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Carlos Menem: el presidente que echó a su primera dama del palacio por decreto
El fallecido mandatario argentino, casado también con la Miss Universo Cecilia Bolocco, protagonizó la saga de poder, pasión y fortuna que más ha estremecido a Argentina desde la época de Evita Perón.
En buena medida, la Argentina de hoy es lo que es debido al paso de Carlos Saúl Menem por la Casa Rosada, pero también es posible afirmar que él no hubiera alcanzado el estatus de celebridad, de no ser por su colorida vida privada.
Ya cuando llegó por primera vez a la Presidencia, en 1989, su matrimonio con Zulema Yoma estaba bastante resquebrajado.
Ella siempre ha dicho que se casó muy enamorada y que él ha sido el único hombre de su vida, en tanto que Menem renunció a la mujer que amaba realmente, para asumir el matrimonio que le arreglaron sus padres, de ascendencia árabe como los de su esposa.
Según La Nación, de Buenos Aires, se habían separado en 1968, 1983 y 1989, cuando él, necesitado de una futura primera dama, la convenció de acompañarlo en su campaña presidencial.
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En Olivos, la residencia oficial de los presidentes, sus viejos problemas maritales se agudizaron porque Yoma se volvió una fuerte crítica de las privatizaciones, expresión de su tendencia neoliberal, y la corrupción del Gobierno.
Su rebeldía fue tal, que un día le arrojó un pocillo y le gritó que no lo secundó en la política para tal cosa. “Eso me costó la salida”, le aseguró Zulema a La Crítica, refiriéndose a uno de los episodios más bochornosos en la historia presidencial argentina.
Las peleas y los alaridos entre la pareja, según infidencias del personal de Olivos, también eran motivadas porque ella empezó a sospechar que él tenía romances con otras mujeres.
En efecto, Alejandra Padrón y Graciela Alfano (considerada la mujer más bella de Argentina en su momento), confesaron que tuvieron romances con él. También se dice que pasaron por su cama en Olivos, Mónica Guido, Adriana Salgueiro, Nohemí Alan y otras famosas del Río de la Plata.
En 1990, en lo mejor de su popularidad, y harto de su esposa, Menem salió de viaje oficial a Europa, pero dejó firmado un decreto que ordenaba expresamente la expulsión de la residencia no solo de Zulema, sino también de sus hijos Carlos Jr. y Zulemita.
Los Menem se disputaban los grandes titulares de las revistas del corazón y los programas de chismes con Susana Giménez, la vedette nacional por excelencia, pero las fotos de la mudanza de la primera dama y sus hijos, en medio de la peor vergüenza, fueron cuento aparte.
Pese al oprobio, Zulemita pronto volvió con su padre, para oficiar de primera dama (en calidad de lo cual fue anfitriona de personajes como Diana de Gales) y la familia seguiría protagonizando muchos más episodios sensacionales.
Tiempo después de la turbulenta separación y cuando protagonizaba un juicio por corrupción, Menem tuvo un hijo, Carlos Nair, con su amante Martha Meza, pese a que vivía rogándole a Zulema para que rehicieran su matrimonio tras el divorcio.
Luego, Carlos Jr. murió volando en un helicóptero, en lo que oficialmente se dijo que fue un accidente.
Zulema sostiene que fue un asesinato en venganza por los líos políticos de Menem, a quien acusó de desinterés por desenterrar la verdad.
La tragedia ahondó las disputas entre los exesposos. Menem le cortó la ayuda económica a Zulema y acusó a Zulemita de incestuosa, luego de haberla utilizado para hacer “el papelón” de primera dama durante los años restantes de su Gobierno, según las furiosas diatribas que cada tanto lanzaba la exseñora de Menem en su contra.
El matrimonio de Menem con la Miss Universo chilena Cecilia Bolocco, en 2001, mantuvo a Menem y su vida truculenta en las primeras planas de la prensa rosa.
Muy atraída siempre por el poder, la presentadora se valió de su programa La noche de Cecilia, para pescar un buen partido, de acuerdo con Laura Landaeta, autora de Reina de corazones: Biografía no autorizada de Cecilia Bolocco.
“Ella le pidió a su secretaria que le hiciera una lista de mandatarios y de gente del poder que estuvieran solteros o separados”.
El primer intento fue con Alberto Fujimori, el hoy convicto expresidente del Perú, quien en esos días de la década de 1990 era uno de los potentados de Suramérica.
