Los colombianos que comandan la programación del mercado hispano en Norteamérica

La semana pasada, el periodista cubano-estadounidense José Díaz-Balart entrevistó en Telemundo al mexicano Jorge Ramos, comunicador estrella de Univision. Nunca antes, en 30 años, un talento de Univision había sido entrevistado por su competencia directa. Puede ser una coincidencia que este hito se haya dado cuando dos colombianos, Isaac Lee y Luis Silberwasser, están a la cabeza de estas cadenas, pero la televisión en español en Estados Unidos parece estar madurando rápidamente, y en ese proceso varios colombianos protagonizan las decisiones.

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El equipo

Como un talentoso promotor de proyectos, Isaac Lee ha tenido una carrera sorprendente. Empezó como jefe de escoltas de Luis Fernando Jaramillo, canciller de César Gaviria, y muy joven se convirtió en director de Cromos y luego de SEMANA. Posteriormente, creó varias empresas de las que fue ejecutivo con resultados mixtos. Ahora es, según algunos testimonios, el poder detrás del trono no solo en Univision, sino también en Televisa, un paso que demuestra la confianza que se ha ganado. Lee es ante todo un armador de equipos y un gran delegador, y no directamente un operativo. Maneja múltiples actividades simultáneamente y en todas demuestra creatividad.

En 2010 llegó a la cadena como presidente de noticias. Empezó con decisiones cruciales, integró a Daniel Coronell como vicepresidente ejecutivo y director ejecutivo de noticias de Univision, y a Gerardo Reyes como director de la unidad investigativa. Hoy, Lee es director general de contenidos de Univision y de Televisa, le responde a dos pesos pesados, y Coronell asumió la presidencia de noticias de Univision. Sobre Coronell, Lee no se anda con rodeos, en 2014 explicó su lógica: “Elegí a Daniel porque es el mejor periodista que conozco. Así de fácil. Su excelencia periodística es total y sabe de algo de lo que yo no sé mucho: el periodismo televisivo. Uno tiene que saber cuáles son sus deficiencias”.

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Lee ha logrado robustecer y elevar un equipo periodístico que era ya bueno, y además integró la televisión con el departamento digital de la compañía, una estrategia acorde a los tiempos que le ha dado buenos resultados. También dio alas a Fusion: un proyecto en inglés dirigido a los jóvenes hispanos, que, dentro de sus muchas actividades, ha forjado alianza con Netflix para producir contenido original.

Lee sigue tomando decisiones. Acaba de llevarse a Patricio Wills para Televisa. México, después de todo, también está a la espera de una renovación.

El retador

Luis Silberwasser se formó como persona, profesional y líder en medio un verdadero ping-pong. Nació en Estados Unidos, en Cali vivió su infancia y juventud y a los 25 años regresó a Estados Unidos para estudiar Ingeniería Industrial en Georgia Tech. Trabajó unos años en Colombia, y en 1989 se estableció por completo en el norte. Completó un MBA en la Universidad de Harvard y desde entonces solo ha mirado hacia adelante.

Empezó en Procter & Gamble, y de ahí saltó a Discovery Communications, en la que manejó los negocios hispanos del canal y se desempeñó en varios cargos entre 2003 y 2014. Ese año le llegó el momento de la verdad. Telemundo lo nombró presidente, y desde esa posición ha sabido dejar su huella en una cadena percibida tradicionalmente como segundona, encerrada en el cliché del dramón de telenovela. La cadena no ha dejado del todo atrás las temáticas, pues siguen atrayendo al público, pero Silberwasser ha enfatizado en elevar todos los valores de producción.

