GENTE
El mensaje de Alberto Linero tras la muerte de Jorge Oñate
Además de lamentar la noticia, Linero hizo un fuerte llamado a los artistas del género vallenato.
Colombia y el mundo del vallenato fueron sorprendidos el pasado domingo con la triste noticia del fallecimiento del cantante Jorge Oñate, de 71 años, quien luego de ser tratado por sus problemas renales y de páncreas, y de haber luchado por varias semanas contra las secuelas del coronavirus, perdió la vida y dejó un gran vacío en el corazón de su familia, amigos y seguidores.
Y no es para menos. El artista marcó un antes y un después en el género vallenato. Desde su aparición cantando con Los hermanos López a finales de los años sesenta, se fue abriendo paso a la que él mismo denominó “la era del cantante”, al convertirse en el vocalista del grupo que a punta de voz y carisma conquistó el corazón de los amantes del género. Él fue uno de los principales exponentes en el cambio de una tradición que le daba el protagonismo absoluto solo al acordeón.
Los seguidores de la música vallenata se sintieron muy conmovidos por la trágica noticia, al perder a uno de los representantes más importantes de la identidad del género. Y Alberto Linero, el conocido sacerdote católico nacido en Santa Marta que decidió dejar sus votos y su vida como sacerdote luego de 25 años de dedicar su vida al cristianismo, también se expresó.
Desde que se retiró del sacerdocio, Linero, desde su rol de periodista, escritor y docente, expresa sus opiniones y reflexiones a muchos seguidores que están pendientes de él desde que era un representante de la iglesia. Y en Blu Radio, el también conferencista hizo una breve reflexión de lo que para él y para todos los juglares significa la muerte del Jilguero de América.
Linero inició reseñando un verso del compositor Adrián Villamizar, que según explica retrata la manera en la que los que nacieron en “esa parte del Caribe colombiano” cuentan la vida cotidiana. “Yo soy el canto vallenato y vengo de una tierra singular, vengo del mar y la sierra, del desierto y la selva y de un valle de amor; yo soy mestizo y mulato, soy chimila y arahuaco, nieto de un español”. “Este verso del maestro Adrián Villamizar retrata bien lo que es esta forma de contar la vida cotidiana de los que nacimos en esa parte del Caribe colombiano y que llamamos vallenato”, indicó.
“En esas notas musicales está parte de nuestra identidad, porque plasman nuestros valores, tradiciones, maneras de ver el mundo, de relacionarnos, de celebrar y aun de creer. Como dice la Unesco: ‘El vallenato desempeña un papel esencial en la creación de una identidad regional común’”, añadió para expresar las razones de por qué para los seguidores de este género representativo del Colombia es tan doloroso el deceso de Oñate.
Al igual que muchos, Linero señaló que el Ruiseñor del Cesar, como según él se le conocía a Oñate gracias a “su prodigiosa voz, su gran afinación y el sentimiento que transmitía en sus interpretaciones”, podría ser “el primer cantor con un renombre en el contexto de este género”, quien además tuvo muchos éxitos en su larga carrera musical en la que grabó más de 48 producciones.
Sin embargo, fue su llamado a no perder las raíces del género lo que llamó más la atención del mensaje de Linero. Para él, a través del vallenato, los artistas expresan lo que sucede y se vive en la cotidianidad en los territorios y, por lo tanto, abrirse a otras tendencias está bien, sin que esto implique perder el propósito de las letras.
“Creo que esta es una oportunidad para cuidar el vallenato en cuanto a expresión de lo que somos, para entender que la parranda, la piqueria y las serenatas, expresan lo que vamos viviendo. Alguna vez escuché a Carlos Vives insistir en que, para hacerlo, tenemos que proteger el territorio y las dinámicas de vida que se dan en él, porque son ellas las que permiten esos versos y esas manifestaciones musicales”, señaló el escritor.
“No podemos perder la identidad, está bien que estemos abiertos al mundo y que seamos habitantes del planeta, pero no hay que olvidar nuestras raíces, porque terminaríamos sin saber quiénes somos”, añadió Linero, quien aseguró que a él le gusta el vallenato porque le gusta su región y la manera cómo allí se vive.
“Me niego a dejar de ser corroncho si eso significa olvidarme de mis raíces”, concluyó.
Al igual que Linero, el presidente Iván Duque, políticos, cantantes y seguidores del Jilguero de América lamentaron su fallecimiento y enviaron sentidos mensajes hacia él y su familia en este difícil momento.