MÚSICA
El día en que Bob Marley cantó en Zimbabue y causó un disgusto al destituido Robert Mugabe
En la celebración de independencia de ese país en 1980, el gobierno invitó al legendario cantante de reggae y este decidió dar un concierto, algo que no gustó al líder africano por los temas de sus letras.
La destitución del líder de Zimbabue, Robert Mugabe, le ha dado la vuelta al mundo por su particular historia. Tras ser un héroe de la independencia, el político africano ha vivido lo suficiente para convertirse en el villano del país al que ayudó a liberar del yugo británico.
El nombre de Mugabe se hizo famoso en todo el mundo y las noticias llegaron hasta Kingston, Jamaica. El hecho de que que una colonia británica hubiese declarado su independencia llamó la atención del músico más importante de la isla, Bob Marley, quien tras escuchar las noticias compuso y grabó una canción en honor al nuevo país. Sin embargo, Marley no sabía que a Robert Mugabe no le gustaba mucho su música.
Eso no pasaba con el pueblo de Zimbabue. La canción del álbum Survival se había convertido en un himno no oficial para la isla y dos empresarios ambiciosos soñaron con darle una serenata a su nueva nación. El intérprete no sería otro que el cantante de música reggae más popular del mundo.
El primer contacto entre el que sería el nuevo gobierno de Zimbabue y Marley fue en marzo de 1980, semanas antes de la ceremonia oficial de independencia. Inicialmente, la idea de los políticos africanos era la de invitar al cantante a las fiestas de celebración.
En principio, la intención de la invitación no era la de dar un concierto, así que la invitación estuvo dirigida solo para él y su esposa, Rita. Sin embargo, Marley que no era ajeno a la coyuntura de lo que estaba sucediendo en África, decidió que iría a Zimbabue con la única condición de que lo dejaran realizar una presentación.
Puede leer: ¿Quién es Mugabe? El presidente de Zimbabue que renunció tras estar 37 años en el poder
Pero Robert Mugabe, héroe de la independencia y líder de la Unión Nacional Africana de Zimbabue, no veía con buenos ojos la visita de Marley. El que sería presidente de ese país por casi 40 años pensaba que las letras del cantante jamaiquino eran muy “reaccionarias” y podrían envíar un mensaje nocivo a la juventud. Además, el presidente no gustaba de la cultura rastafari, la cual predicaba Marley con cada vez más vehemencia.
Robert Mugabe fue presidente de Zimbabwe desde 1980 hasta su dimisón en noviembre de 2017. Foto: Wikimedia Commons
Meses antes, Bob Marley había publicado uno de sus álbumes más políticos, Survival, que dentro de su catálogo contaba con canciones como Africa Unite, Survival, Ambush in the Night y por supuesto Zimbabwe, una composición de Marley en homenaje al que sería el nuevo país en remplazo de la colonia británica de Rodesia.
Y muy a pesar de la negativa de Mugabe, que prefería artistas como Cliff Richard e incluso sugirió al cantante de reggae Jimmy Cliff, Marley y su banda llegaron a la antigua Rodesia el 16 de abril de 1980. La multitud que los recibió en el aeropuerto de Harare pasaron la noche charlando con muchos exguerrilleros en el humilde Hotel Skyline, en las afueras de Harare, mientras que los periodistas extranjeros habían reservado sus habitaciones en los hoteles más lujosos de la capital.
Marley pasó sus días en Zimbabwe en compañía de exguerrilleros y de cultivadores de marihuana. Foto: Archivo particular
Al día siguiente, Bob viajó para pasar tiempo con agricultores de marihuana en Mutoko, un pueblo a 143 kilómetros de Harare, donde probó la hierba. En las últimas horas de Rodesia, el 17 de abril, miles se congregaron en el estadio Rufaro en Mbare, uno los suburbios de la capital y epicentro de la lucha independentista.
