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El color que se debe usar porque atrae la calma y la serenidad
La cromoterapia es milenaria y aún hoy sigue surtiendo efecto.
Civilizaciones milenarias como la china, la griega, la egipcia y muchas más tenían varios asuntos en común, incluso sin interactuar entre ellas.
Uno de estos detalles que servían de una forma asombrosa a sus respectivas sociedades es la cromoterapia, una disciplina que se encarga de manejar las emociones de los seres humanos a través de los colores.
En la actualidad se han realizado muchos estudios sobre cómo usaban los antepasados esta terapia y cómo hoy puede ser mucho más efectiva, arrojando información vital que hoy cada persona puede incluso adoptar en sus rutinas diarias y así mejorar algunos aspectos de la vida, como la salud mental, el convivir en los espacios y hasta manejar las emociones.
Tal como lo reseña el portal Oh la la, en “la cromoterapia o la psicología del color, los colores tienen propiedades que ejercen una presión constante y directa sobre nuestro estado de ánimo: influyen en el flujo y la cantidad de energía en nuestro cuerpo y tienen un significado simbólico que va directo al subconsciente”.
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Para desarrollar un poco más esta teoría, cabe resaltar que los colores científicamente son longitudes de onda de energía electromagnética que el ojo recibe y lee de forma independiente. Ahora, cuando se percibe uno en específico, es la parte del espectro visible que se refleja por un determinado objeto, desglosando un poco el enorme y magnífico trabajo que hace este órgano y sentido.
Ahora, hay un color en específico que tiene propiedades excepcionales y a través de la historia ha tenido diferentes significados que lo han ido poniendo en diferentes contextos. El verde es uno de los tonos más poderosos que existen gracias a que se le relaciona directamente con la madre naturaleza.
Para los hindúes, por ejemplo, el verde está directamente relacionado con la primavera y, por ende, significa el renacer de un ciclo y un nuevo inicio de era.
Para los egipcios funcionaba de una forma similar. El verde se relacionaba con el dios Osiris, quien era el símbolo mayor de la resurrección, no solo carnal y de alma, sino de cotidianidad o era. Hoy en día, este tono es sinónimo de la paz, el descanso, la tranquilidad, el cuidado y la armonía, asuntos que son muy beneficiosos para la salud mental y física.
El verde es un color versátil con un poder enorme que se puede llevar de diferentes formas. Las prendas de vestir son la primera y más ágil opción para usarlos. Además, son diferentes los tonos que perfectamente pueden combinar con muchos otros.
Si son verdes fuertes como el militar u opacos como el oliva, se pueden mezclar con tonos otoñales como el cobre, el bronce, el terracota o el violeta. Por el contrario, si son verdes vivos como el verde intenso o el pastel, puede ir de la mano con naranjas, amarillos, azules y rosas.
Ahora, este tono también puede ser protagonista en el hogar. Una pared pintada de verde que esté ubicada de forma perpendicular a la entrada de luz es ideal para dar una sensación de calma y serenidad en el espacio.
Los verdes pasteles ayudan a ampliar el lugar gracias a la ilusión visual que da. Por otro lado, los tonos un poco más oscuros le dan carácter más que todo a las habitaciones o los estudios.
Los accesorios y mobiliarios son un gran aliado para tener el verde alrededor. Si está en su ambiente laboral, una taza de café verde, algún portarretrato del tono, lápices y lapiceros con esta tinta y hasta los infaltables post-it notes sirven para generar un ambiente de paz, más entre el trajín y el estrés del trabajo. Ahora, lo importante no es dejarle solo el trabajo al color, sino ponerle la intención precisa para que las longitudes de onda hagan lo suyo.