Televisión
Carla Giraldo revela cómo lidió con el sobrepeso y la depresión: “Quiero que conozcan otra versión de mí”
Carla Giraldo se estrenó como presentadora en ‘La casa de los famosos’. Antes de ese reto, confiesa que pasó por una profunda transformación personal y física que la ayudó a encontrarse con su mejor versión.
El nombre de Carla Giraldo comenzó a ser familiar para los colombianos después de su protagónico en Me llaman Lolita, una telenovela controversial en su tiempo, 1999, pues llevó a la televisión una historia de amor entre una adolescente y un hombre mucho mayor, interpretado por Marcelo Cezán.
Carla tenía para ese entonces solo 12 años. Han pasado 25 desde entonces y la vida de esta actriz paisa tampoco ha estado exenta de la controversia. Dos años más tarde de que la fama la persiguiera por su papel de Lolita Rengifo e incluso ganara el galardón como actriz revelación en los Premios TV y Novelas, la joven, tan rebelde como su personaje, decidió abandonar su casa.
Luego contaría que lo hizo llevada por conflictos familiares en el hogar de sus padres adoptivos: el comerciante Manuel Giraldo y su pareja, María del Rosario ‘Charo’ Quintero, estilista y maquilladora –vinculada a través de ese oficio a los sets de grabación y a la programadora Cenpro–, quien falleció hace unos pocos días.
“A mí me adoptaron recién nacida. Mis papás me entregaron a la hora de nacida. Eso es lo que sé, tampoco quise saber mucho más. Siempre lo supe. En ese sentido, mis padres siempre fueron muy honestos”, cuenta la actriz.
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Después, vivió en diferentes lugares en Bogotá, fue trasladada a un hogar de Bienestar Familiar y luego decidió quedarse en la Fundación La Luz, que acoge a jóvenes con problemas de adicción.
Sin embargo, confiesa que no recuerda esa época con dolor: “Todo lo que soy se lo debo a lo que he vivido. Todo eso me enseñó y aún me sigo tropezando y estrellando. La vida es de cal y de arena”.
Pero Carla se esforzó por torcer el destino. Se preparó como actriz y después formó parte de producciones como La otra mitad del sol, Pobre Pablo, Francisco, el matemático, El clon, Cumbia ninja y Las muñecas de la mafia.
Desde el pasado fin de semana los televidentes que la han visto crecer en la pantalla intentan acostumbrase a su nuevo rol: el de presentadora de La casa de los famosos, el reality de RCN y la plataforma de streaming ViX en el que 22 celebridades colombianas se retan en medio de las dificultades de convivir con desconocidos.
Estar en un reality no era algo nuevo para la actriz y empresaria. Carla participó en MasterChef Celebrity, en el que después de una competencia en la que cocinó varias controversias se convirtió en la ganadora de la edición de 2021. Un año después, ante la sorpresa de televidentes y concursantes, repitió su participación.
Fue una experiencia que le dejó un sabor extraño. Por un lado, le sirvió para mejorar su emprendimiento gastronómico, la cafetería El Industrial, ubicada en Cajicá. Pero, por otro lado, le generó críticas de miles de televidentes: “Estar allí me hizo reconocer una parte de mí que sé que no le gustó a mucha gente. Uno siempre quiere mostrar lo mejor, pero a veces salen esas versiones de uno. En ocasiones tan soberbia, tan pasada. Por eso comenzaron a verme como una persona conflictiva. En las redes me decían que era mala persona y, de tanto leerlo, comencé a creerlo”, cuenta la presentadora.
En ese momento, dice, “yo solo creí que estaba siendo divertida, pero luego entendí que había cruzado una delgada línea y que llegué a lastimar a otros con mi forma de ser. Pero luego entendí que hay otra manera de decir y hacer las cosas sin lastimar a nadie”, reconoce la paisa, madre de dos hijos.
Un antes y después
Luego de su paso por el popular programa, la actriz comenzó un largo viaje que la llevó a confrontarse consigo misma. “En un momento de mi vida alcancé a pesar más de 80 kilos, fue después de la pandemia. Ahora peso 54 y lograrlo supuso vivir un duro proceso. Busqué ayuda profesional, psicológica y física. Hice la dieta del amor propio, que es la mejor de todas. No es pensar en el qué dirán, sino en qué quieres tú como persona”, asegura.
Fue una manera, agrega enseguida, “de admitir los sufrimientos que llevaba dentro, entre ellos no tener amor propio”, revela la actriz de 37 años.
Hoy los colombianos la observan, noche tras noche, con una figura delgada y saludable. Lograrlo, sin embargo, no fue fácil.
Aceptar que necesitaba ayuda le llevó tres años. Y mientras tomaba esa decisión, se enfrentó a días en los que “lloraba y lloraba y no sabía qué hacer. Entré en depresión. Un día tomé la decisión de ser feliz y mejor pensar en mí. Hoy en día cuido mucho mis pensamientos, sé a quién dejó entrar en mi vida y entreno una hora diaria todos los días porque me hice muy consciente de mi alimentación”, cuenta Carla.
Ahora asegura sentirse “bien y feliz. Uno es lo que uno irradia y me veo bien porque me siento tranquila y en paz conmigo”.
¿Se hubiera atrevido a participar en La casa de los famosos? Carla revela que habría sido una buena oportunidad para que los colombianos conocieran su verdadera forma de ser: “Juego es juego. Entonces en MasterChef jugué para ganar. Cuando juego, me los llevo a todos. En MasterChef no convivíamos, cocinábamos. Les falta conocer la otra cara de Carla, que no he mostrado. Soy buena para convivir, soy ordenada, buena ama de casa, hacendosa. En la Casa habría planteado un juego diferente y habría sido muy feliz”.