El ambiente en Harare y en todo el país africano era de fiesta. Las horas pasaban y la euforia se sentía en las calles. Los zimbabuenses asistían al nacimiento de un nuevo país vestidos con camisetas y gorras con el rostro de Robert Mugabe. Y en la media noche, en el estadio Rufaro, izaron por última vez la bandera del Reino Unido en presencia del Príncipe Carlos.
Le recomendamos: Robert Mugabe: La parábola de un líder
La presentación de Bob Marley & The Wailers estaba programada para las 10 de la noche, pero Zimbabue no estaba preparada para semejante acontecimiento. Marley era un rockstar, una estrella y su espectáculo debía estar a su altura. El país nunca antes había visto un equipo musical tan grande. Montones y montones de altavoces similares a los exhibidos durante el Festival de Woodstock se encontraban en el Estadio Rufaro el 18 de abril de 1980 para celebrar una nueva era.
Lo más leído
Al acto de independencia en el estadio de Harare asistieron, entre otros invitados, Bob Marley y el Principe Carlos. Foto: Archivo particular
A las 8 de la noche los Wailers llegaron al Estadio Rufaro, abriéndose camino entre bambalinas. La ceremonia ya había comenzado, pero los asistentes al estadio sabían que para ver a Marley tendrían que esperar a que terminaran los actos protocolarios.
Finalmente a las 10 de la noche, tras una larga serie de discursos, himnos y saludos a la bandera, Robert Nesta Marley y su banda subieron al improvisado escenario, levantado en apenas seis horas esa misma tarde. Con el puño arriba, Marley gritó “Viva Zimbabwe”, a lo cual el público respondía con más energía.
El concierto tuvo una duración de apenas media hora. Foto: Archivo particular
"Fue un momento conmovedor; Bob Marley toma una postura de celebración en el escenario principal, gritando "¡Viva Zimbabwe!" Cada vez provocando una mayor respuesta de la audiencia ", dice Bob Zindi, escritor y periodista. "Fue un momento lleno de posibilidades. El Rastafari en nuestra tierra. Una comprensión de la unidad inherente en la cultura negra, tan emotiva para el público como para la banda. De regreso a casa".
El concierto no estuvo exento de altercados. Cuando comenzó a sonar el primer tema, cerca de 90.000 personas que no habían podido acceder al recinto y se encontraban en las inmediaciones trataron de entrar a la fuerza al estadio. Los antidisturbios respondieron con granadas de gas lacrimógeno y disparos al aire. El humo de las granadas pronto llegó al interior del estadio y el concierto se suspendió por unos minutos. Hubo que esperar media hora para que Marley retomara la actuación.
El repertorio que tocó la banda esa noche estaba compuesto en su mayoría de canciones con un fuerte mensaje político. Temas como War-No More Trouble, Chantdown Babylon, Africa Unite, Get Up Stand Up y Zimbabwe, la cual se convirtió en un himno para el nuevo país, resonaron a lo largo del estadio Rufaro por media hora.
El concierto de Marley en Zimbabue es quizás uno de los más cortos de su carrera, pero también fue el de mayor significado. El solo hecho de haber llevado a una de las máximas figuras de la música popular a un sitio tan recóndito como la antigua Rodesia era motivo de gozo. Un gozo que los zimbabuenses esperaban mantener tras su independencia del Reino Unido.
Pero el optimismo que trajo la independencia pronto se desvaneció. Durante las casi cuatro décadas que Robert Mugabe estuvo en el poder, 5 millones de zimbabuenses abandonaron el país, la hiperinflación destruyó los ahorros de los que se quedaron, la corrupción acabó con el sistema productivo, y una mafia cleptómana se apoderó del gobierno.
Mugabe renunció y el futuro de Zimbabue es tan incierto como lo fue después de aquel concierto en el que la esperanza de un futuro mejor era un sueño. Un sueño que casi 40 años después no ha logrado concretarse.
*Periodista de Semana.com