ASI LA VIDA ES BELLISIMA
ENtre chiste y chanza la película del actor y director italiano Roberto Benigni está nominada a <BR>siete premios Oscar.
EL director y actor italiano Roberto Benigni por fin le sonó la flauta. Su más reciente
película, La vida es bella, está nominada a siete premios Oscar de la Academia, compitiendo de tú a tú con
producciones de la talla de Rescatando al soldado Ryan y Shakespeare in love, que si bien cuentan con el
reconocimiento de la crítica especializada tienen también a su favor el éxito de la taquilla.
Y aunque La vida es bella no ha tenido la misma acogida entre el público _apenas ha recaudado 18 millones
de dólares en Estados Unidos, una cifra irrisoria en el país de los supertaquillazos_, los especialistas la han
colmado de elogios, conmovidos sin duda por la historia que cuenta sobre la vida de un judío que trata de
proteger a su pequeño hijo de los horrores de un campamento de concentración alemán durante la Italia
fascista de 1939 por medio de chistes.
Esa misma Italia es la que hoy se encuentra de plácemes porque, en un hecho sin precedentes para esta
nación, la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas ha postulado esta cinta en siete categorías: mejor
pe-lícula, mejor película de habla no inglesa _un doblete que no se daba desde 1969_, mejor actor, mejor
director, mejor guión, mejor montaje y mejor partitura dramática.
Aunque, guardadas las proporciones, Roberto Benigni ha sido comparado con Charles Chaplin por su
estilo de relato cinematográfico. Es el típico comediante que sabe llenar los teatros con cintas atiborradas de
escenas y parlamentos que despiertan la hilaridad de la gente. Sin embargo nunca antes una historia suya
había trascendido con éxito las fronteras de su país. Solo La vida es bella, que sigue fiel a su estilo de fábula
cómica, ha colmado toda una existencia dedicada a la pasión del séptimo arte. Veintiocho premios
otorgados en diversos festivales, incluido el de Cannes el año pasado, tienen a Benigni en la gloria.
La idea de hacer este filme nació un día que Benigni _su director, protagonista y productor_ leyó una frase
atribuida a Trostky cuando esperaba que los hombres de Stalin aparecieran para matarlo: a pesar de las
circunstancias tan adversas seguía pensando que "la vida es bella".
La comedia está protagonizada por el propio Benigni, quien además es el autor del guión, y por su esposa, la
actriz Nicoletta Braschi; y ha servido de colofón de una serie de producciones como Johnny Stecchino, The
little Devil y El monstruo, esta última de gran repercusión en su país pero que pasó inadvertida en Colombia.
Sin embargo en Estados Unidos es conocido por sus interpretaciones cómicas en Down by law y Night on
Earth, de Jim Jarmusch; en El hijo de la pantera rosa, de Blake Edwards, y más recientmente en Tan lejos
tan cerca, del alemán Wim Wenders.
Considerado por sus detractores como un payaso más de la cinematografía europea, hoy Benigni ha
alcanzado el cielo con las manos pues el solo hecho de haber sido candidatizado a siete premios Oscar le
tiene garantizado un futuro repleto de dólares, como para morirse de la risa.