GENTE
A sangre no tan fría
El asesino que aparece en la famosa novela de no ficción muestra su versión
A sangre fría, de Truman Capote, uno de los mayores referentes de la novela de no ficción, aún se estudia y analiza en salones de clase de todo el mundo. La obra aborda los asesinatos, en 1959, de los cuatro miembros de la familia Clutter en su granja en Holcomb, Kansas, a manos de dos criminales que les prometieron que no les harían daño y luego acabaron cruelmente con sus vidas. En su investigación, Capote siguió el proceso y se involucró a fondo con los criminales, Perry Smith y Richard Hickock. La semana pasada salió a la luz el manuscrito que este escribió por su cuenta, un recuento de los hechos que Capote pasó por alto pues lo consideraba una amenaza para su propia obra. El hombre hace un relato descarnado y desprovisto de emoción en el que jamás plantea su inocencia. Cuenta la manera como engañaron a la familia y luego terminaron con sus vidas con un escopetazo en la cara. La diferencia entre ambos textos radica en lo que motivó esos atroces actos. Hickock asegura que le habían pagado por matar a un miembro de la familia, y Capote decía, como la Fiscalía, que entraron a robar y cuando no encontraron nada de valor Smith enloqueció ante la imagen de la familia feliz que nunca tuvo.