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El estafador de Tinder, el documental de Netflix que revela tres historias de engaño y traición
Tres mujeres trabajadoras y sin gran patrimonio cuentan en un documental de Netflix cómo, por medio de esta aplicación, encontraron a un hombre que no solo les robó el corazón, sino todos sus ahorros.
En 2018, Cecilie Fjellhøy, una atractiva noruega de 29 años que vivía en Londres, soñaba con conocer a su príncipe encantado, casarse, tener hijos y formar una familia. Como muchas mujeres, decidió buscarlo en Tinder, la aplicación más usada para conseguir novio y cuyo algoritmo es eficaz para emparejar a quienes mejor coinciden en gustos y personalidad. En el caso de ella, el perfecto era Simon Leviev, de 28 años, quien, según su búsqueda en Google, resultó ser un millonario israelí.
Ante eso, y viendo que era apuesto, deslizó el dedo hacia la derecha. Al rato, él la estaba invitando a un café en su hotel en Park Lane, Londres, donde se encontraba casualmente por negocios. Cuando bajó del ascensor, ella quedó enganchada. Mucho más aún cuando la deslumbró con su estilo de vida. En esa primera cita, la invitó a un viaje de negocios a Bulgaria. Un Rolls-Royce la llevó a su casa por ropa y el pasaporte, y de ahí a un avión privado. Cecilie no lo podía creer. Parecía una escena de película. “Había encontrado al hombre de mis sueños”, pensó.
Todo se desarrolló muy rápido. Esa primera noche durmieron juntos y desde ese momento se embarcaron en una historia de amor intensa, caracterizada por la gran cantidad de tiempo que Leviev y Fjellhøy pasaban separados por los constantes viajes de negocios de él. La relación se sostenía gracias a la tecnología, intercambiando amorosas notas de voz y mensajes de texto a toda hora. Ese es el comienzo de The Tinder Swindler, un documental de Netflix que hoy está en la lista de los más vistos en Colombia.
Cuenta la historia de Fjellhøy, quien fue defraudada por Shimon Hayut, que se presentaba como Simon Leviev, el CEO de LLD Diamonds, cargo que había heredado de su padre, Lev Leviev, un hombre que la revista Forbes llamó alguna vez el “rey de los diamantes”. El documental fue hecho con Fjellhøy y otras dos mujeres, la sueca Pernilla Sjöholm y Ayleen Charlotte, de Países Bajos, quienes le contaron su historia a Felicity Morris, la misma detrás del documental Don’t Fuck with Cats.
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Lo extraordinario de la historia es que Hayut no engañara a mujeres ricas, sino que escogiera como víctimas a mujeres de clase media o menos, sin fortuna de ninguna naturaleza. Primero les sacaba los ahorros básicos mediante sus tarjetas de crédito, y después ellas lograban conseguir créditos por cifras que llegaron al cuarto de millón de dólares, lo cual ningún banco serio del mundo presta sin garantía. Al principio, Morris pensó que estas mujeres eran muy tontas por haber confiado tan rápido en un extraño. Pero tras escucharlas se dio cuenta de que las tres se encontraron con el trabajo impecable de Hayut como estafador. Tanto fue así que en las fotos de su teléfono celular tenía algunas imágenes en las que aparecía, gracias a Photoshop, abrazando a su supuesto padre.
Además de eso, Hayut tenía un modus operandi infalible: se tomaba alrededor de un mes para mostrarles que era un empresario ocupado que abría espacios en su apretada agenda a fin de verlas. Se encontraban en hoteles y restaurantes de lujo en las capitales de Europa y solo tenía frases románticas para ellas: “Quiero tener hijos contigo”, “Eres la elegida” o “Busca un apartamento para vivir juntos”.
En corto tiempo, les daba todo lo necesario para que ellas confiaran en él. Con esto pretendía tres cosas: que no hubiera duda de que le sobraba el dinero, que sus intenciones con ellas eran firmes y que vivía una vida azarosa y demandante en la que el riesgo era enorme.
Una vez conseguía todo lo anterior, aplicaba su estrategia de fraude. Un buen día les decía que lo habían atacado sus enemigos y que su servicio de seguridad le había prohibido usar sus tarjetas de crédito. Para que no lo ubicaran, les pedía las tarjetas de crédito y, cuando estas llegaban a su límite de gasto, les hacía solicitar préstamos por enormes cuantías. Ellas lo hacían convencidas de que una vez superada la crisis él les pagaría. En una ocasión le solicitó a Fjellhøy tomar un préstamo por 250.000 dólares, que ella debió entregarle en efectivo en Ámsterdam. Según el documental, Hayut logró sacarles hasta 10 millones de dólares a sus múltiples víctimas.
Finalmente, Hayut les daba un cheque por la suma que les debía o un poco más para agradecerles el favor. Pero, cuando ellas lo iban a cobrar, descubrían la farsa: eran cheques sin fondos y habían sido engañadas. Fjellhøy señala que con una deuda de más de 250.000 dólares a cinco acreedores, impagable para ella, pensó en el suicidio. Para entonces, Hayut ya había desaparecido y estaba con su próxima víctima. Utilizaba una especie de esquema Ponzi, pues, con la plata que Fjellhøy le prestó para supuestamente salir de las persecuciones, conquistaba a nuevas mujeres aparentando el alto estilo de vida de un CEO de una empresa de diamantes.
El dinero de Fjellhøy lo usó concretamente para atraer a Pernilla, con quien Hayut no se involucró románticamente, aunque sí llegaron a tener una profunda amistad. Luego, el dinero de Pernilla lo invirtió en Ayleen, y así Hayut trabajó una mujer tras otra. Las autoridades iban tras de Fjellhøy por todo el dinero que debía. La empatía con su tragedia era mínima, pues primaba la idea de que ella solo era una pobre rubia tonta.
Fue entonces cuando un par de periodistas del diario VG, de Noruega, publicaron un artículo para exponer al criminal y finalmente atraparlo. Eso sucedió a finales de 2019 en Tel Aviv. Así, se supo que en 2015 había sido condenado a prisión en Finlandia por dos años. Además, había tenido que abandonar Israel para evitar ir a la prisión por fraudes cometidos anteriormente.
Por estafar a estas mujeres Hayut fue condenado a 15 meses de prisión, de los cuales solo cumplió cinco. También se le ordenó pagar a sus víctimas 43.289 dólares y una multa de 5.771.Hoy el criminal se encuentra libre y de regreso a sus viejas andanzas, y hasta hace poco posaba en Instagram, en medio de aviones privados y carros de lujo. No obstante, ante el éxito del documental, Hayut canceló sus redes sociales y anunció que contaría su versión de los hechos muy pronto.
Por supuesto, estas mujeres quieren justicia, pero, sobre todo, que el mundo sepa que lo que les sucedió fue un crimen y no la consecuencia de su ingenuidad. Cecilie aún está en bancarrota y teme por su futuro financiero. Pernilla no cree que pueda volver a confiar en alguien.
Y Ayleen, en medio de su tragedia, solo siente un aire fresco por haber ayudado a atraparlo. Las tres hablaron para evitar que otras mujeres caigan en la trampa de hombres psicópatas, como Hayut, que ahora trasladaron su plataforma de estafa a Tinder. Como le dijeron a The Times, “Él logró escapar porque la naturaleza de sus actos es novedosa y aún la sociedad no los entiende como delitos. Para todos, lo que nos pasó es culpa de nosotras”.