No se conforma, quiere ser líder del mercado y, en ese proceso, revolucionar. En octubre le dijo a la revista Variety: “Telemundo debe redefinir los medios hispanos y cambiar esa percepción que existe de la televisión hablada en español, que en Estados Unidos se considera todavía un mercado menor”. Para ello, Silberwasser y su equipo le cambiaron la cara al prime time y a la parrilla, introdujeron las ‘superseries’, producciones más cortas que las novelas y presentadas en varias temporadas. Los ratings no mienten, y para el último cuarto de 2017 ya superaba a su competidor en varios de los horarios clave y de las demografías más interesantes para los anunciantes.

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Como si no hubiera razones para el optimismo, Telemundo estrenará este año unas instalaciones impresionantes. Costaron 250 millones de dólares, están casi listas y llevarán al canal al futuro con una planta física a la altura de los retos y del visionario al mando.

Las ideas

A veces la vocación encuentra al hombre. Patricio Wills no fue un alumno destacado y escogió estudiar arquitectura, pero hace poco más de 40 años entró a la televisión cuando Fernando Gómez Agudelo (su mentor, figura paterna y amigo) le preguntó si sabía algo de televisión. Como contó a la revista Diners, Wills le respondió que no tenía idea de cómo encender una, y eso lo convirtió en un perfecto candidato.

Así, Wills entró a RTI y nunca miró hacia atrás. En esa programadora asumió la misión de reemplazar a una institución como Bernardo Romero Pereiro. Lo logró y construyó su propio legado, pasó de empleado a socio y se convirtió en uno de los productores de televisión más exitosos que ha tenido el país. Wills dio luz verde a series y telenovelas como Don Chinche, Los cuervos, ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, Cuando quiero llorar no lloro (‘Los victorinos’), y más recientes como Sin tetas no hay paraíso y Pasión de gavilanes. Capoteó varias crisis, se reinventó y fue clave en exportar la televisión colombiana al mundo.

La semana pasada aceptó la oferta de Isaac Lee y se convirtió en productor de contenidos de Televisa. El cargo le cae como anillo al dedo; estará al frente de la supervisión de talento, el desarrollo y producción de los contenidos que realiza la cadena mexicana para televisión abierta y paga. “Mi grano de arena será actualizar y darle un tono contemporáneo a la maravillosa televisión que desde siempre ha hecho. Estoy lleno de ganas y retos”, aseguró al portal Produ.

Poderosa

Por su recorrido, no sorprende que Apple haya contratado a Angélica Guerra para el servicio con el que le competirá de tú a tú a cadenas de televisión y de streaming. Su talento no fue ajeno a la empresa tecnológica, y tampoco a la publicación The Hollywood Reporter, que desde 2013 la ha incluido varias veces en su lista de las 25 mujeres más poderosas en la televisión global.

Guerra seguirá impulsando contenidos, ideas y proyectos, el rubro en el que se ha hecho indispensable. Hasta hace poco fue vicepresidenta sénior y directora general de Producción para América Latina y Estados Unidos hispano de Sony Pictures Television, y ahora es la jefa de programación para América Latina de Worldwide Video, la división de Apple para crear programación original. Entre sus éxitos más grandes en el escenario internacional, producto de su olfato y capacidad de formar alianzas exitosas, se destacan Blue Demon, El comandante, Metástasis –la versión hispana del premiado drama Breaking Bad– y también varios realities adaptados exitosamente al mercado latino.

Guerra labró su ruta desde Colombia. Se graduó de la Universidad Javeriana y cursó una maestría en la Universidad de Nueva York. Trabajó como financiera en Tepuy (hoy Telemundo), también en Caracol Televisión y en el canal GenTV.

Después de mucho producir, reveló a la publicación estadounidense su sencilla fórmula: “Ver series, tomar vino y hacer pilates, no necesariamente en ese orden”. Y parece funcionarle bien. En una entrevista reciente señaló que en 2017, bajo su mando, se generaron 1.100 horas de contenidos: “Entre producciones por encargo, coproducciones, ficciones, entretenimiento y lo hecho en México y Colombia, ha sido un año increíble”. Y lo que queda, lo mejor, está por venir.