La investigadora que puso a pagar a Shakira

Como bien lo dice el periodista Jesús García, “Hacienda sabe más sobre Shakira que cualquier periodista de corazón”. Sin duda, ese departamento fiscal tiene los métodos y los dientes afilados, pues han armado numerosos procesos a grandes figuras y usualmente logran su cometido. En el pasado han sabido revelar cómo futbolistas de la famosa Liga española tienen que rendir mejores cuentas, y el caso de Shakira sirve para ilustrar por qué.

Básicamente, les siguen los pasos en impresionante detalle. En el caso de la cantante, quien lo hizo fue la inspectora denominada Susana C., quien, según García, “ha reconstruido su vida, ha desnudado su imperio económico y la ha puesto contra las cuerdas por defraudar 14,5 millones”.

Su misión: probar que Shakira vivía en España, no en las Bahamas como lo planteó la cantante, y por eso debía pagar allá sus impuestos. La agente de Hacienda se metió de lleno en la vida de la cantante. “Sabe que Shakira recibía clases particulares de francés, que su profesora de zumba se llamaba Betsie, que iba al peluquero dos veces por semana, que sus gastos en El Corte Inglés, restaurantes y hoteles los pagaban sus asistentas con tarjetas de crédito de American Express. Hasta sabe que, cuando acudía a la clínica Teknon donde dio a luz a sus hijos, lo hacía bajo el seudónimo de Sila Prieto”, comparte García en su investigación, que suma tablas gráficas de los días que Shakira vivió en España y con las que probaron que pasó más de la mitad de año más un día allá, un detalle no menor.

Curiosamente, para estos efectos también fue clave seguir el rastro de la mujer a través de los ojos de sus seguidores. Hasta de tags y ‘etiquetadas’ por donde pasó se sirvió el fisco para probar su punto. En 2011, cuando comenzó su relación con Gerard Piqué, “la ubicaron 60 veces en España, muchas más que en cualquiera de los 37 países del mundo que visitó ese año. Ninguno de ellos, por cierto, era Bahamas”.

La investigadora también desmontó la defensa de Shakira, pues demostró la facilidad con la que se obtienen los certificados de residencia permanente en las Bahamas: “El único requisito para obtener ese certificado es comprar una casa”, y afirma que cuanto más cara mejor, porque —muy al estilo de los países en desarrollo—, “si supera cierto importe, se aceleran los trámites”.

Entre muchos detalles más, que miran hacia los gastos con tarjetas de crédito y los movimientos de sus seres queridos y sus confidentes cercanos, esta investigación revela que el fisco español sabe bien dónde buscar.