Jamie Spears es el tutor legal de la cantante de 39 años desde 2008.
Jamie Spears es el tutor legal de la cantante de 39 años desde 2008. | Foto: GETTY IMAGES

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El papá de Britney Spears perdió el control exclusivo sobre su fortuna de 60 millones de dólares

La princesa del pop logró su primera victoria legal para deshacerse de la custodia que su padre tiene desde el año 2008.

12 de febrero de 2021

En medio de la protesta pública que apoyó el movimiento #FreeBritney, un juez dictaminó que James ‘Jamie’ Spears ya no tendrá el control exclusivo sobre la fortuna multimillonaria de su hija de 39 años. El año pasado, la estrella del pop fue noticia mundial y no precisamente por su talento artístico, sino por la petición que presentó ante el Tribunal Superior de Los Ángeles para destituirlo.

En noviembre de 2020, Sam Ingham, su abogado de siempre, advirtió que ella le tenía miedo a su padre, y le pidió a la jueza Brenda Penny que le permitiera traspasar el manejo de su millonario patrimonio a una entidad financiera especializada: “Britney no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”, añadió.

La jueza acaba de aprobar que Bessemer Trust, un grupo fiduciario corporativo, sirva como cotutor de su patrimonio, junto con su padre. Esto pone en buena marcha lo que Britney había solicitado, ya que su abogado argumentó que esta nueva figura reduciría significativamente el papel de Jamie.

En el juicio virtual al que Britney no asistió, se oyeron los argumentos de lado y lado: “Me parece razonable que los dos tutores trabajen juntos para determinar cómo se manejan las inversiones”, dijo Ingham, el abogado demandante. “No es apropiado que el señor Spears pueda delegar inversiones en otra parte que no sea el cotutor”, complementó.

Por su parte, los demandados se defendieron diciendo que nunca existió la intención de crear un poder o una toma de decisiones desiguales entre los dos. Además, recalcó: “Señoría, la posición de Spears se hizo a petición de su hija”, haciendo referencia al año 2008, cuando ella protagonizó episodios bochornosos que evidenciaron el declive de su salud mental y estabilidad emocional.

También cabe recordar que en enero de 2019 la cantante anunció una “pausa laboral indefinida” de su temporada de conciertos en Las Vegas, para ingresar voluntariamente a un centro de tratamiento por un mes completo.

En ese momento, el sorprendido padre declaró públicamente el amor incondicional por su hija: “Cuando un miembro de la familia necesita cuidado y protección especiales, hay que dar un paso al frente. Yo lo he hecho durante los últimos 12 años o más para salvaguardar y proteger a Britney. Continuaré brindando mi amor inquebrantable y mi protección feroz contra aquellos que, con intereses egoístas, buscan dañarla a ella o a mi familia”.

La objeción fue rechazada y ahora tendrán que trabajar con Bessemer Trust, quienes crearán un presupuesto y una propuesta de inversión. Pero es oportuno aclarar que esta última sentencia no impide que el abogado de Britney presente una apelación. De hecho, ya quedó programada otra audiencia para el 17 de marzo.

Todo esto se da justamente después del lanzamiento del documental de “The New York Times”, Framing Britney Spears, y gracias a que los fanáticos de la artista exigen su libertad. Lo mejor es que al movimiento mundial #FreeBritney se han unido grandes personalidades del espectáculo como Miley Cyrus, Sarah Jessica Parker y Andy Cohen, quienes han hecho público su apoyo.

Ante tanto alboroto, siempre quedan dudas. La abogada de Jamie Spears, Vivian Lee Thoreen, dijo que Ingham siempre ha hecho todo lo posible por evitar que padre e hija se comuniquen: “Su relación es tan normal como cualquiera, con subidas y bajadas, pero por encima de todo con amor y respeto mutuos. Antes de que Sam Ingham le ordenara abruptamente a Jamie que no contactara a Britney, ellos dos hablaban con mucha frecuencia y siempre de manera agradable y colaborativa”.

Una persona muy cercana a Britney que la visita semanalmente le dijo a CNN que “la cantante enfrenta desafíos continuos con su salud mental”. Lo que lleva a preguntarse de quién se debe liberar. En octubre, su abogado declaró que ella no tenía “la capacidad de ejecutar una declaración verificada para ningún propósito en este caso”.