CLAUDIA SCHIFFER INC.
Más que una modelo, la Schiffer es una multinacional
Claudia Schiffer sabe que la carrera de una modelo es fugaz y que hay dos maneras de sacarle provecho a la fama: una es gastando todo a medida que se recibe y otra es invirtiendo para cuando pase el cuarto de hora. Como pocas, la modelo alemana de 25 años optó por la segunda alternativa y ha demostrado que su talento no sólo depende de su cuerpo. La Schiffer tiene organizado un equipo de profesionales, inversionistas y consejeros cuya tarea es poner a producir la asombrosa suma de 50.000 dólares (50 millones de pesos) que recibe en promedio al día. Cuando no está modelando, ella misma se encarga de diseñar su propia serie de especiales para la televisión alemana y ha publicado dos libros sobre su vida en el mundo de la moda. Ella es, según el diseñador de Chanel, Karl Lagerfeld, una máquina alemana de negocios. "La idea es hacer la carrera más larga que el modelaje", sostiene Claudia Schiffer. No le gusta decir cuánto gana al año pero los expertos calculan la cifra entre ocho y 14 millones de dólares, tal vez más. Aparte de su trabajo, lo que la hizo famosa y la convirtió en la modelo mejor pagada de la historia fue el contrato exclusivo con la firma de cosméticos Revlon, el cual se estima tiene un valor de seis a 10 millones de dólares al año y, paradójicamente, no es superado por lo que recibe por su profesión. Se calcula que por modelar y posar para portadas de revistas, como Vogue y Elle , recibe de dos a cuatro millones de dólares. Los financieros sostienen que al analizar separadamente sus negocios parecen una serie de pequeñas empresas, pero juntos son un caso digno de estudio. La clave -dice la modelo- es ponerse pequeños objetivos a corto plazo y no correr riesgos. Su código de ética profesional lo conoce muy bien la industria pero no se ha demostrado que sea invulnerable. La supermodelo sostiene que ella no respalda cigarrillos, licor ni marcas relacionadas con alimentos, pero hace unos meses apareció bailando con Mickey Mouse en un comercial de Fanta, por el cual recibió dos millones de dolares. Su más reciente negocio ha sido la producción de cuatro videos de ejercicios con CBS y la inauguración del restaurante italiano Fashion Cafe en el Rockefeller Center de Nueva York, en 1995, junto con otras tres supermodelos, Naomi Campbell, Elle MacPherson y Christy Turlington. Su estilo no es el de la mujer que no sabe qué hacer con el dinero y lo deja en manos de extraños. Para defenderse de los inversionistas rapaces que acostumbran aterrizar cerca de modelos inexpertas y aprovecharse de sus fortunas, la Schiffer tiene varias líneas de ataque en su empresa: al frente está su madre, a quien describe como su perro guardián; en segundo lugar está su agencia de modelaje y en tercero su agente editorial, Aline Soulier, quien la descubrió en una discoteca de Düsseldorf cuando tenía 17 años y los bolsillos vacíos.
Ingresos en 1995
Publicidad Revlon 6 millones de dólares
Modelaje 4 millones de dólares
Especiales de TV 300.000 dólares
Participación en películas 500.000 dólares
Libros 200.000 dólares
Ganancias Fashion Cafe 1 millón de dólares
Videos de ejercicios 500.000 dólares
TOTAL: 12,5 millones de dólares