“Keiko Fujimori (hija del mandatario) tiene un carácter muy fuerte, pero es una mujer sensata e hizo entrar a su padre en razón y el romance no prosperó”, afirma Landaeta.
Finalmente, dio en el clavo y tras una entrevista, sedujo a Menem.
Cecilia cristalizó ese anhelo de trascendencia, de ser la esposa de alguien importante.
Pero no hubo final feliz, pues unas fotos de ella en topples y con su amante italiano Luciano Marocchino, desataron el divorcio y, consideran algunos, el colapso de la carrera política de Menem.
De acuerdo con Reina de corazones, Máximo Menem, hijo del político y Bolocco, en realidad no es de él.
Así lo asegura Zulema Yoma, quien cuenta que por la época en que el niño fue concebido, él se había sometido a una operación de la próstata que lo dejó estéril.
Landaeta investigó sobre la fecha y la clínica donde fue atendido y los datos concuerdan.
“Logré confirmarlo no con fuentes anónimas, sino con gente hablando con nombre propio”, explicó la periodista, que ha destapado sonados casos de corrupción en su patria.
La aparición de Cecilia Bolocco marcó un nuevo round en la trifulca de los Menem, pues Zulema cortó cualquier contacto con él y temió que su hija tuviera que compartir la herencia con su madrastra.
Entonces, los abogados le calentaron los oídos a Zulemita diciéndole que, si su padre muriera, podría demandar a Bolocco por bigamia en Chile, pues todavía no había logrado la nulidad de su primer matrimonio cuando se casó con Menem.
A la pelea por la fortuna del exjefe de Estado se unió Carlos Nair, el hijo extramarital de Menem, al igual que Antonella Carla, la hija que Carlos Jr. concibió con Amalia Pinetta.
Zulema y Zulemita se negaron a hacerse pruebas de ADN para esclarecer la paternidad de la niña y exigieron que para ese fin se exhumara el cadáver de su hijo y hermano.
En realidad, las dos mujeres hicieron esta petición con otro fin: Yoma siempre ha creído que el cuerpo que le entregaron no era el de su hijo, sino que sus asesinos hicieron una suplantación para enmascarar el crimen.
Sería la oportunidad perfecta para aclarar sus dudas, pero Menem se les opuso.
Zulemita se casó en 2003 con Paolo Bertoldi, sin la presencia de su padre, y tuvo un hijo, Luca, que se lleva solo unos meses con Máximo, el hijo del político con Bolocco.
Pues bien, el nieto, en palabras de Zulema y de Menem, fue el pretexto para que la expareja dejara sus furias en 2008, cuando se habló de que volverían a casarse, pero ella lo desmintió.
“Nada que ver. Esto no significa el olvido de todo lo que padecí, pero sí el vivirlo con un poco de tranquilidad, porque ya sufrimos demasiado”, dijo Zulema.
Finalmente, Carlos Nair se volvió íntimo de su media hermana y de Zulema.
En 2008, Cecilia Bolocco volvió a Buenos Aires con Máximo para que al expresidente se le cumpliera el sueño de ver juntos a sus tres hijos y a su nieto.
¿El tema que no se tocaba entre Yoma y Menem? El esclarecimiento de la muerte de Carlos Jr., mientras que Antonella sigue siendo la rueda suelta que no se integró a la familia.
Zulema la reconoce como nieta, pero la repudió porque posó desnuda para una revista y la obligó a callarse, apoyada por Zulemita, cuando empezó a aparecer mucho en los medios, acusándola de aprovecharse de su apellido.
En 2018 Antonella reapareció, señalando a su abuelo de haber sido un pésimo presidente, de callar la verdad del asesinato de Carlos Jr. y de “no tener las pelotas para llamar a su nieta”, pues era manipulado por su entorno.
De remate, contó que la tía Zulemita una vez la levantó a trompadas.
A la postre, Zulema Yoma fue quien cuidó a Menem en sus últimos años, cuando se vio aquejado por enfermedades como la diabetes, tratando de cumplir la promesa que se hizo un día: “No les voy a inculcar el odio a mi hija, a Carlos Nair y mis nietos porque a mí me fue mal en el matrimonio”.
Está por verse cuán efectiva ha sido, ahora que viene el reparto de la herencia.
*Con información de la revista Jet-set.