella “Estaba muy debilitada, con nuevas infecciones. Ayer tomaron la decisión que finalmente se llevó a cabo hoy”.
Las delicadas complicaciones relacionadas con los biopolímeros que sufrió Silvina
Los problemas de Silvina comenzaron en 2011 cuando se sometió a un procedimiento estético. Este fue realizado por el médico Aníbal Lotocki, quien le inyectó biopolímeros en sus glúteos.
Como consecuencia de este tratamiento, Silvina terminó contrayendo una hipercalcemia y una insuficiencia renal.
La modelo peleó legalmente por lo sucedido y llevó el caso a los estrados. Finalmente, Aníbal fue condenado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina.
Silvina necesitaba hacerse diálisis tres veces a la semana, mientras esperaba el trasplante. A principios de junio reveló que ya había empezado su camino hacia aquel trasplante, pero el proceso tuvo que detenerse cuando contrajo la bacteria, la cual finalmente le costó la vida.
“Familiares míos se ofrecieron a donarme un riñón. Todavía falta y no me quiero adelantar. Primero tengo que estar en la lista del Incucai. Una de las personas que se ofreció fue mi hermano, pero a mí todavía me da cosa hablarlo. Yo sé que él está ahí, pero todo depende de muchas cosas”, contó en una entrevista con la periodista Catalina Dlugi.
En aquella conversación reveló cómo era el proceso para conseguir ese trasplante:
“Tengo que hacerme diálisis tres veces por semana. Para entrar en la lista de espera para un trasplante de riñón, antes tengo que vencer una bacteria que está dando vueltas por mi cuerpo. Tengo que pensarlo como un paso a paso... Si pienso en todo lo que tengo que encarar, me agarra una ansiedad bárbara”.