HOLLYWOOD
El alcoholismo: la causa del divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt
El actor confesó que su afición por el alcohol fue una de las razones por las que se desmoronó su matrimonio. Tanto que luego de la separación pasó un año y medio en Alcohólicos Anónimos.
Luego de tres años de su separación, Angelina Jolie y Brad Pitt han empezado a hablar de la que fue una de las rupturas más sonadas de Hollywood.
En esa época, su separación fue noticia mundial. No solo porque habían durado juntos 10 años y ya tenían seis hijos, tres de ellos adoptados, sino también debido a lo ruda que fue la pelea legal que siguió, en la cual ambos batallaron por la custodia de sus hijos.
Hasta hace pocos meses pudieron ponerse de acuerdo y como si eso hubiera sido suficiente para sanar las heridas, ambos comenzaron a sincerarse.
Primero fue Angelina, quien en una presentación de la segunda parte de Maléfica, la película que está preparando con Disney, confesó que los últimos años habían sido bastante duros y que había vivido en medio de la depresión. “No me he sentido con la suficiente fuerza, pero hay algo que, cuando no te sientes fuerte, te hace seguir adelante”, explicó.
Ahora el turno fue para Pitt. En la presentación de Ad Astra, su nueva película, confesó que su obsesión por el alcohol tuvo mucho que ver con el final de su matrimonio. No era una versión nueva, pues los tabloides ya habían informado algo parecido. Según muchos de sus reportes, de hecho, la pelea que terminó todo fue a bordo del avión privado de la pareja, en septiembre de 2016, cuando Jolie le peleó a Pitt por su afición por el trago.
Brad Pitt protagoniza Había una vez en Hollywood, la nueva película de Quentin Tarantino, junto a Leonardo Di Caprio. La cinta está en cartelera en este momento en Colombia.
Esta vez, sin embargo, el actor fue bastante sincero con el New York Times: “Había llevado las cosas muy lejos, así que dejé de beber”. Según él, luego de la separación pasó un año y medio en Alcohólicos Anónimos, en un grupo en el que solo habían hombres.
Eso le ayudó a dejar atrás los prejuicios y aceptar su vulnerabilidad. “Veías a todos estos hombres sentados siendo abiertos y honestos de una manera que nunca había escuchado -le dijo al diario-. Era un espacio seguro donde casi nadie juzgaba y, por lo tanto, no te juzgabas a ti mismo”.
El espacio eran tan confiable, que aunque Brad Pitt terminó contándoles su historia personal con el alcohol, ninguno de los asistentes la vendió a los tabloides o habló con los periodistas. “Fue liberador exponer los lados feos de mí mismo. Hay un gran valor en eso”, explicó.
También dijo que su problema con la bebida comenzó en los años noventa, a causa de la fama y de toda la atención que atraía. Sus películas eran las más vistas, los críticos hablan de él sin pausa y los tabloides reportaban cualquier movimiento. Sobre todo cuando se casó con Jennifer Anniston, famosa en esa época por protagonizar Friends. “Fue realmente incómodo para mí, la gran cantidad de expectativas y juicios. Realmente me convertí en un poco ermitaño y simplemente decidí condenarme al olvido”.
Esa gran cantidad de expectativas sobre él le causaron dudas sobre sí mismo y encontró la forma de escapar de ellas en la bebida.
Ahora, sin embargo, dice estar mucho mejor. Ya no le importa lo que digan los demás y se dedica a hacer lo que le gusta: actuar, producir y apoyar causas sociales. Llegar allá, sin embargo, le costó un gran trabajo y su matrimonio.