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Bernard Arnault, CEO de la marca de lujo Louis Vuitton. Getty
Bernard Arnault, CEO de la marca de lujo Louis Vuitton. | Foto: Getty

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Dueño de Louis Vuitton tuvo que ‘perderse del mapa’; vendió su jet privado para no dejar rastro

El acoso de cuentas dedicadas a rastrear sus movimientos lo llevó a tomar la decisión.

19 de octubre de 2022

La vida agitada de los empresarios más ricos del mundo los lleva estar viajando constantemente para sortear reuniones, asistir a eventos, cerrar negocios y, por qué no, cambiar de oficina en medio de la convulsionada agenda que deben cumplir.

Uno de estos magnates es Bernard Arnault, CEO de la importante marca de moda Louis Vuitton, quien por su cargo y la importancia de su compañía en el sector debe estar viajando de aquí para allá. Su perfil y apretado día a día lo ha obligado a disponer de un jet privado para poder llegar a tiempo a sus compromisos en otros países.

Sin embargo, no todo es color de rosa para el segundo hombre más rico del mundo, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Arnault se ha visto aquejado por grupos de ambientalistas que encontraron la forma de sacarlo de quicio, llevándolo a tomar una decisión radical que tiene que ver con su jet privado.

Ante el acoso al que se vio sometido por algunas cuentas de Twitter dedicadas a publicar el itinerario de sus vuelos por el mundo, el ejecutivo decidió vender su avión privado y pasar al mercado del alquiler.

¿Por qué publican en Twitter sus viajes?

Diferentes portales web especializados en tecnología han reseñado una de las razones que motivaron la decisión de Arnault. En abril y junio de 2022 se crearon en Twitter las cuentas @i-fly-bernard y @laviondebernard respectivamente, cuyo fin era publicar, en tiempo real, las rutas que cubría el avión del magnate de Louis Vuitton.

La idea de estos dos perfiles no era otra diferente a llamar la atención sobre el impacto ambiental que produce el uso de aviones privados por cuenta del CO2 que arrojan, debido al elevado consumo de combustible empleado para sus desplazamientos.

Quienes manejan estas cuentas solo necesitaban utilizar la información de dominio público emitida por los transpondedores del avión y vincularla con la identificación de la aeronave para dar con el punto exacto donde se encontraba Bernard Arnault, hecho que ponía en riesgo la seguridad del ejecutivo.

En la biografía de una de las cuentas, cuyo fin era este, se lee el mensaje: “63 multimillonarios franceses emiten tanto CO2 como el 50% de la población”.

La cuenta @laviondebernard llamó la atención sobre el paradero del jet de Arnault y aseguró en un mensaje que desde el primero de septiembre el avión ya no contaba con registro en Francia y retaron al magnate a hablar sobre cuál era su paradero.

“Seguimos sin saber nada de Bernard Arnault ni de Louis Vuitton sobre el tema de los jets privados. ¿Qué pasa, Bernard? ¿Nos estamos escondiendo?”, fue el mensaje publicado por esta cuenta.

Ante la persecución, fue el propio hijo del multimillonario, Antoine Arnault, el que salió a dar explicaciones sobre lo sucedido con el avión de su padre y en una entrevista dejó claro cómo se transportarán de ahora en adelante.

“El grupo tenía un avión y lo vendimos durante el verano: ahora nadie puede ver a dónde voy, porque alquilo aviones cuando use jet privado”, dijo Antoine Arnault, quien también explicó que el uso de estos aparatos obedece a la ventaja competitiva que le brinda a los ejecutivos de marcas como la de su padre.

“Es una herramienta de trabajo que da a los ejecutivos una ventaja en la carrera por ser los primeros en llegar a un nuevo producto o negocio. [...] No es muy bueno que nuestros competidores puedan saber dónde estamos en cualquier momento. Eso puede dar ideas, también puede dar pistas, indicios”, explicó el hijo del magnate.

Esta táctica no solo la tuvo que poner en marcha el CEO de Louis Vuitton; en el pasado, Mark Zuckerberg, dueño de Meta, también se vio obligado a dejar su jet privado cuando sus trayectos comenzaron a ser objeto de estas redes de ambientalistas.