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“Colombia tiene una industria cinematográfica muy potente”: la actriz Natalia Reyes habla con SEMANA de su nueva película
Actualmente se encuentra en cartelera ‘Mañana antes después’, la nueva película protagonizada por la colombiana, en donde interpreta a la única mujer que sobrevive en un mundo posapocalíptico.
Cuando el guion de Mañana antes después llegó a las manos de la actriz colombiana Natalia Reyes se le hizo una historia absurda: Todo ocurría en un mundo posapocalíptico y su personaje era la última mujer sobre la tierra, quien busca a otros sobrevivientes en compañía de Lobo, un perro abandonado. El reto, en medio de la devastación, era mantenerse a salvo y, como si fuera poco, enfrentarse a un sorpresivo embarazo, tan inexplicable como la razón por la cual sobrevivió al final de los tiempos.
Pero, claro, cuando Natalia lo leyó, el planeta no alcanzaba a dimensionar lo que significaría la pandemia del covid-19, que dejó millones de muertes y contagios y un miedo latente.
Se trata de una nueva producción cinematográfica internacional que protagoniza tras su debut en la industria norteamericana, en 2019, en la última entrega del clásico de ficción, Terminator.
Mañana antes después se enmarca en el género de la ficción y es una coproducción entre Estados Unidos y Canadá, escrita y dirigida por Alfonso Quijada (El Suspiro del Silencio, 2020) y producida por Chad Barager.
SEMANA conversó con la actriz bogotana de este reto profesional y de su trabajo como presidenta, desde diciembre pasado, de la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
SEMANA: Esta película, Mañana antes después, ocurre en un mundo post-apocalíptico, tras una pandemia. Pero, lo curioso es que cuando el guion llegó a sus manos en la cabeza de nadie cabía que la humanidad pudiera vivir un episodio así...
Natalia Reyes (N.R.): Cuando me llegó el guion me pareció completamente absurdo, no pensaba que fuera realmente una cosa posible. Pero, cuando apareció la pandemia y me vi embarazada dije: Hay que hacer esta película. Porque esta esta historia posapocalíptica habla de un mundo que ha vivido una pandemia y cómo una mujer queda en ese mundo absolutamente árido, sola en el planeta. Y además se encuentra embarazada. Y tiene que volverse a reinventar básicamente la vida. Y sabiendo además que tiene una vida que proteger. Es una película que nos cuestiona sobre eso.
SEMANA: Películas y series de televisión con temáticas apocalípticas hay muchas. ¿Qué hace distinta a esta?
(N.R.): El cine es un reflejo de las inquietudes humanas. Creo que lo distinto es que es un reto para mí en lo actoral, pues en la historia estoy completamente sola, únicamente con la compañía de un perro. Realmente, era un reto además rodar una película en medio de una pandemia y con todos estos protocolos que había por el distanciamiento y la cuarentena. Pero la verdad es que todo el equipo de producción fue muy cuidadoso y no tuvimos ningún caso de contagio.
SEMANA: ¿Cómo fue grabar esta película estando embarazada en la vida real?
(N.R.): Imagínate el riesgo que significaba hacer esta película con ocho meses de embarazo, pero así fueron las condiciones; fueron grabaciones de bastante soledad y aislamiento efectivamente, algo muy inusual en el cine. Pero, también con todos los cuidados y protocolos del caso, nos testeábamos día de por medio todo el equipo.
SEMANA: Natalia, ya con la distancia que da el tiempo, que le dejó esa experiencia maravillosa de haber trabajado en Terminator, destino oculto, una película auténticamente de Hollywood. ¿Hay un antes y un después de su carrera?
(N.R.): Lo tengo como un momento muy importante de mi vida y de mi carrera. Siempre valoro esos momentos que te cambian y te generan otra perspectiva. En Colombia, La vendedora de rosas me permitió llegar al gran público. Y en el caso de Terminator, llegar a una producción internacional me ha abierto las puertas del mundo, ya no solo era Colombia o Latinoamérica. Significó abrir mi carrera a Estados Unidos, a otros idiomas. Es una experiencia a la que le tengo mucho agradecimiento.
SEMANA: El suyo fue un caso excepcional. Varios actores latinoamericanos aseguran que Hollywood les abre las puertas a los latinos, pero solo hasta cierto punto. Que la industria del cine no les entrega grandes papeles...
(N.R.): El mundo está cambiando. Siempre se ha dicho que los latinos hemos sido una minoría y no siempre hemos tenido personajes importantes y protagónicos en el cine, o fuera de los estereotipos en los que estamos encasillados. Pero eso ha cambiado, hay muchos más latinos y muchas más mujeres en Hollywood, que se están abriendo paso y no con personajes estereotipados. Es un proceso, no va a ser un tema de un día para el otro. Pero, también creo que se trata de dar cada paso, cada personaje y cada historia que va rompiendo esas barreras invisibles.. Lo que logré con Terminator, protagonizar una película de una gran franquicia, rompe uno de esos techos invisibles de los latinos.
SEMANA: ¿Cree que es lo máximo a lo que podrá llegar una colombiana en Hollywood?
(N.R.): No es el fin, ni es lo máximo a lo que yo puedo llegar, ni es lo máximo a lo que cualquier latina puede aspirar realmente. Hay mucho camino por abrir. Y también muchas industrias que no son necesariamente la de Hollywood. Entonces, todavía hay mucho por hacer. Realmente, lo importante es que hay pasión y mucho talento para lograrlo.
SEMANA: Hablemos de su rol como la nueva presidenta de la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas. ¿Con qué propósitos llega a esta entidad?
(N.R.): Es una responsabilidad gigante porque efectivamente son mis compañeros y las personas que se dedican al cine los que votan para elegir a un director. Fue un gran reconocimiento a mi trabajo, a mi pasión. Soy una vocera del cine nacional y hay mucho trabajo por hacer. Colombia tiene una industria cinematográfica muy potente, muy valiosa, pero que todavía es joven y necesita, en parte, mejorar la conexión con el público, con la audiencia. Una de las metas es esa: conectar con el público colombiano, que el público nacional no dude en ver cine colombiano, que no le tenga pereza y lo apoye. Es un gran reto. Y no va a ser de un día para el otro.
SEMANA: Algunos creen que buena parte del cine que se hace en Colombia está muy pensando para los festivales internacionales, y no precisamente para el público colombiano...
(N.R.): Estamos pensando en muchas estrategias para que esto no pase y que los colombianos podamos consumir nuestro cine y nos sentamos orgullosos. Y pues que no sea solo que hagamos películas maravillosas que ganen todos los premios internacionales. Es un tema complejo porque además hay un asunto sobre la distribución de las películas colombianas, que suelen llegar a las salas de cine con muy pocas pantallas y las dejan muy pocos días. Por poner un ejemplo, una colombiana llega a tres salas de cine, mientras que una como Terminator o una película de acción norteamericana llega con un presupuesto muy grande para hacer promoción, vallas, publicidad. Eso también se debe trabajar.