El mar está de luto: la despedida de Inés y José Gaviria a su papá

*Texto por Luz Piedad Herrera

El pasado domingo 18 de octubre falleció en Bogotá, Enrique Gaviria Liévano. Abogado internacionalista, historiador y diplomático amante del derecho del mar, presidente de la Academia de Historia, y profesor de Derecho Internacional Público en varias universidades. Su libro Derecho Internacional Público fue texto obligado de los estudiantes de derecho en diferentes centros académicos.

Era una de las personas más conocedoras y defensora de los diferendos limítrofes del país como ninguno y en especial, del litigio marítimo con Nicaragua.

Como lo expresó el expresidente Ernesto Samper en su cuenta de Twitter, “Enrique Gaviria Liévano, gran señor, abogado, internacionalista y bogotanísimo. Si le hubieran puesto atención a su tesis de San Andrés Estado archipelágico no habríamos perdido en La Haya”.

El diplomático oriundo de Providencia, Colombia, William Bush Howard, así lo menciona: “Como internacionalista isleño debo decir que la obra del maestro Enrique Gaviria Liévano fue mi hoja de ruta y referente para la mejor comprensión de nuestras islas en el marco de las relaciones internacionales, sobre todo en el tema del diferendo con Nicaragua. Tuve el honor de coincidir con él en varios conversatorios y nunca dejé de admirar su mente brillante y su claridad sobre los temas de las islas. Su obra y legado sin duda nos seguirá acompañando. Nuestro pueblo isleño siempre lo considerará un hijo adoptivo”.

En palabras de Luz Marina Livingston Bernard, periodista de la isla de Providencia, “El doctor Enrique Gaviria, era un ser excepcional, con una extraordinaria sensibilidad y afinidad con la cultura isleña. Fue uno de los pocos nacionales que sintió, entendió y defendió con claridad la lucha raizal. La primera vez que lo oí hablar sobre la cultura del archipiélago y su gente, sentí escalofríos ¡Qué claridad y profundidad! Gran pérdida para la familia y el país”.

Enrique Gaviria fue autor de varias obras que versaron sobre los antecedentes históricos, políticos, culturales y étnicos de las islas de San Andrés y Providencia y de sus habitantes. En una de sus columnas más recientes publicadas en El Isleño, titulada ‘Cambiar para no perder todo con Nicaragua’, advertía que si Colombia no cambiaba su estrategia en la controversia con el país centroamericano podría perder más de “lo que nos queda” del archipiélago de San Andrés. En efecto, en relación con las pretensiones a una plataforma extendida, decía:

“Nicaragua debe presentar la respectiva memoria ¿Estamos preparados para ello? ¿O simplemente vamos a seguir con las improvisaciones y errores cometidos durante los diez años de la controversia con Nicaragua?. Este espinoso tema, no puede seguir siendo un asunto marginal de nuestra política exterior. No podemos improvisar más en un asunto tan delicado en que está en juego la integridad del territorio nacional”.

Con una gran preparación académica, doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Libre de Colombia, con especialización en Derecho Internacional Aéreo y Espacial de la Universidad de McGill, Canadá, y máster en Derecho Internacional Comparado (MCL) de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, entre otras. Enrique Gaviria puso al servicio del país su conocimiento para la defensa del territorio en los diferentes cargos que ocupó en toda su extensa experiencia diplomática e internacional; fue jefe de Tratados y Fronteras del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador en Misión Especial ante la III Conferencia de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, embajador y jefe de Delegación Colombiana ante el Comité sobre el Uso Pacifico del Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas, presidente de la Sexta Comisión Jurídica de la Asamblea General de Naciones Unidas, embajador y representante permanente alterno de Colombia ante Naciones Unidas. representante de Colombia ante la Organización de la Comisión permanente del Pacifico Sur, embajador y representante permanente alterno de Colombia ante las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, embajador extraordinario y plenipotenciario de Colombia ante la República de Grecia, Albania y la República Checa y embajador en misión especial ante la Corte Internacional de Justicia para el caso de Colombia – Nicaragua.

En su vida académica fue profesor en varias universidades y autor de más de 15 libros, entre los que destacan “La desintegración del Archipiélago de San Andrés y el fallo de la Corte de la Haya. Errores y omisiones de la defensa colombiana”, “Los Nuevos en la Historia de Colombia. Una generación militante (1925-1994)” y “Los Archipiélagos de Estado ante el derecho del mar (el caso de San Andrés y Providencia)”

Como historiador fue miembro activo y presidente de la Academia Colombiana de la Historia (2008 y 2012), miembro correspondiente de las Academias Real de historia española, Venezuela, Uruguay, República Dominicana, Paraguay y otras, y miembro de número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia.

Su trabajo comprometido lo hizo merecedor de varias condecoraciones: Bernardo O' Higgins en el más alto grado; Orden y democracia, Francisco de Paula Santander; Lisandro May San Andrés y Providencia.

La cancillería colombiana también expresó sus condolencias y dijo: “En nombre del gobierno nacional, la cancillería lamenta profundamente el fallecimiento del ilustre internacionalista e historiador Enrique Gaviria Liévano. Sus valiosos aportes intelectuales han educado durante varios decenios a la juventud colombiana”.

Condolencias a su esposa, amiga, compañera de vida y gran mujer Inés Escobar, con quien tuvo y educó a tres grandes artistas; sus hijos Inés, Carlos y José; porque a este colombiano con mayúscula, que le cabía el mundo en su cabeza, conocedor y defensor como ninguno del país y sus fronteras y mares, escritor de textos de historia, derecho y también poemas y obras de teatro, sabía que, de las fronteras de los humanos, quizás el arte era lo que único que podía disolverlas y unirnos.

Un sentido pésame también al mundo diplomático, a Colombia, a sus fronteras y sus mares; se va un gran señor.

Lo despedimos con esta canción de un poema de la autoría de Enrique Gaviria Liévano; interpretado por sus hijos José e Inés.