PERSONAJE
El hombre que renunció a heredar los medios más influyentes del mundo
James Murdoch estuvo destinado a liderar un imperio mediático con empresas como The Wall Street Journal o Fox News. Pero el rechazo de su papá y su desacuerdo con la forma como ejercían el periodismo lo llevó a salir con un portazo.
En el mundo hay pocos conglomerados mediáticos tan influyentes como el de Rupert Murdoch. Hace poco vendió 21st Century Fox a Walt Disney y, aún así, sigue manejando un gran número de periódicos como The Wall Street Journal, The Times y The Sun de Londres, o New York Post, y de canales como Fox News, que mueven gran parte de la opinión en el mundo occidental. Sus críticos, de hecho, lo acusan de ser uno de los hombres más poderosos del mundo y de manipular a la audiencia con ideas antidemocráticas y fascistas.
Por eso desde varios años atrás el mundo seguía atentamente la encarnizada lucha de dos de sus seis hijos, James y Lachlan, por convertirse en sus herederos. No era un tema menor: James tiene ideas liberales y siempre ha criticado el enfoque politizado de sus noticieros, mientras que Lachlan apoya la línea activista y conservadora de su progenitor. Así, ambos vivieron una especie de guerra silenciosa que al final parecía decantarse por Lachlan.
Esa carrera por heredar el conglomerado, que muchos dicen inspiró la famosa serie de HBO Succession, terminó inesperadamente hace unos meses, cuando James renunció a la junta directiva de News Corp, la empresa de su papá. Lo hizo un agresivo comunicado en el que aducía “desacuerdos sobre cierto contenido editorial publicado por los medios de la compañía y otras decisiones estratégicas”.
El portazo le dio la vuelta al mundo y convirtió a este empresario en uno de los personajes más aplaudidos por un sector de la sociedad que siempre ha criticado la forma, muchas veces descarada, en la que los medios de su papá mezclan la información con opiniones personales y datos sin confirmar.
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En realidad, los desacuerdos de James venían de mucho tiempo atrás. Su papá creó el conglomerado de medios de la nada, cuando heredó un pequeño periódico local en Australia, y lo convirtió a la larga en un imperio mundial. Sin embargo, las malas lenguas dicen que lo hizo de forma non sancta, a costa de presiones a la competencia y de apoyar a ciertos políticos para que una vez llegaran al poder, les devolvieran el favor con contratos.
James siempre trató de cambiar esa mala fama y debido a que sus posiciones políticas siempre habían contrastado con las del resto de su familia, intentó enfocarse en modernizar a la compañía, sin meterse mucho en el contenido.
Al inicio Lachlan era el claro favorito de su padre, pero una discusión entre los dos en 2005, terminó con él en Australia, manejando los negocios locales, y con James en primer plano. Todo comenzó a salir bien para él como aparente heredero hasta 2012, cuando News of the World, uno de los tabloides de Murdoch en el Reino Unido, fue acusado de interceptar ilegalmente unos 800 teléfonos de celebridades para obtener chismes de la farándula.
El periódico no pudo soportar el impacto y cerró, lo que causó que la compañía perdiera un millonario acuerdo, para ese entonces bastante avanzado, para adquirir Sky, una empresa de televisión por cable. Los directivos y hasta el propio Rupert Murdoch responsabilizaron en parte a James, quien a partir de ese episodio perdió parte de su posición en la empresa y se volvió más quisquilloso con las políticas de la compañía.
Su descontento con Fox News era evidente. Su padre había contratado como director a Roger Ailes, un experto en televisión que había optado por una tesis polémica. Según esta, Estados Unidos estaba lleno de medios como CNN dedicados a dar noticias de forma neutral y con posiciones políticamente correctas en temas como racismo, inmigración o igualdad de género. Pero según Ailes, una gran parte de la población tenía ideas contrarias y esperaban información que apelara a sus pasiones.
Así nació el formato de Fox, que con el tiempo se volvió tan popular, que desbancó a CNN y hoy se mantiene en el primer lugar de sintonía. Todo esto a pesar de que muchos la consideran vocera del ala más radical del Partido Republicano y del propio Donald Trump.
A pesar del éxito, James no dejaba de considerar a Fox News y al propio Ailes lastres para la modernización de la empresa. Por lo que en 2016, apenas salieron varias denuncias sobre presuntos actos de acoso sexual cometidos por el director, se apresuró a ordenar una investigación, que destapó una cadena de abusos y violaciones a las mujeres periodistas.
Ailes terminó fuera de la empresa, pero James no logró su objetivo de reemplazarlo con David Rhodes, un respetado periodista de CBS que le habría bajado el activismo político a la cadena. Eso pasó en parte porque su papá estaba convencido de que iban por el camino correcto y en parte porque su hermano Lachlan había regresado del exilio con mucho más poder y abogaba por profundizar la estrategia.
Desde ese momento las diferencias entre los tres se agrandaron. James y su esposa Kathryn comenzaron a mostrar públicamente su desacuerdo con varias de las agendas de los medios de su papá. En 2017, por ejemplo, criticaron, que varios periodistas de Fox News le dieran alas a la polémica afirmación de Trump de que los supremacistas blancos eran “gente muy buena”. Y a comienzos de 2019 expresaron su “frustración” porque varios de los medios del conglomerado subestimaran la importancia del cambio climático.
Como le dijo al The New York Times la semana pasada: “Llegué a la conclusión de que se puede apoyar la diversidad de ideas, pero sin apoyar agendas ocultas ni legitimar la desinformación”.
James MurdochLlegué a la conclusión de que se puede apoyar la diversidad de ideas, pero de que eso no puede servir de excusa para apoyar agendas ocultas o legitimar la desinformación
Esa incomodidad llegó al límite con la venta de 21st Century Fox a Walt Disney, anunciada en abril del año pasado. Lachlan, quien cada vez se veía más como el favorito de su padre, no estaba de acuerdo en desmembrar la empresa. Pero James veía allí una oportunidad de partir cobijas y algunos dicen que hasta soñaba con un puesto en Disney, lejos del imperio familiar.
Las reuniones que celebraron en esos días fueron definitivas para que Rupert Murdoch tomara la decisión final: Lachlan iba a ser su heredero oficial, la empresa iba a conservar Fox News (la joya de la corona) y la estrategia ideada por Roger Ailes continuaría.
A James no le quedó de otra que tomar la decisión de dar un paso al costado. Ahora, conocido como el heredero rebelde de los Murdoch, tiene el reto de encontrar su propio camino lejos de la sombra de su padre.