GENTE
El príncipe Carlos, involucrado en un escándalo de tráfico de influencias
Las sospechosas actividades de un sobrino de la esposa del príncipe británico, los líos fiscales de Shakira, el desmentido de Matt Damon sobre su supuesta homofobia, la prolífica paternidad de Boris Johnson, el pleito judicial que ganó Bob Dylan y los aparentes retoques cosméticos de Jeff Bezos, hicieron noticia esta semana en el jet set.
Ahora que tanto se cuestiona si será buen rey, el príncipe Carlos se ve envuelto en un nuevo escándalo por cuenta de Ben Elliot, un sobrino de su esposa, Camilla. El Reino Unido se sorprendió con la versión de que Elliot vendía acceso al príncipe a millonarios como una ventaja por ser clientes de su firma Quintessentially, que presta servicios de lujo a la élite.
Así lo denunció uno de los participantes en el esquema, Mohamed Amersi. Tras pagar por años una membresía anual de 20.000 dólares, Elliot, en 2013, le consiguió una cena con Carlos y desde ahí empezó a ser considerado de su círculo cercano, además de donante de 1,6 millones de dólares para sus causas benéficas.
Un aristócrata informante le dijo al Times que tal procedimiento, al cual Amersi no llama tráfico de influencias, sino “capitalismo del acceso”, es aplicado por Elliot con muchos otros clientes de Quintessentially. El caso salpica, asimismo, al primer ministro Boris Johnson, pues Elliot es copresidente de su partido, el conservador, y muchos se preguntan si también vende el contacto con el jefe del Gobierno.
Bezos vanidoso
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Por las emociones de su reciente vuelo espacial, pasó inadvertida la transformación que exhibió el millonario Jeff Bezos. Ello, hasta que el doctor Corey Hartman, un dermatólogo gringo, lo destacara en su cuenta de Instagram, en la que escribió: “¿Cómo no estar obsesionado con la imagen de Bezos? Es un cambio muy drástico”.
En su opinión, replicada por varios medios, como el Daily Mail, los labios abultados y las mejillas lisas y estiradas, entre otros, se deben a rellenos cosméticos. Eso sí, se sorprendió de que uno de los hombres más acaudalados del planeta hubiera sido tan mal asesorado, pues, para los días del viaje suborbital, la cara se le veía hinchada. Para la próxima, le aconsejó hacerse los retoques poco a poco, no en una sola sesión. También le sugirió esperar un mes antes de dejarse ver en público, cuando la inflamación haya cedido y el organismo se adapte a los rellenos, con el fin de evitar verse como si estuviera desfigurado.
¿A la cárcel?
Los problemas fiscales de Shakira en España se agravan por la decisión de un juez: determinó que hay evidencia suficiente para entablarle un juicio por no pagar 14,5 millones de euros en impuestos entre 2012 y 2014.
La investigación lleva tres años, y la defensa de la colombiana alega que en ese momento ella solo entraba y salía del país para visitar a su novio, Gerard Piqué, con quien hoy tiene un hogar y dos hijos en Barcelona. Asimismo, sus apoderados afirman que ella nunca permaneció más de 183 días, el periodo que la ley estipula para que una persona tribute.
El juez consideró que, en vista de que las posiciones son tan diametralmente opuestas, lo mejor sería resolverlo en un proceso, que podría significar la prisión para la colombiana. Pero, antes de que ello suceda, queda la alternativa de un acuerdo, que no arrancaría de cero, pues Shakira ya pagó la suma en conflicto.
“No soy homofóbico”
Una simple anécdota familiar que Matt Damon le refirió a The Sunday Times se le volvió un escándalo. En una conversación con una de sus tres hijas, y a modo de broma, según recordó, se le escapó el vocablo fag, que significa “marica” en inglés y que se usa tradicionalmente como un insulto para los gais. Enseguida, la pequeña se fue a su cuarto a escribir “un muy largo y bello tratado sobre lo peligrosa que es esa palabra”.
El gesto lo dejó orgulloso de la conciencia de su hija sobre los derechos de la comunidad LGBT y se mostró de acuerdo con ella. Pero las redes sociales estallaron en insultos llamándolo homofóbico, lo cual lo obligó a expedir un comunicado aclarando que nunca usa improperios de ninguna clase y que apoya a esa comunidad. En 2015, Damon provocó otra controversia al decir que debía ser muy duro para los actores gais hacer públicas sus preferencias y que la gente no debería saber nada de la sexualidad de los artistas, pues son más efectivos cuando son un misterio.
Victoria para Dylan
En 2020, el cantante y nobel de Literatura Bob Dylan protagonizó el que se considera como uno de los mayores acuerdos de la industria de la música al venderle a Universal Music su catálogo de canciones, por 300 millones de dólares. Al poco tiempo, salió al paso Claudia Levy, viuda de Jacques Levy, con quien Dylan escribió diez canciones en 1976.
Ella sostenía que, en virtud del contrato entre los dos, el patrimonio de Levy merecía recibir un porcentaje de la suma acordada entre el nobel y la disquera. En síntesis, pedía 1,75 millones de dólares más 2 millones de dólares en daños punitivos. Los apoderados de Dylan consideraron que ella solo quería sacar provecho de él. Un juez de Nueva York les dio la razón: dictaminó que el contrato entre los cantautores es diáfano en que Dylan es el dueño absoluto de las diez piezas, Levy solo podía recibir 35 por ciento de las regalías de estas y no tenía ningún privilegio sobre las ventas de los derechos de las demás composiciones de Dylan.
Papá prolífico y misterioso
Pocos primeros ministros británicos han dado tanto de qué hablar por su colorida vida sentimental y familiar como Boris Johnson. Y ahora la noticia es que espera un segundo hijo con su esposa, Carrie Symonds, quien en abril de 2020 dio a luz a Wilfred, primogénito de la pareja. Ella se encargó de anunciar en Instagram su nuevo embarazo, en un mensaje que conmovió porque también contó que perdió a un bebé a comienzos de este año, lo cual la dejó destrozada.
El nuevo niño sería el séptimo hijo de Johnson, algo inusual en estos tiempos, pero la verdad es que esta cifra es incierta. Se conocen los cuatro que tuvo con su segunda esposa, Marina Wheeler: Lara, Milo, Cassia y Theodore. Fruto de una de sus muchas infidelidades nació Stephanie Macintyre y se cree que hay otro retoño también resultado de un affaire. El propio Johnson se ha encargado de reforzar el enigma, pues, cuando le preguntan cuántos hijos tiene en realidad, se niega a responder.