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Cintia Cossio reveló cómo dos fundaciones intentaron estafarla
La creadora de contenido contó todo lo que intentan hacerle gracias a su fama.
Cintia Cossio y su hermano Yeferson Cossio son dos de los creadores de contenido más famosos y exitosos de Colombia, todo por sus videos que dejan ver las bromas pesadas y pasadas de tono que se hacen, y aquellos que muestran el gran corazón que tienen, pues ellos saben muy bien que aunque ganen dinero con contenido banal, también retribuyen a la sociedad algo de la fortuna que la vida y sus disparates les dan.
Por eso Cintia y Yeferson deciden hacer obras de beneficencia y actividades donde ayudan a los menos favorecidos. El paisa siempre muestra todo lo que hace realizando videos emotivos en los que se muestra como un Papá Noel criollo alegrándole la Navidad a niños enfermos de cáncer, o como todo un “salvador” repartiendo comida y abrigo a habitantes de la calle.
Cintia por su parte nunca muestra las buenas obras que hace porque no le interesa figurar por ese tema, pues ya tiene suficiente con el despliegue que le hace su hermano cuando la involucra en sus videos en los que termina, casi siempre, muerta de la ira, gritando, pegándole a Yeferson o incluso llena de todo tipo de cosas, como comida, líquidos y demás.
El silencio de Cintia con referencia a sus obras benéficas le ha permitido ayudar a muchos, pero también la ha puesto en una lugar de vulnerabilidad frente a los amigos de lo ajeno y las personas malintencionadas que se quieren aprovechar de su buena fe y del dinero que gana gracias a sus redes sociales, pues no solo factura gracias a sus videos y fotos, sino también al contenido que realiza en otras plataformas como OnlyFans, donde cobra 23 dólares por suscripción.
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En una de sus apariciones en las transmisiones de Dímelo King la paisa se sinceró y confesó cuáles fueron las dos ocasiones en las que diferentes fundaciones, todas encargadas de niños, intentaron estafarla con mentiras y artimañas, para sacarle más dinero del que la modelo estaba dispuesta a regalar.
“La primera fue un orfanato que iba a ayudar. Me pidió unos muebles en específico… Me dijeron ‘le consignas a este almacén que ellos los tienen listos’. Me pareció raro y yo ‘no, pero mira, estoy trabajando con otros, ellos me pueden ayudar, me hacen una rebaja… Dime qué necesitas y yo personalmente me encargo de todo. Yo te llevo los escritorios’. No quería. Yo tengo asistente y le dije: ‘ve, es que estos quieren esto en específico, averíguame’... Resulta que un almacén de muebles les había dicho que se los regalaban, y a mí me estaban diciendo que consignara”, relató la creadora de contenido.
En ese momento Cintia supo que tenía que estar muy pendiente de quién elegía para ayudar y cómo era el modus operandi de aquellos que solo quería beneficiarse de mala manera de su voluntad de ayudar. Por eso, con la siguiente fundación ella se percató mucho más rápido de la posible estafa en la que iba a caer.
“Esta otra me pareció más heavy, porque me trataron de meter una manipulada increíble. Fui a una fundación a conocer una persona en específico, que una chica de un hogar donde entrenaba me lo dio a conocer… Me pareció embarrada llevarle regalito a un solo niño, entonces pregunté cuántos eran para llevarle a todos. Me dijeron que había 23 y yo misma compré los regalos que ellos necesitaban, pero no fue la dueña de la fundación, fue una chica que no tenía nada que ver, pero quería ayudar”.
Cossio fue a la institución y conoció a la dueña de este establecimiento, quien les cuenta que había llevado a San Andrés a unos niños hace unos años y quería repetir la experiencia con otros infantes que no tenían la posibilidad de conocer el mar. De inmediato Cintia se ofreció a llevarlos, sin embargo, ella siempre tuvo sus reservas con la mujer en cuestión, por eso decidió manejar todo con la chica que en principio la llevó a la fundación.
“A la semana le pedí a la chica la lista de los que irían a San Andrés y no me la quisieron pasar, que era privado… Yo nunca doy dinero directamente, fui a otras fundaciones a dar colchones y pagar arriendos. En septiembre me envía una cotización de unos vuelos para 60 personas… Yo dije que no y nunca fui grosera… La descarada de la fundación me habló a mi número personal y que si no llevaba a los niños, ya ilusionados, le iba a decir a los medios que yo no quería llevar a nadie”, afirmó Cossio.
El asunto terminó en que la señora manipulaba a los niños para que ellos arremetieran contra la creadora de contenido, quien finalmente quiso llevarlos, dándose cuenta de que le habían pasado una cotización de muchas personas, sabiendo que solo eran 20 los niños a viajar, además no era de una aerolínea, sino un correo cualquiera.
Al final Cintia logró demostrar que el viaje no valía 39 millones, sino 24, y encaró a la persona que la quería estafar para después dejar de hablarle y preguntarse si es bueno ayudar a la gente.