El charro mexicano al que nadie quería despedir en Colombia

El ‘rey de la ranchera’, Vicente Fernández, tuvo una frenética y conmovedora gira de conciertos de despedida por Colombia en los meses de agosto y septiembre del año 2012. Tal como acostumbraba a hacer en los mejores escenarios del mundo, Chente despertó euforia en las presentaciones públicas que tuvo en Medellín, Tunja, Valledupar, Bucaramanga y, finalmente, Bogotá.

Más de 20.000 personas asistieron al concierto que ofreció el charro mexicano el 7 de agosto de 2012 en Medellín. Según reseñó el diario El País, de Cali, al día siguiente, las lágrimas, copas, sonrisas y recuerdos de corazones heridos se unieron para corear todos los éxitos de esta leyenda musical por más de dos horas de concierto. “Ni el mismo Vicente quería decir adiós. No le salía de la garganta. Nadie del público quería despedirlo”, destacó el periódico de Valle del Cauca.

“¡Chente! ¡Chente!”, gritaban unas 20.000 gargantas esa noche. El aire se calentó en el Centro de Espectáculos La Macarena, de Medellín. Olía a fiesta y a rancheras. Don Vicente Fernández decidió que ese concierto de despedida iba a empezar 45 minutos antes de lo que estaba previsto, y así fue.

El medio de comunicación de Cali resumió en una detallada crónica el gran concierto que Vicente Fernández ofreció esa noche en Antioquia. A las 10:46 minutos llegaron las trompetas, luego los violines y se armó el mariachi con 16 músicos. Seguidamente entró el Rey y de entrada dijo cantando que estaba feliz de estar en Colombia, que llegó “de muy lejos” para alegrar los corazones en Medellín, en plena Feria de las Flores.

”Muchas gracias por el respeto, por el cariño y por el apoyo que siempre he recibido en Medellín”, dijo el cantante, que en ese momento tenía 72 años. Chente tenía la suficiente fuerza para hacerse dueño de cualquier escenario. Esa noche lució imponente, con su traje de charro superapretado y exhibiendo su característico ‘vozarrón’.

Más de uno lloraba, todo el mundo brindaba, las parejas cantaban mirándose a los ojos: Por tu maldito amor, Lástima que seas ajena, De qué manera te olvido, Sublime mujer, El último beso, fueron algunas de las canciones que coreó el público esa noche.

Fueron 180 minutos de un concierto inolvidable. Cayeron lágrimas, una tras otra, por el rostro de este mero macho mexicano. En la tribuna dijo con insistencia que se sentía muy feliz y agradecido en su segunda casa, Colombia.

Luego de la gira de despedida en la que pasó por Tunja, Valledupar y Bucaramanga, el 20 y 21 de de septiembre de 2012 Vicente Fernández finalizó en Bogotá su despedida por Colombia.

El ‘rey de la ranchera’ se presentó en el parque Jaime Duque, donde 500 personas de logística y 1.000 efectivos de la Policía Nacional cuidaron al público asistente que ingresó a estas instalaciones desde las 4:00 de la tarde, esos dos días.

En esas últimas presentaciones en la capital colombiana, Vicente Fernández estuvo acompañado de su hijo, el también cantante de rancheras, Alejandro Fernández, quien en esa oportunidad promocionaba el disco Los dos Vicentes, que realizó al lado de su padre y del cual se desprendieron canciones como: Sin papeles y vamos a cuidarla más.

La voz de este gigante de la música ranchera se inmortalizó en cualquier celebración de los colombianos.