Bogotá Fashion Week 2022: un tributo al diseño local y artesanal

Los amantes de la moda, el arte y la cultura se deleitaron con lo mejor del talento colombiano en la quinta edición del Bogotá Fashion Week. Cuatro días de ensueño y sofisticación que lograron cautivar a los más de 19.000 asistentes y enamorar, una vez más, al universo fashionista.

El epicentro de la temática lo abarcó la sostenibilidad en la industria textil, con temas como la igualdad de género, la educación, las artesanías, el consumo responsable, la moda circular y la producción consiente.

Cabe resaltar que la plataforma comercial de promoción para la moda de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) fue la primera pasarela colombiana de 2022 que retomó las actividades presenciales, después de la pandemia.

Ahora bien, el evento que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones Agora, en la capital del país, logró transformar sus espacios en dignos clusters de diseño enfocados en: moda local, street style llevado al interior, conversatorios de conocimiento con grandes líderes del sector, salas de experiencia, pop-up stores, negocios wholesale y, por supuesto, las tan esperadas pasarelas.

Además, por primera vez, presentó el espacio Multimarca de Diseño, una muestra de curaduría impecable compuesta por 61 marcas que actualmente participan en otros espacios de la CCB.

Negocios Wholesale

• Este segmento apuntó directamente al crecimiento de las empresas y a la generación de negocios, desde el mercado local y global.
• Cerca de 50 compradores nacionales e internacionales y las marcas, con sus propuestas de diseño y de producto, tuvieron la oportunidad de interactuar, ampliar su red de contactos y concretar o planear negocio.

Pasarelas del Bogotá Fashion Week 2022

Leal Daccarett

La inauguración estuvo a cargo de la emblemática marca Leal Daccarett, bajo la dirección de sus diseñadores Karen y Francisco, quienes han trabajado constantemente en consolidar su identidad de marca y enaltecerla a lo largo de los años. Esto, sin duda, se ve reflejado en cada colección y está vez, no fue la excepción.

Su pasarela de inauguración, que se realizó en el Palacio de San francisco en Bogotá, y a la cual asistió un grupo muy selecto de invitados especiales, como celebridades, líderes del sector, influencers, periodistas especializados, invitados internacionales, y que cubrió la revista SEMANA; se presentó con la colección El Contento, que resaltó la sinergia entre la ciudad cosmopolita, el glamour de los años ochenta, con un sello original de la marca, que se distingue por ser tropical y sofisticado.

Una mezcla única de colores vibrantes, volumen en los vestidos (muy usual en sus diseños), junto con una variedad de texturas que se entrelazaban en cada modelo que iba recorriendo la pasarela, como flecos, plumas, estructuras geométricas y, como protagonista, el color en todo su esplendor.

Una elevación a la feminidad, la fiesta, lo glamouroso, la élite y el diseño atemporal. Si bien, por medio de El Contento la firma logra resaltar, como usualmente lo hace, su estética y su huella característica con la cual ha conquistado los mercados internacionales y el ojo más crítico de la industria.

Andrés Otálora

El diseñador caleño se ha caracterizado por ser uno de los que más le hace honor a la mujer colombiana, a la elegancia, a las raíces latinas y al folclor local, sin opacar su toque glam.

Su trabajo se ha destacado por sus diseños llenos de flores, estampados, siluetas y estructuras frescas, y a la vez, llamativos y dulces. Con su influencia latina única, que empodera cada vez más a la mujer por medio de sus prendas. Para esta colección expuso vestidos con vuelos, y tonos azules muy marcado, además de turquesa, naranjas, y fucsia.

Por medio de telas vaporosas como la seda y el algodón, con detalles artesanales, plisados y trenzados, linos, ojalillos y el jaquard, hacen la fusión perfecta para evocar a la mujer local inspirada en los majestuosos paisajes colombianos, como punto de partida.

Pre-Fall es una colección inspirada en Colombia, (algo en lo que siempre busca conectar el diseñador), destacando lo más lindo del país, en este caso, la flora.

AZULU

AZULU, la marca familiar y de tradición, que nunca pasa de moda, la que se lleva todas las miradas apenas entra en escena y la que es capaz de enamorar a primera vista, adaptándose como un camaleón a la época actual, sin dejar su sello lleno de historia.

Para esta colección, AZULU quiso transportar a sus espectadores a una utopía moderna inspirada por el sol que recuerda las fiestas de los años sesenta en la era dorada de Hollywood. Con divertidas siluetas llenas de colores vibrantes y a la vez tonos pasteles, prendas versátiles con estampados y un toque de inspiración vintage, junto con festones, delicados flecos, estampados y herrajes que sobresalen en todo el runway.

“Poolside Spring 22″ se convierte en un paraíso tropical, en homenaje a los momentos “junto a la piscina”, que trae de vuelta el ánimo de volver a vestirse sofisticado, chic y contemporáneo en momentos de felicidad. Inspirada en la playa que, sin duda, se respira desde el primer momento de la pasarela, dando la sensación de estar en el mar, porque se siente paz, alegría y la vibra de la arena.

Por esta razón, se pudo ver, incluso, trajes de baño, gafas de sol, bolsos y accesorios muy alusivos al tema. Como si fuera un crucero, la pasarela se inundó de un aura lleno de mujeres fuertes, independientes y glamurosas que saben como imponer su presencia en los días soleados.

Por si fuera poco, al finalizar el desfile, salieron, junto a sus modelos, toda la familia AZULU que incluye a Salomón y Mary Isabel Srour, fundadores de Salomon/AZULU, además, de Maya Memovic y Alex Srour.

Carlo Carrizosa

Carlo Carrizosa, siempre está impactando con sus inigualables pasarelas. Esta vez, presentó la colección Valentina la cual le dio un cierre de oro al último día del Bogotá Fashion Week.

Una elegante, sutíl y delicada puesta en escena que podía llevar a sus espectadores a un mundo paralelo de sofisticación y glamour. Una sinergia que resaltó la mujer colombiana en todos los sentidos, con cada uno de sus detalles marcados por los infinitos hilos de su colección.

Un runway de lujo, un “masterpiece” exepcional y unas prendas llenas de magia, llamativas pero discretas, que enmarcaban las silueta femenina y resaltaban su vitalidad por medio de cortes asimétricos, vuelos, plisados y detalles de alta costura.

Cada paso de las modelos, cada movimiento y el fondo de la canción “Valentina”, lograron culminar con altura una las mejores producciones de esta edición.

Bogotá Fashion Week fue un reflejo de la cultura de unidad y sentido de pertenencia, por un país que sobresale como uno de los mejores exponentes del diseño local en América Latina. Una vez más, la capital colombiana se impregnó de este talento local y le expuso al mundo su valor cultural.