Música
Daddy Yankee dice adiós a su carrera. ¿Cuál es su legado tras ser incluido en la Biblioteca del Congreso de EE. UU.?
Su canción Gasolina ingresó al Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, convirtiéndose en el primer tema de reguetón que se suma a esta exclusiva lista.
Después de 32 años de carrera musical y de ser uno de los pioneros de un género que se creía pasajero, el reguetón, Daddy Yankee dice adiós a su carrera musical. “Me di cuenta que necesito vivir”, aseguró el artista puertorriqueño, que en los últimos años se ha dedicado a apoyar nuevos talentos de esta expresión musical que el mundo conoce como música urbana.
Y no se despide de cualquier manera. Su canción Gasolina ingresó al Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, convirtiéndose en el primer tema de reguetón que se suma a esta exclusiva lista.
Lanzada en 2004, en medio de la polémica, por su baile sensual y su letra, para esta biblioteca se trata de un referente del género urbano y uno de los grandes éxitos en la carrera del boricua. Un lugar que Yankee comparte con artistas de la talla de Madonna.
Su retiro definitivo de los escenarios lo da con 46 años y un legado de peso: hace tres décadas fundó un movimiento que muchos creían “sería una moda pasajera” —como confiesa el artista—, pero que hoy representa la identidad de la música urbana latinoamericana.
La historia es así: Ramón Luis Ayala, nombre de pila de este hijo de Villa Kennedy, en Río Piedras, Puerto Rico, bautizó el género que hoy se baila y canta en todo el mundo fusionando las palabras “reggae” y “maratón”, esta última el nombre de las fiestas que se hacían en la isla en los 90, en las que durante toda la noche sonaba reggae en español, con canciones de Jamaica y Panamá.
Fue el comienzo de un fenómeno musical, el “reggae maratón”, que vio la luz en 1991. Pasaría muy poco tiempo antes de que productores de Puerto Rico, como Dj Playero, Dj Negro y Dj Nelson, mezclaran estos ritmos con letras callejeras que reflejaban la vida de los barrios populares. Con ellos nacería “underground”, como se llamó al género antes del término “reggaetón”, de la mano, claro, de Daddy Yankee y otros artistas como Vico C y Big Boy.
Pocos sospechaban que ese ritmo pegajoso y de pasos sensuales se extendería como un virus por toda Latinoamérica. Y en parte ese ‘contagio’ se daría con Gasolina, el primer éxito de Yankee que lo dio a conocer en todo el planeta. Desde entonces, es el Big Boss del movimiento de la música urbana en Latinoamérica.
El mito Daddy Yankee
El nombre que le ha dado fama mundial al Big Boss nació haciendo lo que mejor le sale: fusiones.
“Daddy proviene de mi rapero favorito, Big Daddy Kane. Y, pues, es una palabra que además significa padre en español. Yankee es un homenaje al equipo de béisbol del que siempre he sido fan. Y en Puerto Rico también le dices yankee a una persona que consigue sus logros, ese el origen del nombre”, contó el artista en entrevista con SEMANA.
El Cangry, como también lo conocen sus fans, acumula siete álbumes de estudio en sus 33 años de carrera (No Mercy, El Cangri.com, Barrio Fino, El Cartel The Big Boss, Mundial, Prestige, Legendaddy), pero nadie duda de que ha sido la mayor influencia de los reguetoneros que llegaron después a conquistar este género.
Se retira de los escenarios luego de vender más de 30 millones de copias y obtener las más importantes distinciones para un artista de su tipo: cinco premios Latin Grammy, ocho Billboard de la Música, treinta Billboard de la Música Latina, cuatro Latin American Music Awards (incluido el Premio Ícono), diecisiete galardones Lo Nuestro y un MTV.
