Jet set
Donald Trump confundió a E. Jean Carroll con su exesposa Marla Maples durante el juicio por violación
El expresidente aseguró que Carroll no era su tipo, pero en una foto la identificó como si fuera la más bella de sus tres esposas.
El hecho de que alguien, por fin, haya puesto en jaque a Trump en los tribunales, quizá le ha hecho sombra a un detalle que se presentó durante el reciente juicio civil que la escritora y periodista E. Jean Carroll le acaba de ganar por violación.
En octubre pasado, el millonario tuvo que prestar su declaración en el proceso, que se surtió en una corte federal de Manhattan. Así lo registró un trino publicado por Adam Klasfeld, editor de Law & Crime, programa de televisión especializado en crímenes y análisis de juicios.
En un momento dado, Roberta Kaplan, abogada de la demandante, le presentó a Trump una foto en la que aparece él con la rubia E. Jean Carroll, su esposo de entonces, John Johnson, y su primera esposa Ivana Trump. La escena pudo tener lugar en los años 80. Varias veces, el expresidente le responde a Kaplan que la rubia que se ve a su lado “es Marla”, refiriéndose a Marla Maples, su segunda esposa.
“¿A qué mujer está señalando?”, lo interrogó una vez más Kaplan, para que no hubiese lugar a dudas, y Trump de nuevo le contestó que a Maples.
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En ese momento, Trump fue informado del error por su abogado, a lo que reaccionó con un “Oh, ya veo”.
En todo caso, el incidente le vino como anillo al dedo a Kaplan para desvirtuar las afirmaciones que Trump había hecho sobre Carroll, a quien todo el tiempo trató como una desconocida y mentirosa por decir que él la violó en el vestidor de un almacén Bergdorf Goodman en Nueva York, a mediados de los años 90. Uno de esos argumentos fue que no se fijaría en ella.
“Diría con gran respeto: Número 1: ella no es mi tipo. Número 2, eso nunca pasó”, le declaró a The Hill, en una entrevista que concedió en la Oficina Oval, en Washington, cuando estaba en la Presidencia.
Con el error de la foto, Kaplan minó la credibilidad de Trump en sus apreciaciones sobre Carroll, a quien le tendrá que pagar 5 millones de dólares por daños.
Para quienes conocen bien su historia, por otra parte, que Trump se haya enredado de esa manera con las mujeres que marcaron su vida resulta absurdo.
Resulta que, en los años 80, su matrimonio con Ivana Trump hacía aguas, luego de convertirse en una de las parejas más celebradas de Nueva York, donde eran el dúo dinámico, ya que ella lo ayudó a fortalecer su negocio inmobiliario, la fuente principal de la riqueza del expresidente.
Sin embargo, no tardaron en surgir grietas en su matrimonio con Ivana, y él inició un romance con Marla Maples, una típica belleza sureña. Durante un buen tiempo, Trump supo camuflar bien su infidelidad, a pesar de que, si iba de viaje con Ivana y sus tres hijos a alguna parte, también se llevaba a Marla, a las escondidas, por supuesto.
Cuando todo se supo, estalló el escándalo pasional más publicitado de Estados Unidos a comienzos de la década de 1990.
En el juicio de divorcio, ella hizo titulares de primera plana con la frase “Dame el Plaza”, que aludía a una pretensión bastante atrevida de su parte, y es que le tocara el emblemático hotel Plaza de Nueva York, propiedad de Trump, en la repartición de bienes.
Por su parte, Marla también fue portada de los diarios, cuando dio una entrevista en la que reveló que con Trump tenía el mejor sexo de su vida.
Tras ese divorcio, Trump terminó casándose con Marla, con quien tuvo a su hija menos conocida, Tiffany. Ivana, por su parte, hizo las pases con el magnate, pero a Marla la abominó hasta su muerte el año pasado. En sus entrevistas, siempre la llamaba la “call girl” (prostituta).
Así las cosas, Trump debía estar muy desconcentrado para concluir que dos mujeres que fueron archirrivales pudiesen haber estado juntas con él en un mismo lugar. De hecho, hay quienes afirman que Ivana y Marla nunca se vieron en persona.