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Brayan Fernández
Brayan Fernández | Foto: Foto: Twitter @margaritag09 (Margarita Guerra)

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De futbolista a mensajero: la historia de superación de un joven colombiano

Pese a las circunstancias, Brayan Fernández se mantuvo firme y ahora continúa trabajando por alcanzar su sueño.

22 de abril de 2021

Esa es la historia de Brayan Alexis Fernández, un destacado futbolista del club Leones, un equipo de Itagüí municipio de Antioquia, quien, en el 2014, a la edad 22 años, estaba en un muy buen momento de su carrera deportiva, tanto así que estaba realizando los trámites para incursionar en el fútbol europeo.

De acuerdo con la historia, reseñada por el diario El Tiempo, para esa época el joven deportista conoció a Margarita Guerra, su actual esposa, quien, para la época, se desempeñaba como ejecutiva de una de las empresas más grandes del Grupo Empresarial Antioqueño. Desde ese momento, ella ha acompañado a Fernández tanto en los momentos buenos, como en los malos.

Uno de estos últimos fue el que vivió el futbolista en marzo del 2014, cuando la Dimayor le impuso una sanción de dos años tras dar positivo en un control antidopaje que le realizaron finalizando el año 2013. “Estábamos muy unidos y llevábamos un noviazgo muy tranquilo hasta lo del dopaje”, señaló Margarita al mismo medio.

Como consecuencia de esta sanción, y pese a ser una de las figuras en el club deportivo al que pertenecía, según relató la esposa de Fernández, fue despedido al día siguiente de conocerse la penalidad sin darle mayores explicaciones.

“Él quedó muy desprotegido. Para mí fue muy duro verlo así porque él ya tenía un precontrato para Europa, para Bulgaria. Y de un segundo a otro quedó sin nada (…). No tenía dinero, no tenía absolutamente ningún recurso”, contó la mujer a El Tiempo.

De acuerdo a lo informado por Margarita, el jugador siempre aseguró que no había tomado nada que pudiera hacer que diera positivo en la prueba de dopaje. De hecho, según la mujer, el joven le contó que “todo el año le habían hecho pruebas y le habían salido negativas. Incluso, después de la prueba que salió positiva le hicieron otra y también salió negativa”, explicó, motivo por el que juntos iniciaron un proceso legal para demostrar la inocencia de Fernández.

Pese a asegurar su inocencia, al jugador se le cerraron las puertas en el mundo del fútbol, motivo por el que tuvo que empezar a buscar opciones que le generaran ingresos. Con ayuda de Margarita, quien explicó que le compró una moto y le ayudó a elaborar su hoja de vida, Brayan empezó a trabajar como mensajero, un trabajo al que también le invirtió actitud, ganas y compromiso a pesar que solo le generaba ganarse un mínimo y aguantar en medio del clima y demás obstáculos de este oficio.

En ese momento, las cosas en el campo económico no mejoraron debido a lo costoso del proceso judicial con el que intentaban probar la inocencia del jugador; sin embargo, el amor si prosperó. Se casaron por lo civil en una ceremonia discreta realizada en el 2016.

En ese momento, y ya con una unión mucho más fuerte, la pareja continuó buscando la manera de demostrar que la sanción impuesta a Brayan, al detectarle una sustancia denominada octopamina en su organismo, había sido injusta. Margarita señaló que empezó a investigar sobre octopamina y derecho deportivo, labor con la que descubrieron que “la octopamina la producían algunos alimentos como chocolates, cítricos, naranja amarga y tomates. Además, también la producía el cuerpo, o sea es una sustancia como la dopamina y la adrenalina, pero a él le salió en una cantidad baja”, contó la mujer al diario.

Sin embargo, y a pesar de esta revelación, por vencimiento de términos, el jugador tuvo que cumplir la inhabilitación que le fue impuesta.

Pese a las circunstancias y con la fe intacta sobre su futuro como futbolista, Brayan continuó entrenando en sus tiempos libres con la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), a la vez que adelantaba estudios en administración de empresas.

“Ha sido una persona con una tenacidad impresionante, él sabía que era casi imposible volver al fútbol porque ya todo mundo se lo había dicho. Incluso, porque debutar en la A con 25 es casi imposible, pero él lo logró”, recordó la mujer.

Gracias a su tenacidad, perseverancia y constancia, finalmente meses antes de terminar la inhabilidad, Brayan fue de nuevo convocado por Leones, club donde empezó a entrenar de nuevo. Sin embargo, fue con Cortuluá con quien firmó contrato, logrando así regresar a las canchas en el 2017.

Actualmente Brayan, que sigue al lado de Margarita, juega en el Atlético Bucaramanga. Según ella, este proceso que legalmente no pudieron derrotar, sí los hizo más fuertes, humildes, unidos y felices.