No siempre fue así. Antes de abrazar la música, quiso ser beisbolista. De hecho, alcanzó a presentarse en varias pruebas para ingresar a las grandes ligas. Y ese hubiera sido su camino, de no ser por una bala perdida que lo hirió gravemente en la cadera mientras hacía una pausa de la jornada de grabación de un disco. Afuera, las pandillas de su natal Río Piedras se disputaban el territorio.
“Eso significó un antes y después en mi vida. Antes de eso no pensaba en la música como una carrera en serio, en verdad soñaba con ser deportista, como hacían muchos otros jóvenes en esa época; fue un adicto del barrio el que me sacó de allí y logró salvar mi vida. Pero recuperarme me tomó más de año y medio”, cuenta Yankee.
Sería en esos largos meses de recuperación que Big Boss comenzaría a hacer las primeras composiciones que serían la semilla del reguetón. Grabaría luego el cassette 34 de Dj Playero y “utilizaría por primera vez la palabra reggaetón, que luego otros exponentes adoptarían. Pero nadie se imaginaba que eso que grabábamos casi artesanalmente, en la sala de la casa, se convertiría en fenómeno mundial”.
Como siempre quiso ir por más, invirtió todo su dinero en grabar su disco Barrio Fino. Pero, “poco tiempo después de concluirlo, me di cuenta de que las canciones fueron pirateadas antes del lanzamiento. Fue una pesadilla”.
Frustrado, Yankee pensó en dar un paso al costado en la música e intentó estudiar contabilidad y administración de empresas. Pero una llamada transformó esos planes.
Al otro lado de la línea le contaban que su álbum había vendido 200 mil copias en apenas dos semanas. En ese momento, sin embargo, no imaginaba que Barrio Fino acabaría convertido en el álbum más vendido con más de tres millones de copias.
Ese fue el mayor jonrón de su vida. Ramón Luis Ayala se convertía así en Daddy Yankee. Nacería su flow. El resto es historia.
El rey midas del reguetón
El 12 de enero de 2017 el mundo escucharía por primera vez el sencillo Despacito en dos voces conocidas: Daddy Yankee y Luis Fonsi.
“Pasito a pasito, suave suavecito...”. Los dos puertorriqueños habían creado la que aún es considerada la canción latina más importante de la industria de la música, con más de con 7.9 billones de reproducciones en YouTube.
Era un coqueteo de Luis Fonsi, hasta entonces un exponente de la música pop, con el reggaetón, un ritmo al que se venían sumando cada vez más artistas.
El éxito insospechado de esta canción confirmó lo que ya era un secreto a voces en la industria: Daddy Yankee era una suerte de rey midas del reguetón.
“Y fue la demostración definitiva de que eso que creían iba a ser una moda pasajera, era en realidad un movimiento de fuerza mundial. Una manera de cantar, de expresarse, de toda una generación. Despacito es el mayor hito de la música latina y una confirmación de que el reguetón había llegado para quedarse”, está seguro Yankee.
Para él representa el triunfo de una virtud que dice haber cultivado a lo largo de toda su carrera, la disciplina. “Disciplina significa una mente entrenada que controla tu vida. Si tú tienes disciplina, triunfarás en todo”, dice Yankee, quien confiesa en que sus tres décadas de vida artística ha conocido a artistas “incluso más talentosos que yo, pero que no tenían disciplina y se perdieron en drogas y alcohol y despilfarraron su dinero”.
Hoy El Cangry se retira de los escenarios con su propio sello disquero, El Cartel Record, pero la satisfacción de haberle entregado al reguetón una identidad.
Sabe bien que fue quien despejó el camino: sus giras arribaban a países en los que el reguetón era apenas un rumor. Llegaba a las entrevistas con los discos de sus colegas para mostrar que el reggaetón era todo un movimiento con voces talentosas que apostaban por ese ritmo que se hizo música en las salas de los barrios populares de Puerto Rico.
Yankee puso al reguetón en el mapa de la industria y ahora se va con la satisfacción de haberle dado gasolina y mantener encendida una llama que no cesa.