Realeza

“Diana y yo seríamos unas abuelas fiesteras”: Sarah Ferguson

La exnuera de la reina Isabel, quien debuta como novelista, volvió a hablar de su relación con Lady Di, que estaba rota cuando esta murió en 1997.

3 de agosto de 2021
Sarah Ferguson se ha quejado de que la prensa la estigmatizó, mientras que a Diana siempre la presentó como la princesa perfecta. | Foto: Georges De Keerle-getty images

La duquesa de York lanza por estos días Her Heart for a Compass, obra con el cual se lanza como autora de novelas históricas, luego de haber publicado libros para niños. Por eso, anda muy presente en los medios, en los cuales siempre se hace imprescindible que toque el tema de sus relaciones con Lady Di, quien fue su concuñada cuando estaba casada con el príncipe Andrés de Inglaterra.

“Diana y yo teníamos el mismo amor por los niños. Nada nos encantaba más que poner una sonrisa en la cara de un pequeño. Nosotras haríamos fiestas de abuelas juntas y lo pasaríamos muy bien. Me pregunto si habría lugar para los niños en el castillo inflable, pues ella y yo seríamos las primeras en subirnos a él”, aseguró Ferguson.

La duquesa también cree que Diana de Gales, quien murió en 1997, repartiría su tiempo entre Inglaterra, donde vive su hijo mayor, el príncipe William, con su esposa Kate Middleton y sus tres hijos, y California, residencia de su segundo hijo, el príncipe Harry, su esposa Meghan y sus dos retoños. Le parece además que la princesa estaría orgullosa de sus hijos, pero no tocó el tema de la pelea que sostienen desde hace largos meses.

Fergie también habló de su propia experiencia como abuela de August, su primer nieto, hijo de su hija Eugenie de York con Jack Brooksbank. Reveló que es maravilloso tener un nieto, pero que procura no meterse mucho en su crianza. Su otra hija, Beatrice de York, le dará pronto un segundo nieto, fruto de su matrimonio con Edoardo Mapelli.

En los años 80, Diana y Fergie ocuparon, de cierto modo, el lugar que hoy tienen Kate Middleton y Meghan Markle, esposas de los príncipes William y Harry. La gran diferencia es que estas últimas nunca han sido amigas, en tanto que Diana y Fergie, como es conocida la duquesa, no solo fueron íntimas desde niñas, sino que además tenían cierto parentesco.

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés se divorciaron en 1996 pero siguen viviendo bajo el mismo techo. | Foto: GETTY IMAGES

Siempre se ha especulado que esa amistad se dañó por celos entre las dos alrededor de su popularidad entre el público y la prensa. No obstante Sarah dijo recientemente que todo se debió a que Diana se molestó con ella por un motivo que no especificó. De acuerdo con diarios como el Daily Mail, a la princesa de Gales le llegó el cuento de que su concuñada andaba diciendo que contrajo una verruga plantar luego de usar unos zapatos viejos de ella.

Sarah también expresó que su reconciliación estaba cerca cuando Lady Di murió, pues poco antes de la tragedia le había dicho a una amiga suya que quería verla.

En la entrevista, claro está, Sarah se refirió a su novela, cuya inspiración es su antepasada Lady Margaret Montagu Douglas Scott, más exactamente su tía bisabuela. Después de ser dama de la reina Victoria y de su hija Helena, ella fue prometida en matrimonio, pero escapó porque no quería al hombre que su padre le había elegido por esposo, lo cual fue todo un escándalo.

Sarah se siente identificada con Margaret porque, como ella, tuvo un agresivo escrutinio de la prensa, además de que también fue autora de libros para la infancia.

La actual luna de miel con los medios que parece sostener Sarah, guarda un evidente contraste con la mala prensa que tuvo en el pasado. Tras su divorcio de Andrés, quiso seguir llevando el mismo estilo de vida que tenía dentro de la familia real y eso la llevó a un grave endeudamiento.

Se vio tan desesperada, que cayó en metidas de pata como ofrecer citas con su exmarido a cambio de dinero. Lo malo fue que los supuestos interesados en el negocio eran en realidad reporteros camuflados del desaparecido tabloide News of the World, que la grabaron no solo intentando llegar a un acuerdo económico, sino diciendo cosas como que la reina Isabel no se metía con ella porque no se quedó con nada de su propiedad tras el divorcio.